El Villarreal consiguió este martes un billete a los cuartos de final de la Copa del Rey al batir al Girona en Montilivi por 0-1 con un gol de Yeremy Pino, en un duelo en el que hizo valer su superioridad y volvió a la senda del triunfo tras los dos empates sumados en la liga contra el Granada y el Huesca.
El Girona dijo adiós a la Copa con su primera derrota de 2021 y la primera en Montilivi desde noviembre.
Unai Emery salió con Álex Baena, Fer Niño y Yeremy, todos nacidos en el siglo XXI, en ataque, y el descaro, el hambre y la ilusión de reivindicarse de los tres jóvenes atacantes allanó el camino del Villarreal hacia el triunfo.
Consciente de que la principal prioridad del Girona radica en luchar por el ascenso a Primera, Francisco Rodríguez reservó a sus dos laterales titulares (Jordi Calavera y Enric Franquesa), junto a muchas otras piezas clave, y el Villarreal halló un solar a la espalda de sus sustitutos, los jóvenes Yan Couto y Arnau Martínez, aún menor de edad.
El 0-1 llegó en el minuto 19, precisamente en una acción nacida en la banda derecha del ataque del Villarreal. Manu Trigueros, asistido por Baena, estrelló un duro disparo desde la frontal en el palo izquierdo del Arijanet Muric y Yeremy, atento, cazó el rechace en el área pequeña para marcar a placer. Fue su quinto gol del curso.
No habían pasado ni dos minutos cuando, en una acción muy parecida, Baena puso un centro perfecto al área para que Niño dejara la eliminatoria encarrilada y vista para sentencia, pero el cabezazo del '34' visitante, franco, chocó en el espigado arquero kosovar del Girona.
Antes de la media hora, el Villarreal, dueño y señor de la pelota, tuvo una nueva ocasión clara de gol en las botas de Trigueros, pero su chut, a pase de la muerte de Rubén Peña, se fue por encima del larguero de la portería local.
El ritmo del encuentro fue bajando progresivamente a medida que discurría la primera mitad, sobre todo desde que Yeremy tuvo que ser sustituido por unas molestias, y por mucho que el Girona intentara acercarse al arco de Gerónimo Rulli, bien protegido por su defensa.
Muy impreciso e incapaz de hallar el camino hasta Nahuel Bustos y Mamadou Sylla sin las brújulas de Samu Sáiz y Monchu, suplentes, en la primera parte el Girona solo pudo incomodar al Villarreal con un centro-chut envenenado de Yoel Bárcenas desde la derecha que el cancerbero argentino desvió a córner.
El cuadro gerundense dio un paso hacia adelante al salir del vestuario, con la certeza de no tener nada que perder, con la moral al máximo tras haber derrotado al Espanyol tres días antes y con la ilusión de alcanzar su techo histórico en la Copa, los cuartos de final del curso 2018-19.
El Girona acarició el gol con una bella chilena de Sylla y con un tanto anulado de Bustos por fuera de juego, y cercó al Villarreal en algunas fases de la segunda mitad, pero, con todo, la ocasión más clara de los segundos 45 minutos fue para el equipo visitante, en una acción en la que Francis Coquelin, solo en el punto de penalti y con Muric ya vencido, remató demasiado cruzado.