La crisis del Covid-19 está castigando con dureza a los autónomos. Muchos negocios se han visto obligados a cerrar sus puertas tras la declaración del estado de alarma y otros, como los quioscos, aunque se mantienen abiertos, han visto como su actividad comercial ha descendido considerablemente, informa Ical.

Para paliar este descenso de ventas, Aitor Hernández, propietario del quiosco ‘Piruletas’, en La Vega (Valladolid), ha puesto un servicio de reparto a domicilio que le hace afrontar el futuro con optimismo. “Sólo llevamos tres días funcionando con este sistema, pero ayer fueron más de veinte los repartos que hicimos. A este paso, en pocos días voy a necesitar ayuda”, confiesa Aitor.

Aunque las ventas de pan y prensa se están manteniendo, desde que los niños dejaron de salir a la calle, por las tardes “nos hemos quedamos sin clientes y hemos pensado que nos teníamos que inventar algo para poder seguir trabajando”.

Así, gracias a la difusión del servicio mediante redes sociales -pedidos de más de cinco euros al número de WhatsApp 607 666 868- ‘Piruletas’ está logrado ampliar su red de clientes y hacer un poco más llevadera la crisis para todos.