La siniestralidad en las carreteras de Segovia vuelve a subir. Sube y además, a falta de una semana para que termine este 2022, el número de fallecidos se sitúa en su pico más alto desde 2016 y por encima de la media de los trece últimos años. «Solemos estar en una franja de entre seis y catorce. Este año estamos en la franja superior pero todavía no puedo dar una explicación clara de por qué está ocurriendo», señala el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor. Sin embargo, han comenzado a encender las alarmas los dos decesos registrados en dos accidentes durante la noche del viernes al sábado pasados y sobre todo la explosión de la mortalidad durante este otoño en la SG-205, que se ha convertido en el nuevo punto negro.

Encargada de conectar la A-601 a la altura de Cuéllar con la A-1 a la altura de Cerezo de Abajo, esta carretera cuenta con 67 kilómetros y ha sido el escenario de cuatro accidentes de tráfico con cinco muertos desde el pasado 30 de septiembre. El último, el pasado jueves 15 de diciembre cuando una mujer de unos 70 años perdió la vida tras la colisión de un camión y un turismo en el kilómetro 5.

«Es una carretera difícil porque tiene mucho tráfico, es virada, tiene cruces... También en algunos momentos ha habido condiciones meteorológicas adversas. Habitualmente en los accidentes se están viendo implicadas personas que conocen la zona», apunta el jefe provincial de Tráfico, inmerso en el estudio de los atestados de cada uno de esos cuatro accidentes «antes de poder sacar conclusiones». No obstante, ya han adoptado algunas medidas para la SG-205. Los medios de vigilancia, control y ayuda se han incrementado a través de la priorización de servicios de tráfico de la Guardia Civil en esa zona –incluida la instalación de radares móviles– y una mayor presencia del helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT), también con capacidad para realizar propuestas de sanción.

14 muertos en el peor año en la carretera desde 2016

El siniestro más grave en esta carretera tuvo lugar el 30 de septiembre sobre las tres de la tarde en el kilómetro 25, a la altura de Aldeosancho. Una mujer y un hombre fallecieron tras salirse de la vía el turismo en el que circulaban. La situación no ha pasado inadvertida para la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que este lunes calificó como «horribles» los datos, aunque lejanos a los existentes antes de la entrada en vigor del carnet por puntos en 2006. El primer deceso no se produjo el 6 de febrero. Ese día murió un hombre tras arder su coche, que había chocado contra un vehículo articulado en la N-601, a la altura del municipio de Codorniz.

En opinión del jefe provincial de Tráfico, «el tema de la velocidad es preocupante». «Aparentemente los accidentes se pueden producir también por no respetar la prioridad de paso, cinturón, alcohol y drogas, somnolencias... Pero en casos de incumplimientos de la prioridad de paso, también hay que mirar a qué velocidad venía el otro vehículo», remarca Pastor. 

El segundo fallecido de 2022 en las carreteras de Segovia se registró el 3 de marzo en la N-VI a la altura de Villacastín. Un choque frontal entre un camión y una furgoneta provocó una víctima mortal en torno a las 13.20 horas de ese día. Otro choque frontal entre una furgoneta y un camión estuvo también tras el fallecimiento de un hombre vecino de Madrid el 12 de abril en la misma N-VI, aunque en este caso en el término municipal de El Espinar.

14 muertos en el peor año en la carretera desde 2016

No han trascendido las causas de estos accidentes pero sí que Segovia tuvo el peor balance de multas de Castilla y León por no usar el cinturón de seguridad durante la campaña que llevaron a cabo las autoridades el pasado mes de abril. El 1,29 por ciento de las personas controladas en nuestra provincia no lo llevaba puesto, frente al 0,60 por ciento de media en la Comunidad. La Ley de Tráfico y Seguridad Vial estrenada este año ha elevado a cuatro los puntos que se pierden por no utilizar el cinturón o tampoco el sistema de retención infantil. El jefe provincial de Tráfico pide extremar la prudencia «y sobre todo el uso de los sistemas de seguridad pasiva.

Detrás de cada fallecido al volante hay una historia. Al municipio de Prádena le conmocionó el fallecimiento de Dolores Budia, de 73 años, que había trabajado como limpiadora en el colegio de la localidad, que murió el 11 de agosto después de que el coche en el que viajaba con su marido, de 75 años chocara en la N-110 con un camión de reparto que se acababa de detener por una avería. Él resultó herido grave con polimatraumatismos, pero salvó la vida.