La alcaldesa refuerza a Zamora y Merino sin tocar al resto

D. A.
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Martín delega Urbanismo en García Zamora, pero seguirá al frente del plan de Prado del Hoyo y mantiene el área de Patrimonio Histórico

La alcaldesa de Segovia, Clara Martín, durante la rueda de prensa que ofreció para informar de la reorganización del equipo de Gobierno. - Foto: Rosa Blanco

Clara Martín seguirá al frente del área de Patrimonio Histórico hasta el final del mandato a pesar de su reciente toma de posesión como alcaldesa de Segovia, el pasado 4 de junio, tras la marcha de Luquero «por motivos personales». La de Urbanismo, en cambio, la delega en Jesús García Zamora, que mantiene a su vez las que ya tenía de Economía y Hacienda, pero deja Desarrollo Económico y Empleo en manos de la concejala que ha entrado en la Corporación por la salida de Luquero, María Antonia Sanz, profesional sanitaria jubilada de larga trayectoria sindical en CCOO; y la portavocía del Grupo Socialista la asume en su lugar el concejal de Turismo y de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino. Como viceportavoces quedan el propio García Zamora y el concejal de Personal y Participación Ciudadana (entre otras funciones), Andrés Torquemada. 

Hasta ahí llegan los cambios que anunciaba Martín este jueves, seis días después de la toma de posesión de María Antonia Sanz, aunque hay matices dentro de una reestructuración que viene condicionada en buena medida por los apenas diez meses que quedan de mandato, con proyectos ya iniciados en diversas áreas que costaría más trabajo delegarlos a estas alturas. Por de pronto, aunque la alcaldesa no lleve Urbanismo, cuenta con seguir gestionando el proyecto más importante de esta área, y en buena medida del propio mandato, e incluso del destino económico de la ciudad: el desarrollo urbanístico de la futura área industrial de Prado del Hoyo, suelo privado llamado a acoger nuevas empresas y proyectos de los que se esperan miles de puestos de trabajo directos e indirectos. «Como alcaldesa hago seguimiento de todos los asuntos, y este que es de vital importancia para Segovia, evidentemente, habiéndolo dirigido durante tres años... No puedo dejar de lado esa responsabilidad, la compartiremos con el concejal delegado del área, Jesús García Zamora», explicó.

Pasa parecido, y en este caso también con matices importantes, respecto a las competencias de Desarrollo Económico y Empleo, porque, aunque éstas pasen a manos de Sanz, no será ella quien lleve el proyecto más controvertido de todos los que tiene el Gobierno municipal entre manos: el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial; o lo que es lo mismo, el edificio del CAT. Hasta ahora, durante todo el mandato, ha sido parte de las competencias propias de estas áreas, pero Martín relativizaba tal circunstancia este jueves: «El CIDE sigue siendo un proyecto que es de todo el equipo de Gobierno, que evidentemente quien dirige en este caso soy yo. Seguiremos haciendo seguimiento de todas esas cuestiones directamente desde Alcaldía y bueno, desde las áreas que corresponda en función del momento de implantación y desarrollo», señaló.

Asimismo, García Zamora, aunque deje de llevar oficialmente Desarrollo Económico y Empleo, seguirá ostentando la responsabilidad municipal en las mesas de diálogo social. Según la alcaldesa, porque «muchos de los asuntos que se tratan» en ellas «son parte de sus áreas más directas, tanto de Urbanismo como de Economía y Hacienda».

Por otro lado, preguntada por la prensa sobre los motivos por los que deja el área de Urbanismo, Martín destacó la dificultad de compatibilizarla con sus nuevas funciones como alcaldesa: «Necesita la misma dedicación que he desarrollado estos tres años, y asumiendo las competencias de Alcaldía es muy difícil. Sí que voy a mantener Patrimonio Histórico, que ya tiene una carga importante de trabajo con todos los fondos dedicados a regeneración urbana y los del Plan Impulsa Patrimonio (tres millones de ayuda europea para obras en la Muralla y la musealización del foro romano, entre otras actuaciones), pero Urbanismo... Es que no se puede asumir todo», justificó. 

«Por mucho que queramos hay que ser coherentes también, y dar también esa flexibilidad en la gestión a otros compañeros, que en este caso Jesús García Zamora tiene una forma de trabajar y unas competencias más que de sobra demostradas durante estos años para asumir esta área».Y también podría decirse que tiene tanto espalda como cintura para sobrellevar un área de gran desgaste político, más aún después de que la coincidencia de numerosas vacantes en la plantilla de esta área durante los últimos años haya elevado la demora en la concesión de licencias urbanísticas muy por encima de los plazos legales marcados, facilitando que la oposición intensificara sus críticas a Martín por ello; especialmente además desde el momento en que empezó a sonar como relevo de Clara Luquero. De hecho, aún hay vacantes por cubrir en el área administrativa, aunque menos que años atrás, y obras que impiden citas presenciales en la sede del área, si bien se esperan retomar «lo antes posible», matizó Martín.

Coincide por otro lado que con esta reestructuración vuelven a unirse las áreas de Hacienda y Urbanismo, igual que en mandatos pasados con el concejal que fuera número 2 hasta su salida en 2018, Alfonso Reguera, si bien éste también las simultaneó con la portavocía del Grupo Socialista, que ahora pasa a manos de Merino, quien tiene una dedicación exclusiva del 80% al Ayuntamiento. «Como secretario de Organización del partido a nivel local, puede asumirlo sin ningún tipo de problema», remarcó la alcaldesa. García Zamora, mientras, alterna su labor municipal con UGT, donde trabaja con cargo confederal. 

Merino y García Zamora, en cualquier caso, se afianzan como los dos concejales con más peso en el Gobierno municipal, aunque Marian Rueda (Deportes) y Raquel de Frutos (Seguridad) también tienen dedicación exclusiva.

MENOS PRESUPUESTO EN SUELDOS DE CONCEJALES. Precisamente con esta reestructuración se prescinde de una liberación del 90%, que equivale a un sueldo bruto anual de casi 50.000 euros. Es la que tenía Martín, que ahora es del 100% como alcaldesa, y deja vacante la anterior, ya que Sanz sólo cobrará las asignaciones fijas por asistencia a órganos de gobierno (200 euros por pleno, 100 por comisiones). Bajan por tanto los gastos en nóminas con el nuevo equipo de Gobierno, aunque en esta 'empresa', como en cualquier otra, uno sale más barato o más caro no sólo en función del sueldo que perciba, sino del rendimiento que ofrezca.