El fin de la moratoria concursal anuncia un otoño con cierres

Nacho Sáez
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Los expertos esperan un aumento de los concursos de acreedores en Segovia tras acabar la exención de presentarlos para empresas que estaban obligadas.

El fin de la moratoria concursal anuncia un otoño con cierres

La larga lista de problemas que arrastran algunas empresas aumentó el pasado 30 de junio. Ese día finalizó la moratoria que el Gobierno aprobó en marzo de 2020 para eximir a las compañías que se encontraban en situación de solicitar concurso de acreedores voluntario. Desde ese momento y durante las sucesivas prórrogas a las que ha dado luz verde, no estaban obligadas a presentarlo. Junto con otras medidas puestas en marcha, el Ejecutivo de Pedro Sánchez trataba de dar un balón de oxígeno al tejido productivo, pero tras el final de la última prórroga la pelota se ha desinflado y los expertos esperan un aumento de los concursos de acreedores a partir de este otoño. Las empresas tienen un margen de dos meses para presentarlos tras el fin de la moratoria.

Aquellas que se encuentren en una situación de insolvencia y no lo hagan pueden acabar incurriendo en un concurso de acreedores culpable y que el administrador de la compañía tenga que responder de las deudas con su patrimonio. «Cuando estornudas, tienes algo de fiebre o tienes una dolencia, tienes que ir al médico porque no sabes cómo va a solventarse y por lo general no se cura solo», apunta Emilio Fuentetaja, socio del Bufete Conde & Fuentetaja y miembro de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (Aspac). «Si yo tengo un problema como empresario o como autónomo porque no vendo lo que vendía antes, porque me han subido la materia prima y los transportes y no llego a consolidar un estado normal de ganancias, en el momento en el que vea la más mínima insolvencia o posibilidad de que no llegur a cubrir mis obligaciones, tengo que reestructurarme y llamar a un profesional que me ayude».

En 2020, el Juzgado de lo Mercantil de Segovia recibió diez concursos de acreedores, una cifra similar a los dos años previos a la pandemia. Esa circunstancia permite tener la esperanza de que nuestra provincia no sufra la avalancha de concursos que los expertos prevén con el fin de la moratoria concursal. «Dada nuestra estructura empresarial, que es pequeña, como la mayoría de las empresas, aquí va a afectar más que a empresas a autónomos y personas físicas que no van a poder afrontar sus compromisos. Evidentemente va a haber concursos, pero no creo que en Segovia vaya a ser una avalancha dado el pobre tejido empresarial que tenemos», indica Fuentetaja. Las pérdidas de 2020 y 2021 no computarán como causa de disolución de la compañía, pero este socio del Bufete Conde &Fuentetaja insiste en la importancia de adoptar una rápida decisión. «La moratoria no ha servido absolutamente para nada porque entendemos que la empresa que está mal está mal con moratoria y sin ella. Y si está mal lo que tiene que hacer es tomar la iniciativa para que su situación mejore. Reestructurándose o cerrando para evitar que sus acreedores tengan riesgos mayores. Yo tengo una empresa que está mal por la pandemia o la situación económica, voy mal y no puedo solventar mis obligaciones pendientes de pago, cierro o me reestructuro. Estar en el marcado 'in tempore' sin ninguna solución perjudica a la empresa, a los acreedores, al mercado… A todos.  La moratoria solo ha servido para tener muchísimas empresas 'zombie'. No tienen obligación de concursar, siguen en el mercado y están muertas por inanición», argumenta.

POSITIVA. El abogado de la Federación Empresarial Segoviana (FES), Luis Pérez, no comparte esa opinión. «Yo creo que en general [la moratoria] ha sido positiva porque lo que se ha tratado es de garantizar la supervivencia de empresas. Empresas que en otra situación habrían estado obligadas a solicitar el concurso han visto que se les ha permitido intentar resistir y sobrevivir hasta que la economía mejorase». Ya han comenzado a recibir consultas por el fin de la moratoria  concursal, pero su reflejo sobre el aumento de los concursos de acreedores es una incógnita de momento.

«La situación económica es complicada, con lo cual algún efecto va a tener pero no sabemos cuánto porque también es verdad que aquí el turismo se está recuperando. Se ve más gente y eso puede beneficiar a la economía de la provincia. Pero evidentemente es previsible que el fin de la moratoria conlleve un aumento de las solicitudes de concurso. Aquí y en toda España, porque al final es un problema nacional», asevera Pérez, quien da un consejo a las empresas que estén en dificultades: «Aconsejamos que nos consulten antes de meterse en una solicitud de concurso porque existen alternativas. Estamos aquí para eso. Representamos a las empresas y las ayudamos. Es nuestra misión».

Por sectores, tampoco hay acuerdo sobre el que registrará más quiebras. «Es difícil hacer una previsión porque la crisis de las materias primas, por ejemplo, afecta a todo el mundo. Hace un año hubiese dicho que la hostelería pero creo que está más recuperada porque ha vuelto el turismo a Segovia y al final eso tira de toda la economía de la provincia», señala el abogado de la FES. «Diría que quizás el sector primario y el del turismo por la subida de las materias primas y del coste de la energía. Pero aquí en Segovia se ha resistido mucho. El empresario es muy fuerte desde el punto de vista anímico. Para derribarle tiene que venir un tsunami, no se le derriba fácilmente», tercia el socio consultados del Bufete Conde & Fuentetaja. 

Una de las novedades que se pueden extender en los concursos de acreedores presentados a partir de ahora es la necesidad de negociar con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que durante la pandemia avaló numerosos créditos a condiciones muy ventajosas. Los expertos creen que se va a convertir en un acreedor difícil a la hora de negociar quitas. «Es que no sé ni cómo lo van a hacer. Si vas a tener que negociar con el Estado o con los bancos», remarca Cristian Garcimartín, de Garcimartín Coca Abogados, que ya ha constatado un aumento de los concursos de acreedores. «Van a subir. Por los datos que conozco del Juzgado y de mi despacho. Ahora hemos metido el de una empresa que funcionaba bien y que no ha remontado».

En su opinión, la moratoria concursala «ha servido para algunos a lo mejor para seguir trabajando». «Hay empresas que a lo mejor no podían hacer frente a sus compromisos a corto plazo pero a lo mejor sí. Pero quizás para otros no ha sido una buena idea porque se les ha hecho bola», añade.

También considera que retrasar en exceso la presentación de un concurso de acreedores puede ser un error. «La Ley de Sociedades de Capital te dice las obligaciones que tiene el administrador. Una de ellas es concursar la empresa si está en esa situación. Si declaran culpable, pueden ir contra el patrimonio del administrador. Incluso la Agencia Tributaria y la Seguridad Social tienen sus propios caminos para cobrar. No tienen que acudir a la jurisdicción ordinaria. También se puede recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad», concluye este abogado segoviano.