El conflicto de los buses urbanos apunta a más paros en 2023

David Aso
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Después de rechazar el preacuerdo que firmaron los sindicatos, la plantilla estudiará con su comité la posible convocatoria de más días de huelga que no llegarían hasta después de Reyes

La negociación del convenio de transporte urbano empezó a principios de año y sigue enquistada en la subida salarial. - Foto: Rosa Blanco

El conflicto laboral de los autobuses urbanos parecía a punto de resolverse a primera hora del miércoles, después de que la mayoría sindical (CCOO y UGT, sin apoyo de SLT) firmara un preacuerdo con la empresa concesionaria del servicio, Avanza, para la renovación del convenio provincial de transporte urbano. Pero los trabajadores rechazaron en asamblea las condiciones propuestas, y ahora los sindicatos esperan «instrucciones de los trabajadores y el comité de empresa para definir la nueva hoja de ruta», tal y como indicaba este jueves a El Día el secretario provincial de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Ángel Nieto. «Entendíamos que el acuerdo era la opción menos mala, pero si consideran que es mejor seguir en la lucha, por supuesto que son ellos quienes deben decidir si quieren más huelga, más paros o lo que sea. Nosotros somos meros tramitadores», incidía. 
No obstante, en caso de decidirse por nuevos paros, ya sean de tres horas como el del pasado 14 de diciembre, o en otras condiciones, estos no tendrían lugar hasta después de Reyes (6 de enero), dado que deben pasar al menos 10 días desde que se cursa la formalización de la convocatoria hasta que se lleva a cabo.

Por otro lado, esa primera jornada de paro fue secundada por más del 90%de los trabajadores que pudieron hacerlo por no ser parte de los servicios mínimos, mientras que la ruptura de la unidad sindical durante esta semana, y la de la propia plantilla, deja dudas sobre el seguimiento que pudieran tener en adelante. De hecho, son unos 80 empleados y entre las dos asambleas del miércoles se contabilizaron 51 votos, con 17 a favor del preacuerdo, 32 en contra y 2 abstenciones.

En este contexto, para nada se descarta que el conflicto pudiera resolverse en cuestión de días, pero también hay referencias inquietantes como la de Zaragoza, donde coincide que el transporte urbano también está en manos de Avanza, y hace menos de dos semanas que pusieron fin allí a una huelga de paros parciales que ha durado nada más y nada menos que 22 meses.

La negociación permanece enquistada en el capítulo económico, en el marco de la revisión del convenio provincial del sector; no es un convenio de empresa, pero sólo Avanza negocia porque afecta muy poco en el resto de la provincia. La plantilla llegaba a esta semana dispuesta a secundar otro paro el miércoles si no se aceptaban subidas salariales del 4,5% en 2022 más otro porcentaje similar en 2023, aparte de un plus mensual de casi 60 euros para los conductores por el 'toma y deje', tal y como llaman al tiempo que dedican en cocheras antes de salir de ruta o al volver, y que actualmente cobran como horas extras. La empresa, mientras, decía que no podía pasar de un 3,5% en 2022 y un 3% en 2023, y sin plus de 'toma y deje', pero entre el lunes y el martes replanteó su propuesta. Sugirió ampliar a tres años la vigencia del convenio para añadir otro 3,5% en 2024, lo cualsuponía llegar a 2025 con una subida del 10% y dejar la cuestión del toma y deje como estaba (computado como horas extra). 

La propuesta de Avanza, que cobra del Ayuntamiento en función de las expediciones que cubre, estaba supeditada a la suspensión del paro previsto para el pasado miércoles, y la mayoría sindical decidió agarrar la opción por si los trabajadores la consideraban aceptables las condiciones, pero hubo malestar por la cancelación del paro.Tiempo tienen para convocar más, en cualquier caso, pero eso sí, sabiendo que no se podrán hacer antes de Reyes.