No hay lista de regalos de una comunión, cumpleaños o época navideña en la que falte la referencia a un teléfono móvil entre los más pequeños de la casa. Y, a tener de las cifras, esta demanda suele tener una alta tasa de efectividad. Siete de cada diez menores de entre diez y quince años de Castilla y León ya tienen un teléfono móvil particular. Todo ello a pesar de que la mayoría de aplicaciones sociales como Instagram, Whatsapp, Tik Tok o Facebook establecen entre los 13 o los 16 años la edad mínima para registrarse. En cifras absolutas supone que casi 90.000 de estos jóvenes de la Comunidad han logrado despegarse del «mamá déjame el móvil» para poder contar con uno propio. «Por suerte, los padres cada vez son más conscientes de los riesgos y esperan un par de años más que antes, pero aún es insuficiente porque solamente retrasan dos años los problemas», reconoce David Cortejoso, secretario del Colegio de Psicología de Castilla y León, que avisa a las familias de que los móviles «no son un regalo adecuado para los menores de 14 años, ni de 16 con acceso a internet». «Es muy tentador hacer este tipo de regalos cuando llega la época de las comuniones, pero no es una edad adecuada para ello».
No obstante, tal y como refleja la última Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares publicada por el INE con datos de 2022, existen notables diferencias a la hora de acceder a estos dispositivos en función del tipo de hogar. Así, mientras el 85 por ciento de hijos únicos –hogares de tres miembros– de entre diez y quince años tienen un móvil propio, la cifra cae notablemente hasta el 35% en el caso de una familia con tres menores.
A grandes rasgos, esto supone que los hijos de familias numerosas de Castilla y León tienen 142% menos de posibilidades de acceder a un smartphone que aquellos de hogares mucho más reducidos. El Instituto Nacional de Estadística también desvela disparidades con respecto a los casos en que se trata de dos progenitores y dos hijos, en cuyo caso el porcentaje de menores que tienen un teléfono móvil escala hasta el 67,4%, casi el doble que las familias numerosas, pero igualmente muy por detrás de los hijos únicos.
En cualquier caso, Castilla y León se encuentra ligeramente por encima de la media española (69,5 por ciento) en la tasa de jóvenes de entre 10 y 15 años con un móvil, pero muy lejos de comunidades como Extremadura, Castilla-La Mancha o Canarias, donde la cifra supera ampliamente el 75%. «Algunos padres ponen como excusa que llevan a sus hijos a alguna clase extraescolar al otro lado de la ciudad y quieren tenerlos localizados. Pero una cosa es un teléfono y otra es un smartphone con acceso a internet; y precisamente lo que menos quieren los niños es estar controlados mediante llamadas», explica el psicólogo del Copcyl.
Principales riesgos
La polémica relación entre jóvenes y medios digitales no hace más que acrecentarse con el paso del tiempo por la urgencia de los más pequeños en acceder a estos dispositivos. Y no es para menos, dados los riesgos que puede entrañar en estas edades el acceso sin control a las redes. Desde elColegio de Psicología de Castilla y León sitúan entre los peligros más habituales a los que están expuestos los menores en Internet el grooming o acoso sexual por parte de un adulto al hacerse pasar por alguien de la misma edad que el niño; el sexting, que es el envío de imágenes o vídeos de carácter sexual; el acceso a contenido inapropiado como violencia, pornografía, apuestas o retos virales peligrosos; y el robo de datos y contraseñas. Por su parte, el ciberbullying también continúa siendo uno de los problemas más graves entre los niños. Precisamente, en esta línea, la Consejería de Transformación Digital de la Junta publicó esta semana, con motivo del Día de Internet Seguro, una videoguía para promover un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre menores y jóvenes. En cualquier caso, el secretario del Copcyl aconseja seguir la regla de las dos 'R': «Retrasar el acceso a esta tecnología y restringir su uso mediante unas normas claras».