Los sindicatos que representan a los trabajadores del transporte urbano de Segovia han convocado hasta 22 paros parciales (de tres horas) para los meses de febrero (ocho) y marzo (catorce) como consecuencia de la falta de acuerdo en el capítulo económico para la renovación del convenio provincial del sector. No es por tanto un convenio de empresa, pero las negociaciones por la parte patronal las lleva la concesionaria de este servicio en la capital, Avanza, dado que afecta muy poco al resto de la provincia.
Los paros han sido convocados de manera conjunta por CCOO, UGT y SLT, y tendrán lugar, en febrero, los días 7, 9, 14, 16, 20, 22, 23 y 27; y en marzo, los días 1, 2, 6, 8, 9, 13, 15, 16, 20, 22, 23, 27, 29 y 30.
Los que tengan lugar en lunes y martes, serán de 6.15 a 9.15 horas; los miércoles, de 18.00 a 21.00; y los jueves, de 13.00 a 16.00. En todos los casos, durante tales intervalos el transporte funcionará con servicios mínimos.
Los sindicatos justifican la declaración de huelga en que "hasta la fecha han resultado infructuosas las negociaciones por las discrepancias surgidas para llegar a un acuerdo sobre la negociación del convenio".
LARGO CONFLICTO. La negociación del convenio provincial del sector arrancó en el primer trimestre de 2022, pero el conflicto empezó a cobrar forma sobre todo a partir de otoño. En este contexto, tras un primer paro parcial el 14 de diciembre, el día 21 parecía que las partes acercaban posturas después de que la mayoría sindical (CCOO y UGT, sin apoyo de SLT) firmara un preacuerdo con Avanza para la renovación del convenio provincial de transporte urbano, pero los trabajadores rechazaron en asamblea las condiciones propuestas, y estas son las consecuencias.
La plantilla condicionaba en diciembre el cese de las movilizaciones a que Avanza aceptara subidas salariales del 4,5% en 2022 más otro porcentaje similar en 2023, aparte de un plus mensual de casi 60 euros para los conductores por el 'toma y deje', tal y como llaman al tiempo que dedican en cocheras antes de salir de ruta o al volver, y que actualmente cobran como horas extra. La empresa, mientras, decía que no podía pasar de un 3,5% en 2022 y un 3% en 2023, y sin plus de 'toma y deje', pero replanteó su propuesta entre el 19 y el 20 de diciembre, y lo que finalmente se trasladó a la asamblea de trabajadores, sin que se aceptara, fue la opción de ampliar a tres años la vigencia del convenio para añadir otro 3,5% en 2024, lo cual habría supuesto llegar a 2025 con una subida del 10%, dejando la cuestión del toma y deje como estaba (computado como horas extra).
Después del parón navideño, los sindicatos volvieron a reunirse con la empresa "para poner en valor una pequeña diferencia de subida salarial y a condición de negociar los acuerdos de empresa que se tenían, y otros nuevos que dificultan el día a día", señalan los sindicatos. Y días después, otra reunión, hasta el momento la última, "en la que el gerente parecía tener voluntad, pero finalmente la compañera de recursos humanos se negó a ver cualquiera de los puntos, lo que aumentó la tensión y concluyó con un desacuerdo", aseguran, de ahí la ruptura de la negociación, ante la "imposibilidad de llegar a un acuerdo", y la convocatoria de huelga.