Reinventarse o cerrojazo

A.M.
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Diversos sectores han apostado por cambiar sus formas de comercialización o por diversificar los servicios al cliente, reduciendo gastos ante la bajada de ingresos

Nestor Fernández - Foto: Rosa Blanco

Los informes económicos, como los realizados por el Banco de España, ponen de relieve que la evolución adversa debido a la crisis de la pandemia habría tenido una incidencia más acusada en el segmento de las pymes y, sobre todo, en aquellas que desarrollan su actividad en los sectores más afectados.  Más gráfico lo podemos apreciar en las tradicionales calles comerciales  donde aumentan los locales vacíos, mientras que también comienzan a retirarse las grandes franquicias de ropa.  Al cierre de marzo Segovia registró 2.686 personas en ERTE. 

Con un horizonte suavizado por la vacunación contra la Covid-19,  que genera confianza en un despegue, no se descartan reestructuraciones de plantillas ni que algunos establecimientos vayan a poder levantar las persianas, principalmente en sectores derivados de los servicios, como el hotelero y el de hostelería, del que dependen otros indirectos.   

En este entorno, muchos empresarios segovianos hacen lo posible por sobrevivir a base de cambiar sus fórmulas de comercialización o de apostar por nuevas vías, incluso nuevos negocios, tratando de equilibrar los gastos con la reducción drástica de ingresos.  

Laura Tapias Laura Tapias - Foto: Nacho ValverdeEn estas cuatro historias, sus protagonistas nos hablan de descensos en la facturación desde un 70 a un 80% en una empresa dedicada a la organización de grandes, o a la hostelería, cuando no se permite la apertura del interior, a más de un 50% en la creación de moda o en la venta de productos con marca de garantía. 

La protección de los expedientes de regulación de empleo han ayudado , hasta el punto de que son los responsables de los negocios, autónomos, quienes se ponen al frente, trabajando doce horas diarias o dispuestos a servir un pedido en domingo. 

Ha sido la imaginación la que ha tenido que trabajar para salir de la depresión de una situación provocada por un virus que llegó sin avisar, pero que ha cambiado la vida a muchos, además de quienes han perdido a sus seres queridos o se han visto afectados por los contagios. 

Roberto Correia y Gabriel FernándezRoberto Correia y Gabriel Fernández - Foto: Rosa BlancoA Nestor Fernández, director en Trackter Eventos Especiales, ahora en baja, le atraía la cerrajería, que aprendió a raíz de realizar un curso de formación, y ha sido esta actividad la que le proporciona ahora parte de su trabajo a base de poner dificultades a los cacos o de aliviar a quien se ha dejado las llaves dentro de casa. 

Laura Tapias tuvo que cerrar dos tiendas en Madrid, dedicadas a la moda y a complementos en madera, albergadas en sendos centros comerciales, los primeros espacios en reducir los aforos, pero ha ampliado su negocio y ha abierto ya un establecimiento en Valladolid, para impulsar la moda, después defabricar equipos de protección para sanitarios. 

Mientras que Luis Matarranz, acostumbrado a despachar a turistas, ha logrado fidelizar a los clientes locales, los hosteleros Gabriel Fernández y Roberto Correia aprovechan espacios al aire libre para poder rentabilizar el negocio y trabajan la comida a domicilio.

 

De los grandes eventos a la cerrajería de urgencia

Trackter Eventos Especiales es una empresa que da soporte a eventos  y espectáculos de toda España con actividades de ‘team building’, montaje de carpas, infraestructuras, alquiler y venta de robots y tecnología robótica, entre otros. Con 14 empleados fijos, ahora en ERTE, llegaba a movilizar hasta 300 empleos eventuales desde monitores a auxiliares. Su facturación se ha reducido entre un 70 y un 80%. 

Luis MatarranzLuis Matarranz - Foto: Rosa BlancoSus responsables se fueron adaptando a las necesidades,  alquilando máquinas de ozono de las que utilizaban en eventos o carpas para apoyo de hospitales o centros médicos, así como para terrazas de hostelería. Pero hubo que reinventarse, derivando posteriormente al mundo online con actividades de entretenimiento y de  trabajo en equipo y desarrollando online acciones como catas de cerveza, vino o queso de forma telemática, hasta concursos de televisión del formato de 'Quien quiere ser millonario' o 'Pasapalabra' a ‘escape’ room virtual. Fernández afirma que «esa es la adaptación que hemos tenido que hacer, antes no había demanda para ello, todo el mundo quería hacer un ‘team building’ de forma personal».  Otras proyectos, dentro de los protocolos Covid, son eventos para este año, con un presupuesto más corto, debido a aforos limitados, como bodas, aunque de 300 pasen a 30 invitados. «Intentamos cerrar más el círculo para que ese cliente que quiere un evento pueda llevarlo a cabo con nosotros sin necesidad de contratar con varios proveedores», matiza. 

