Carolina Darias llegó hace un año al Gobierno para pilotar Política Territorial, una de las carteras con mayor riesgo de implosión por la crisis catalana, pero contra todo pronóstico el punto de mira viró a Sanidad por la pandemia, donde ahora recala la canaria.
Nacida en Las Palmas en 1965, la sustituta de Salvador Illa siempre discreta y educada, no ha protagonizado salidas de tono en su año en el Gobierno, pero tampoco ha visto despuntar sus iniciativas ni su presencia mediática. Por imperativo presidencial tendrá mucha más visibilidad ahora como titular de Sanidad, una cartera en la que no entra de nuevas, porque lleva junto a Sánchez e Illa inmersa en la gestión de la crisis sanitaria todos estos meses.
Quienes la conocen destacan su amabilidad y que incluso la oposición reconoció su carácter dialogante en su etapa como presidenta del Parlamento canario, entre 2015 y 2019. Ese iba a ser su broche de oro en la política, ya que en 2019 decidió dar un paso atrás y no concurrir de nuevo a las elecciones autonómicas. Pero poco duró el paréntesis, porque el presidente Ángel Víctor Torres la llamó y la convirtió en consejera de Economía, un puesto desde el que en tan solo medio año saltó al Gobierno de España.
Ha pasado poco más de un año desde entonces y de nuevo Darias cambia de tercio, esta vez con el reto mayúsculo de gestionar la tercera ola de la pandemia, con los números de contagios desbocados, los hospitales sobrecargados y el plan de vacunación, que intenta alcanzar la velocidad de crucero para cumplir con las fechas, a pesar de que está encontrando en el camino no pocos contratiempos.
«La cogobernanza es el camino», no se ha cansado de repetir la canaria en estos meses de titular de Política Territorial y Función Pública en los que las comunidades autónomas han ido asumiendo más competencias en el control del coronavirus. Una enfermedad que ella sufrió en marzo, justo cuando el Gabinete de Sánchez decretaba el primer estado de alarma.
Conocida por su perfil técnico, Darias suma 20 años de militancia socialista, lo que garantiza al presidente del Ejecutivo que Sanidad seguirá pilotada por una persona de partido tras la vuelta a Cataluña de Salvador Illa.