A la Asociación de empresarios de Supermercados de Castilla y León (Asucyl), que representa a las dos terceras partes de la superficie de alimentación de las cadenas españolas, en su mayoría de origen familiar, como Gabis, Mercadona, Lupa, Froiz, Transgourmet, La Salve o Alimerk, entre otras, la industria, que son sus proveedores, no les han trasladado ningún problema de que pueda haber desbastecimniento, por lo que entienden que no está justificada la alarma.
Isabel del Amo, secretaria técnica de esta organización cuyos socios facturan en conjunto 2.250 millones de euros, con 11.680 empleos, opina que el porcentaje de descenso de la producción parece que ha tocado suelo: «Es verdad que ha habido un incremento de costes muy importante, los primeros meses del año, y por eso compensaba sacrificar ganado, pero se ha incrementado el precio de la leche [que paga la industria] en un 40% que compensa claramente producir».
En cuanto a la subida del precio de venta, Del Amo asegura que ellos se deben a los consumidores y, en una situación de crisis, como la que se está viviendo, tratan de contener los precios, de ahí que hayan demandado al Gobierno medidas para contener la inflación como rebajar de forma puntual el IVA a los alimentos y productos básicos.
Mientras aclara que los productores no viven solo de lo que pagan los consumidores en el lineal, sino de lo que se les abona a ellos la industria, la secretaria técnica de Asucyl recuerda que a la distribución también les sube el precio de la energía, «coste muy importante porque no se pueden desconectar las máquinas de refrigerar, el coste es elevadísimo, también en combustibles porque nos dedicamos a mover producto; nos suben los costes pero estamos tratando de que no repercutirlos todo al consumidor, a costa de los márgenes de las empresas».
Fuentes de Mercadona aseguran que esta cadema alimentaria –que puede llegar a distribuir el 33% de la producción, según UCCL– tiene garantizado el suministro de leche ya que mantienen relaciones estables con los proveedores y éstos a su vez lo hacen con los ganaderos. Con esta fórmula garantizan la estabilidad de la cadena de suministro y, por lo que les han informado sus proveedores, no se visualiza ningún descenso de producción en sus ganaderos.
La cooperativa Mesenor, que vende envasados en brik entre 1.200.000 y 1.250.000 litros de leche al año, además de otra parte va directamente a la marca de quesos 'Entrepinares', que comercializa Mercadona, tiene comoprimeros vendedores de leche a unos nueve o diez ganaderos, que va sistutyendo a medida que se jubilan.
Reconociendo que hay una situación complicada que va a seguir conllevando el cierre de explotaciones, el presidente de la cooperativa, Rafael de Frutos, no prevé un desabastecimiento de leche, salvo que confluya con una huelga de transportes, como ocurrió en la primavera pasada. No obstante, aclara que puede pasar que alguna empresa pueda necesitar 5.000 litros de leche y solo le sirvan 4.500.