Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Los sondeos

03/01/2023

Suelen decir los políticos veteranos que los sondeos en tiempos no electorales solo sirven para indicar la tendencia de cómo se están moviendo las cosas; y suelen decir también los políticos veteranos que en tiempos electorales como los que ya estamos viviendo, los sondeos indican sobre todo qué piensan los votantes sobre la gestión del gobierno, y su decisión ante las urnas estará directamente relacionada con su grado de indignación.

Si la indignación es superlativa, los seguidores habituales del partido que gobierna se irán al principal partido de la oposición, para acabar así al gobierno maldito aunque eso les obligue a depositar la papeleta tapándose la nariz por votar a quien detestaba, porque prevalece su deseo de ver fuera de Moncloa a quien antes de ser presidente contaba con su plena apoyo.

Si los sondeos de estos días no andan desacertados, el 28 de mayo se presenta crudo para Pedro Sánchez. Es fecha de máxima importancia porque la primera cita condicionará la segunda, la de las elecciones generales. Lo que podría indicar que si no se equivoca mucho Feijóo, si no comete errores graves, si consigue ilusionar a tanto español desencantado -con razón- con sus actuales dirigentes políticos, si presenta candidatos solventes en las municipales y autonómicos, y además no sale ningún portavoz en cualquier punto de España buscando un titular que acaba convertido en error monumental, el PP podría cosechar un triunfo en el 2023.

Eso es lo que se percibe en el papel, escudriñando los sondeos últimos. Pero la política da muchas vueltas, cinco meses es una eternidad y además en Moncloa hay un hombre capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse.

Dicen las encuestas de forma unánime que el desencanto mayor de los votantes socialistas se centra en el entreguismo de Pedro Sánchez a Podemos y ERC y, en menor grado, a Bildu. Las decisiones sobre los delitos de malversación y sedición han sido letales, más la aprobación de dos leyes infumables como la ley trans y la del solo sí es sí -que incluso han sido recibidos con estupor por influyentes medios de comunicación extranjeros- ha dejado maltrecha la figura del presidente. Para aprobar esas iniciativas socialmente inaceptables y judicialmente muy polémicas, ha provocado una crisis institucional y un enfrentamiento entre las instituciones del Estado que no aceptaría ningún país democrático.

Este rechazo considerable a la gestión de Sánchez y a su persona -es insoportable su egolatría, la prepotencia de su gesto, su capacidad de mentir- es lo que hace creíbles los sondeos que auguran su fracaso. Pero no nos cansaremos de repetirlo: es un corredor de fondo al que además no importa cometer trampas. Por tanto, más le vale a Feijóo pensárselo mucho antes de dar un paso en falso. Y a los que quieren echar a Sánchez, más les vale pensárselo bien antes de depositar su voto, porque la ley D'Hondt es traicionera: con los restos ha hecho y deshecho gobiernos.