Otra tanda de 115

Nacho Sáez
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El profesor jubilado y escritor Jesús Pastor publica su tercer libro de leyendas de la provincia de Segovia empujado por la gran cantidad de relatos de este tipo que continúa recopilando.

Jesús Pastor, en la estatua del diablillo. - Foto: Rosa Blanco

a del diablillo del Acueducto es la más famosa, pero hay decenas y decenas de leyendas con la provincia de Segovia como protagonista. Da fe Jesús Pastor, que acaba de publicar su tercer libro sobre leyendas de esta tierra. Se titula precisamente 'Tierra de leyendas' (Ediciones Derviche) y recoge 115 relatos de este tipo, aunque la mayoría en un formato diferente al de las dos anteriores publicaciones.

«Salvo las cuatro últimas, las  demás no tienen más de doscientas palabras. «Tenía tal cantidad que se me ocurrió ir haciendo algunas que fueran muy cortas y luego se le va cogiendo el gustillo a la concisión», explica este profesor jubilado de instituto de Lengua Castellana... y escritor. Lleva su firma el recorrido por Segovia a través de la huella de escritores que propone 'Un paseo literario por Segovia' (Ediciones Derviche, 2011). «Fue el primer libro que editó esta editorial y al poco me vino Pepe [Domingo Pardillos, su responsable] y me contó que mucha gente pedía libros de leyendas y que había muy pocos y que esos pocos que había eran muy malos. Así empezó la cosa. Me dijo que no incluyera muchas para que el libro no fuera muy gordo, porque decía que lo leía peor la gente, y al final 'Leyendas populares e insólitas de Segovia' (Ediciones Derviche, 2012) y 'Leyendas heroicas y picarescas de Segovia' (Ediciones Derviche, 2013) han acabado fusionados en uno», se ríe.

Ya no necesita bucear en documentos para encontrar nuevas leyendas, aunque también lo hace. «De las 115 que incluye este nuevo libro, unas treinta me las ha contado alguien. Gente que dice: 'Anda, no tienes la de mi pueblo'. En un cumpleaños un amigo bromeó conmigo sobre que seguro que no había puesto ninguna de su pueblo, Carrascal del Río, y yo le contesté que solo había lo de San Frutos, pero me descubrió que también estaba la de la cueva de los carlistas y lo del castillo del rey moro», explica Pastor tras fotografiarse con la estatua del diablillo que corona la calle San Juan. «Lo que a lo mejor la gente no sabe es que de la leyenda del Acueducto hay hasta tres versiones. Hay una que todavía no he recogido y que estaba en la obra 'El secreto del Acueducto', de Ramón Gómez de la Serna. Habla de una princesa celta a la que le prometen una obra maravillosa si le da un beso a un pretendiente. Y de la Mujer Muerta hay más versiones todavía».

En el prólogo de este último libro, Pastor subraya que nuestros antepasados nos legaron [las leyendas] como una riqueza inmaterial y existe la obligación moral de que las hereden nuestros descendientes». «Pueblos de los que aparecen aquí ya han desaparecido o tienen muy pocos vecinos, pero no mueren del todo mientras haya algún tipo de recuerdo», añade en conversación con El Día de Segovia. «Julio Llamazares comentaba que es de un pueblo sepultado por un pantano y que buena parte de su obra tiene que ver con la imagen que le produce recordar su infancia en ese pueblo desaparecido. Es bueno que se conserve».

Los hallazgos en este ámbito se pueden producir además en cualquier lugar. «Me he encontrado con pueblos muy pequeños de los que hay un montón de leyendas. Por ejemplo, de Revenga hay un montón de leyendas. Es un barrio de Segovia, pero tiene una entidad como pueblo. Resulta que hubo un vecino que recopiló leyendas. La sorpresa son los que no tienen. Cuéllar es un pueblo antiquísimo y tiene muy pocas. Hay un capítulo que he titulado 'El nombre de una ciudad sin leyenda' –que es un juego de palabras con la película del oeste 'La leyenda de una ciudad sin nombre'– por el pueblo de Bernardos. Tiene una muralla tardorromana, 2.000 años de historia acreditada, un poblado visigodo, la ermita en medio de la muralla, la mujer de Juan Bravo se refugió en Bernardos y durante la Guerra Civil los falangistas fusilaron a varios obreros. Pues Bernardos no tiene ni una sola leyenda».

Las leyendas tienen tres elementos que las definen, según Pastor. «Al contrario que una novela, donde lo que importa es qué ha pasado, en una leyenda lo que importa es el referente. De dónde procede tal palacio o tal montaña, qué sucedió para que desapareciera un pueblo... Tampoco importa que la gente la conozca o no. La gente muchas veces incluso las lee con más gusto si ya la conoce, porque no busca la sorpresa sino que busca a ver si se la cuentan como él la conoce. Y el tercer rasgo importante de las leyendas es que se cuenta como verdad algo que se sabe que no es en absoluto verdad o que no es del todo verdad. Ahora lo cuento un poco al principio del libro y está recogido en el diccionario de la propia Academia. Las leyendas son dos cosas. O pura fantasía –hay una que dice que el Día de los Difundos sale una ondina en la Laguna de Peñalara– o las  que cuenta la gente para inventarse un episodio histórico que no sucedió o que no sucedió así pero que en el fondo les gustaría que hubiera sucedido. Por ejemplo, hay una muy divertida de Muñoveros donde va Fernando el Católico con sus hombres a secuestrar a las mozas del pueblo, se enteran los del pueblo y le pegan una paliza».

Pastor habla de leyendas una detrás de otra y ya tiene listas más para otra publicación. Y de algunas incluso ha investigado en mayor profundidad, especialmente sobre las vinculadas a conquistadores que tienen sus orígenes en Segovia.