Ocho meses de WhatsApp entre una funcionaria y Luceño

EFE
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Una alto cargo del Ayuntamiento madrileño y el empresario intercambiaron mensajes en los que ella llega a sospechar de la estafa de las mascarillas y se nombra también a Martínez Almeida

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, está siendo muy señalado por el presunto caso de corrupción.

Entre marzo y noviembre de 2020, durante los meses más duros de la pandemia, una alto cargo del Ayuntamiento de Madrid y el empresario Alberto Luceño, investigado por estafa, se cruzaron un sinfín de mensajes para cerrar la compra de material sanitario con la que él y Luis Medina se habrían embolsado más de 6 millones de dólares.

Conversaciones que ocupan hasta 24 páginas del sumario de la causa que instruye el juzgado de instrucción número 47 de Madrid a raíz de la querella que interpuso Anticorrupción contra ambos empresarios y al que ha tenido acceso Efe.

A lo largo de esos mensajes aparece una alusión al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, el 26 de marzo de 2020, cuando Luceño pide a la coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Ayuntamiento, Elena Collado, que le envíe "los contratos firmados", y ésta le reclama que compruebe "si está todo correcto".

"Perfecto. Gracias. Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida", es la contestación de Luceño. "Pues he estado cinco horas con un material requisado y no me he enterado", responde la coordinadora, poniendo fin a la conversación de aquel día.

Tras conocer la mención en el sumario, Martínez-Almeida ha asegurado que efectuó una llamada a Medina para agradecerle su donación de 183.000 mascarillas.

En aquellos meses de conversaciones se dieron momentos de tensión entre los interlocutores, especialmente el 8 de abril, cuando la coordinadora le envía una foto a Luceño -que no se puede visualizar en el sumario- y escribe: "Por favor, llámame. Esto es lo peor que me ha pasado en mi vida".

"Elena, estoy con China. Ahora te llamo", responde Luceño, momento en el que Collado advierte: "Por Dios, dime algo, nos han estafado seguro"; y más tarde indica: "3,5 euros caja de 15 guantes".

Luceño se empeña entonces en tranquilizarla y asegurarla que le "confirman" que harán una transferencia en relación a una devolución al Consistorio. Collado le informa de que están mirando otro tipo de guantes, también de Malasia y, tras pedirle su interlocutor que espere, la responsable del Ayuntamiento le indica que "si pueden hacer la primera transferencia ya, mejor para todos".

Continúa la conversación en ese tono, en el que Collado se interesa por la cuantía de la transferencia e insiste en que necesita "algún papel" asegurando que la van a realizar, "aunque la hagan a las 3 de la mañana".

"Me muero de nervios", reconoce después la responsable del Ayuntamiento ante los intentos de Luceño de tranquilizarla, pero Collado llega incluso a asegurar que se va quedar despierta por la noche esperando la transferencia.

La controversia se extiende al día siguiente, cuando el empresario asegura que le exigen una carta oficial con el nombre y sello de la funeraria, comprador del material, un trámite que le exigen desde un banco de Malasia para "verificar que no sois una estafa y se está blanqueando dinero".

"Soy una persona que ayuda y dona y tú despierta desde las mil (...)", llega a quejarse Luceño.

Luego, la conversación entre ambos se centra en los problemas de logística y los trámites con los proveedores chinos para que lleguen en tiempo y forma los pedidos de los productos sanitarios -guantes, mascarillas, test...- y, especialmente, para que todo estuviera en orden y la mercancía no llegara a la persona equivocada.

Y también en la necesidad de realizar estos trámites en inglés, aunque sea utilizando el traductor de Google.

Incluso, se plantean la necesidad de confirmar que las mascarillas que les han llegado (esos mensajes son de abril) sean válidas para uso médico y, en un momento dado, dice que no se las entregarán al Samur hasta que estén debidamente analizadas.

El sumario también incluye correos electrónicos entre esta coordinadora municipal y Luis Medina, de contenido más bien técnico, sobre la disponibilidad de material del segundo y precio de venta.

También entre los dos empresarios, como uno del 27 de marzo de 2020; en el que Luceño escribe a Medina: "Enhorabuena amigo!!!!!! Con nuestros más y nuestros menos, te lo mereces. Ahora cabeza, ehhh? Abrazo fuerte".

Y el 31 de marzo (día en que cobran la comisión, según el informe de la Agencia Tributaria), Medina escribe en un correo a Luceño "Bien!!!!", a lo que este responde: "Pa la saca...".

En otro del 20 de abril aparece un desglose del contrato de las mascarillas. Según éste, las mascarillas enviadas al Ayuntamiento tenían un precio de coste de 2,4 millones de dólares y se vendieron por 6,6, dando un beneficio de 4,2 millones.

De estos, 1 millón va a Luis, 1 a Alberto, 1 a alguien llamado Lin Shin, 500.000 euros aparecen como epígrafe "donación" (no especifica si es la que también se hace al Ayuntamiento) y 700.000 como beneficio de la empresa Leno.