Más de una decena de personas han sido detenidas en la mañana de este martes en Segovia en el marco de una operación contra el tráfico de drogas que ha desarrollado la Guardia Civil. Según ha podido saber esta redacción, se han practicado registros en los barrios de San Millán, San José, Nueva Segovia y el Cristo del Mercado y se ha incautado una cantidad importante de cocaína.

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Los detalles del dispositivo, que se encuentra bajo secreto de sumario, serán dados a conocer en las próximas horas o días por la Subdelegación del Gobierno, aunque El Día de Segovia ha sido testigo -entre las nueve y las diez de la mañana de este martes- de la detención de un hombre y una mujer en el número 20 de la calle Tomasa de la Iglesia, en San José, y de otro hombre en el número 122 de la calle José Zorrilla, a la altura del Cristo del Mercado. La Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) ha participado en un despliegue en el que se ha podido ver al jefe de la unidad antidroga de la Guardia Civil de Segovia, el sargento Miguel Ángel Barbero, que se reincorporó a su puesto en agosto del año pasado tras ser sometido a una investigación que posteriormente fue archivada.

Momento de la detención de un hombre y una mujer en la calle Tomasa de la Iglesia.

Esta operación contra el tráfico de drogas se añade a la que realizó la Policía Nacional el miércoles de la semana pasada, que permitió incautar unos cien gramos de sustancia, al parecer cocaína, distribuida una parte en bolsitas preparadas para su venta -además de en pequeñas ‘rocas- así como varias dosis de sustancia que pudiera ser hachís. También se intervinieron 8.000 euros, cinco vehículos de alta gama, teléfonos móviles, útiles para la preparación y manipulación de las citadas sustancias (básculas de precisión, bolsitas para preparar papelinas...) y una máquina para la confección de paquetes al vacío, en los que la sustancia estupefaciente se distribuía.

Estos dos dispositivos antidroga en menos de una semana han generado intranquilidad entre los vecinos. "Serían las nueve menos cuarto cuando ha llegado la Guardia Civil dando unos golpes tremendos", contaba a esta redacción una mujer asomada a la ventana de su casa en la calle Tomasa de la Iglesia. "Así no se puede vivir. Mi marido ya no se levanta del sofá de los nervios que tiene. Aquí hay trapicheo al máximo", continuaba su relato apenas un par de minutos después de que la Guardia Civil, con coches camuflados, hubiera abandonado la zona tras detener a al menos dos personas. Otra vecina prefería restar importancia a lo sucedido ("Drogas hay aquí y en la Plaza Mayor"), pero al mismo tiempo reconocía que "esto es así todos los días".

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