La Junta de Castilla y León se ha adaptado este lunes a la 'nueva estrategia de vigilancia y control frente a covid -19 tras la fase aguda de la pandemia' aprobada la semana pasada por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, lo cual conlleva la aplicación de un nuevo 'semáforo covid' con umbrales de riesgo más permisivos. Segovia, de hecho, estaba en niveles de riesgo alto y medio en incidencia de contagios acumulada en 7 y 14 días para la población general, mientras que ahora pasa a estar en riesgo bajo y, además, centrándose la medición únicamente en la población de más de 60 años.  

En el nuevo 'semáforo covid' sí se contempla la población general en otros indicadores, tales como las tasas de ocupación hospitalaria en planta y UCI, o de nuevos ingresos en 7 días, y Segovia se mantiene también en esos casos en umbrales de riesgo bajo o incluso de nueva normalidad.

Fue ya el martes de la semana pasada cuando la Comisión de Salud Pública (órgano estatal con representantes de las comunidades) aprobaba una actualización de la estrategia de vigilancia y control por la que la realización de test de detección se limita a personas con síntomas graves, vulnerables (mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas) o que trabajen en centros sanitarios o sociosanitarios. Así, al hacer las pruebas diagnósticas sólo a personas vulnerables, ni siquiera caben indicadores de contagios para la población general.

Lo que más peso tiene ahora en la vigilancia y seguimiento de la evolución de la pandemia son los indicadores de presión asistencial, y fundamentalmente los ingresos hospitalarios en planta y UCI, que ya estaban en Segovia en umbrales de nueva normalidad incluso tomando de referencia los del viejo 'semáforo covid'. Y así, sin haber dado realmente carpetazo oficial a la sexta ola, se da un paso clave en la progresiva 'gripalización' de la covid.