Afrontar la incertidumbre

María Jesús Álava
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El buen ánimo es la mejor medicina natural para pasar una situación inusual o amenazante que se escapa del control personal y causa temor

Lo que empezó afectando a una región en China se ha terminado convirtiendo en una pandemia global. Muchas personas se debaten entre las dudas, la incredulidad, el miedo y la sensación de que algo ha venido a trastocar nuestras vidas.

Desde la psicología, es importante transmitir una serie pautas y recomendaciones, que nos ayuden a todos en esa extraña realidad que estamos viviendo.

Hay muchas personas que tienen miedo, aunque no padezcan la enfermedad. En efecto, muchas de ellas se encuentran en un estado de alerta permanente y, con frecuencia, sienten nerviosismo, tensión, dificultades de concentración, respuestas fisiológicas intensas como pueden ser la  hiperventilación, sudoración, aumento del ritmo cardiaco…), problemas de sueño, cansancio generalizado... Estos síntomas están provocados por sus miedos, y no por su enfermedad.

 

¿Qué hacer cuando se sienten mal, preocupados, angustiados...?

- Tienen que tratar de ser conscientes de que tienen una serie de pensamientos que son los que generan su malestar.

- El siguiente paso será detectar y contrastar esos pensamientos con la realidad. Un ejercicio muy útil es escribir lo que están pensando, de forma literal. A continuación, escribir cómo se sienten a nivel fisiológico (tensión muscular, cansancio, sudores, palpitaciones) y, por último, escribirán la emoción que tienen en esos momentos (angustia, miedo, ansiedad).

Una vez detectados esos pensamientos, nos preguntaremos en qué realidad se fundamentan, qué datos fiables los avalan y si realmente no hay otras alternativas, otros pensamientos que se correspondan más con la verdad.

- Evitaremos estar constantemente viendo noticias sobre el tema que nos preocupa y nos centraremos en una acción, en el trabajo o en una rutina.

 

¿Cómo podemos cuidar mejor?

- Trabajando nuestra actitud, alimentando un el refuerzo positivo y objetivo que nos llene de fuerza y de ánimos.

- Realizando todos los hábitos saludables: hábitos de higiene y de prevención, de acuerdo a las recomendaciones sanitarias. Pero también hábitos de sueño, alimentación y ejercicio, que nos llenen de energía y vitalidad.

- Escuchando solo fuentes oficiales, de los expertos de Sanidad, colegios profesionales o la Organización Mundial de la Salud (OMS).

- Centrándonos en ayudar a las personas de nuestro entorno. Ayudar a los demás será nuestra mejor terapia ocupacional.

 

Qué hacemos si pertenecemos a una población de riesgo, según indican las autoridades sanitarias.

- En todo momento, seguir las instrucciones, recomendaciones y medidas de prevención que promulguen las autoridades competentes en el caso.

- Intentar ser realistas con la situación. No magnificar, pero tampoco trivializar los riesgos.

- Si nos recomiendan medidas de aislamiento, tengamos muy claro que por nuestra salud, y por la de las demás personas, debemos actuar con disciplina y seguir el protocolo.

 

¿Cómo se afronta una situación de aislamiento?

- Hay que ser muy conscientes de que en esa situación podemos sentir estrés, ansiedad, soledad, rabia, frustración, enfado, y también aburrimiento…

- Estas emociones pueden persistir incluso después de terminar el período de aislamiento.

- La principal ayuda será establecer una rutina llena de acciones: higiene y aseo personal, horarios de comidas y descansos, aprovechar para realizar actividades que habitualmente no tenemos tiempo: lectura, oír música, ejercicios intelectuales, ver la televisión, documentales, escribir… y recordar, si nos vienen pensamientos catastróficos, que hemos salido muchas veces de otras situaciones donde nos sentíamos mal.

El buen ánimo será nuestra mejor medicina natural.