El inmigrante incansable

Diego Izco (SPC)
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El delantero de la selección española Dani Olmo, celebra su gol en el partido amistoso entre España y Albania - Foto: Enric Fontcuberta

El 90 por ciento de la población futbolera española descubre a Dani Olmo por un debate en las redes sociales que podríamos titular '¿Quién es este fulano… y por qué está en la selección?', algo que sucedió por vez primera e incendió el patio de las habituales polémicas alrededor de una pelota en 2019.  

La respuesta (y la historia) puede empezar a contarse en 2007, cuando uno de los mejores canteranos del momento en el Espanyol ficha por el Barça. Todos los técnicos de La Masía redactaron impecables informes en los que hablaban de un atacante impresionante, que entendía el juego desde cualquier perfil… y que, de repente, se cansó de esperar con solo 16 años: firmó por el Dinamo de Zagreb. Un destino extraño, pero un trampolín casi inmediato hacia su primer contrato profesional (aunque alternó el filial con el primer equipo croata, protagonizando un debut en la élite precoz, en febrero de 2015). 

Los tentáculos de captación del Ralf Rangnick, hoy entrenador del Manchester United, son rápidos y certeros: en enero de 2020, el 'padrino' de la idea futbolística de 'Red Bull' (Salzburgo y Leipzig) se lanzó a por ese muchacho español que había conquistado la Liga croata con un golpeo exquisito y unos números espectaculares: 33 goles y 26 asistencias en apenas 100 encuentros disputados.

Internacional

Para entonces, la Federación Española ya había pasado a Luis Enrique y Robert Moreno (quien lo hizo debutar en su último partido como seleccionador) los informes del catalán, capaz de liderar el ataque desde la mediapunta o adaptarse con feroz compromiso a cualquiera de las dos bandas. El día de su debut, ante Malta, sustituyó a Morata y tres minutos después anotaba el quinto gol de aquel 7-0. Ya nadie le ha descabalgado de las listas de España desde entonces: 19 veces internacional, cuatro goles y esa 'estrella' que le permite marcar goles decisivos como los del otro día en Montjuic (también resultaron determinantes sus tantos ante Georgia y Kosovo en la fase de clasificación) o 'casi goles' como los del 1-0 ante Suecia, el que aseguraba el billete a Qatar: su tremendo obús al larguero fue aprovechado después por Morata para anotar. 

Las valoraciones del portal Transfermarkt dejan claro que esa continuidad no es un capricho pasajero de Luis Enrique: es el segundo futbolista más valorado del Leipzig (45 millones de euros, solo por debajo de Nkunku, 65), el 15º de la Bundesliga, el undécimo de nacionalidad española y el octavo del mundo en los nacidos en el 98, lista en la que figuran Mbappé, Alexander-Arnold, Hakimi, Valverde, Osimhen, Koundé, Pulisic…  

En el punto de mira de los grandes de Europa (el Barça estaría dispuesto a recuperar lo que no pudo retener, aunque lo ve «muy difícil» hacerlo este verano), Olmo ha vivido el año más complicado de su corta carrera. Igual que Pedri, pagó los esfuerzos del verano (Eurocopa hasta semifinales, Juegos Olímpicos hasta aquella final de color plaga) para una temporada que cerró con 62 partidos. Y se rompió. Dos lesiones musculares de relativa gravedad, roturas de fibras que le llevaron a perderse 14 partidos, le obligaron a cambiar de chip… y de dieta. «He dejado de comer carne: no me encontraba bien cuando lo hacía», confesó en Alemania. El nutricionista es el penúltimo 'truco' del emigrante precoz e incansable, prototipo casi perfecto del futbolista moderno que podría jugar en cualquier parte del campo y hacerlo casi todo bien.