La lógica tropezó en el poste

D. A.
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El 'trámite' de sacarlo de la acera de San Gabriel con Vía Roma se ha alargado un año, con cinco interlocutores del ente postal durante una negociación en la que su coste osciló de 1.000 a 70.000 euros para quedarse al final en apenas 5.000

Poste de telégrafos en la nueva ubicación. - Foto: Rosa Blanco

El poste de Correos que quedó en medio de la acera al final de la calle San Gabriel con Vía Roma, junto a la glorieta de Melitón Martín, ya luce reubicado desde hace unos días, aunque después de un año de sorprendente zozobra para resolver lo que en un principio, al trascender el problema, se describió como «una cuestión de procedimiento administrativo» que causaría un retraso mínimo. Así lo explicaba el 22 de julio de 2021 la entonces alcaldesa, Clara Luquero, para justificar que se demorase la reapertura al tráfico de San Gabriel tras una mejora de su trazado que entonces ya estaba terminada. Por una vez no es que se hubiera conseguido culminar aquella obra viaria en plazo, sino con una antelación de mes y medio, ya que se ejecutó en dos meses y medio en lugar de los cuatro que se firmaron por contrato. Pero el adelanto se quedó en la práctica en unas dos semanas, y aún con el dichoso poste en medio de la acera como consecuencia de la modificación de esa curva. 

A bote pronto suena a retraso de récord por la evidente desproporción entre el bajo grado de dificultad de la obra en sí, que se ha limitado a quitar el poste viejo y poner otro nuevo apenas tres palmos más atrás, y el tiempo que ha requerido. No obstante, cierto es también que España brinda no pocos ejemplos de conflictos administrativos similares en los que a menudo se demoran las soluciones hasta la extenuación cuando chocan los intereses de los ayuntamientos con los de las compañías de servicios, ya sean de luz, de gas o de telégrafos como en este caso, en el marco de una ley que suele dar prioridad al interés general del suministro que se presta.

El conflicto empezó con la inclusión de la reubicación del poste en el proyecto de reforma de San Gabriel, en cuya documentación se preveía un coste de 1.271,51 euros para las arcas municipales, dado que no se contaba con cambiar ni el poste ni los cables. Sin embargo, ya con ese proyecto en marcha, Correos dijo que con eso no bastaba. Planteó elevar el presupuesto a unos 13.000, y meses después a 70.000, según el concejal de Obras, Miguel Merino, porque la compañía también quería soterrar el cableado, pero al final se ha mantenido al aire y la obra ha costado poco más de 5.000, después de una tediosa y guadianesca negociación en la que el edil asegura que el ente postal llegó a cambiar hasta en cinco ocasiones a su interlocutor técnico con el Ayuntamiento, cada cual con su criterio, para negociar esta actuación. Y entretanto, críticos comunicados de la oposición, preguntas y debates en pleno, declaraciones en ruedas de prensa a preguntas de los periodistas…

Obras de reubicación del poste de telégrafos.Obras de reubicación del poste de telégrafos. - Foto: Rosa Blanco

Resumiendo: ¿cómo es posible que se empiece a hablar de mover un poste por 1.000 euros, se dispare la previsión de gasto a 13.000, después a 70.000, vuelva a bajar a 5.000, y se haya necesitado un año para decidir cómo y dónde se reubica? Según responde Merino, el ente postal había dado el OK al primer planteamiento del Consistorio, que fue el que se incluyó en el proyecto de San Gabriel. Sin embargo, «cuando se licita la obra y se ejecuta, el interlocutor técnico de Correos cambia y dice que esa no es su opción, que hay que renovar equis metros de cables», relata. «Entonces nos piden unos 13.000 euros y decimos que sí, así que modificamos e incluimos esa sustitución de cable junto con la ampliación presupuestaria».

En ese punto andaba el asunto cuando trascendió, al pasar tal modificación de proyecto por el trámite público de aprobación en Junta de Gobierno Local y explicar entonces Luquero, el 22 de julio de 2021, que todo se debía a «una cuestión de procedimiento administrativo». Pero es que resulta que días después, con el proceso de modificación del contrato ya abierto, Intervención tumbó el plan acordado entre el Gobierno municipal y Correos por considerar que la citada ampliación presupuestaria suponía «una modificación sustancial de contrato», la cual exigía otra vía de tramitación más compleja y garantista. «Fue entonces cuando decidimos reabrir la calle dejando el poste ahí, y pusimos a cero el contador con Correos porque teníamos que volver a hablar», recuerda el concejal, con el matiz de que el ente postal «volvió a cambiar de técnico responsable».

Así acabó el verano, y fue ya en noviembre cuando se puso sobre la mesa la posible reubicación que costaba 70.000 euros. «La propuesta que Correos materializa formalmente y por escrito es el soterramiento de cables a costa de las arcas municipales, con nuestra posición en contra, porque no estábamos dispuestos a que se pagara ese dinero por mover un poste, habiendo otras muchas necesidades más importantes en la ciudad», alega Merino.

Llegada la pasada primavera, y ya con otro técnico de Correos como interlocutor con el Ayuntamiento, el ente postal aceptó la solución que finalmente se ha adoptado. Según el contrato firmado, exactamente por un coste de 5.460,25 euros con IVA incluido. Sin más… ni menos.

¿PARA QUÉ SIRVE ESTE POSTE? Telégrafos suena desfasado, pero fuentes oficiales de Correos explican que el de la calle San Gabriel "forma parte de la red de postes, canalizaciones y otras infraestructuras físicas que se han venido instalando a lo largo de la vida corporativa del Grupo Correos y que la filial Correos Telecom gestiona en su totalidad", con servicio hoy en día. "Es utilizado para la conectividad de oficinas y prestación de servicios IP sobre fibra óptica tales como telegramas, burofax, registro y envío instantáneo de documentos digitalizados a las Administraciones públicas de nuestro país (ORVE), trámites con la DGT, buzón digital, pago de recibos, conectividad de cajeros, etcétera", continúan. "Estos servicios, que siguen creciendo, constituyen la columna vertebral de la actual Sociedad de la Información, por la que el Grupo Correos, a través de su filial Correos Telecom,  evoluciona constantemente la oferta de productos y servicios para ciudadanos y empresas".