Dentro del grupo, como novedad, han creado una empresa nueva de cerrajería urgente, en lo que se había formado Fernández, introduciendo cerraduras domóticas, de acceso a través del teléfono móvil, aparte de las de llave pero de alta seguridad, con el fin de que los métodos tradicionales que utilizan los cacos, como el bumping o el ganzuado no les sea tan fácil entrar en una casa.

 

Cierre de tiendas y una  apuesta por los epi 

Ala empresaria Laura Tapias, que comenzó elaborando accesorios de moda en madera, en el Real Sitio de San Ildefonso bajo la marca Lauwood, la pandemia le obligó a cerrar dos tiendas que tenía abiertas en centros comerciales de Madrid, viendo cómo caía su facturación en más de un 50%. Su reacción no fue el desánimo sino que, tras comprobar que existía una gran necesidad de productos de protección sanitaria, en un mercado copado por China, creó nuevas líneas de trabajo por su facilidad para adaptarse a estos procesos produtivos, acostumbrada a la confección. 

Desde Lauwood-Healthcare, sin salir de su entorno, un palacete de finales del XIX de  Patrimonio Nacional, pasando de 15 a 40 empleados, comenzó con un negocio de fabricación de mascarillas quirúrgicas 2R (con filtración al 99,98%) y batas de altas prestaciones, así como buzos, pijamas y calzas para el sector sanitario –certificados por AITEX y licencia de la Agencia Española del Medicamento–, que también exportan al extranjero, abriendo una filial en Inglaterra. También están dotados con un laboratorio de investigación, con el fin de mejorar y certificar productos.

Vicepresidenta de la Asociacion para el Desarrollo del Sector Textil y la Moda en Castilla y León, muy «tocado», quiere contribuir a darle un empujón en la Comunidad, incluso ha abierto una tienda en la calle María de Molina, en el centro de Valladolid. Este año ha creado otra marca, Lauwood Ortofarma con el fin de facilitar el acceso de ciudadanos de pequeños municipios a productos básicos de ortopedia a que pueden mejorarles la salud y hacerles la vida más fácil. Ha abierto una tienda con productos de primera línea de cuidados e higiene para personas mayores y dependientes, además de investigar en otros para que la ortopedia básica esté elaborada con materiales muy ligeros que absorban sudoración, antibacterianos y a la vez tengan una buena estética. 

 

‘Delivery’,  nueva terraza  y el personal en ERTE 

Gabriel Fernández, uno de los responsables del bar-restaurante 'Alma Nostra', junto con su marido, Roberto Correia, tiene a sus 19 empleados en ERTE, abren a las nueve de la mañana y cierran a las diez de la noche, aunque mantienen hasta las once el servicio de reparto de comida a domicilio  (delivery). En enero tuvieron que cerrar el restaurante que habían abierto en Oporto  y ahora, desde su nuevo establecimiento en el antiguo Palacio de la Floresta, atienden al público en terraza. Como con seis mesas no les daba para sobrevivir, al no poder ampliar debido a que hay zona verde de ORA, por lo que han abierto otra nueva en un patio interior del establecimiento, con ocho mesas más.  Cuando las medidas contra la Covid-19 les obligan a tener cerrado el interior, el popular local deja de facturar entre un 70 u 80%,  si se autoriza a abrir, aunque con aforo reducido, las pérdidas se quedan en el 25%. 

Los gastos se han reducido en parte negociando  con el casero bajar el precio del alquiler y trabajando los dos responsables, incluso Roberto sale también de la cocina para servir mesas.  Aunque el servicio ‘delivery’ les proporciona el 20% de facturación, sobre todo en días de lluvia, Fernández ve inconvenientes como los gastos del repartidor y de la vajilla desechable. Además, considera que el hecho de que haya municipios con índices más bajos de contagios que siguen con el interior de los restaurantes abiertos está provocando que muchas personas opten por acudir a ellos.   

Después de cerrar su negocio en la calle de San Francisco, abrieron a finales de julio en su actual ubicación. Fernández asegura que, con las medidas sanitarias, «cuando estamos abiertos funciona para no perder, dentro de las limitaciones, pero cerrados [los comedores] vamos a pérdidas; teníamos unos objetivos mínimos de facturación para cubrir gastos fijos y con el toque de queda  tampoco damos cenas, que es fundamental».

 

Fidelización de los clientes locales 

Si no hay ingresos hay que reducir gastos. Luis Matarranz, responsable del establecimiento Tierra de Sabor Club Selección Segovia, del que dependen tres familias –la suya como autónomo y la de dos empleados–, lo resuelve a base de abrir menos horas, cerrando por las tardes y los domingos, acogiéndose a ERTE parciales y fidelizando a clientes locales, cuando una buena parte del negocio venía por el turista, que ahora no visita la ciudad debido a los cierres perimetrales. Su facturación en relación a un año normal se ha reducido en más de un 50%. Matarranz centró su estrategia en «volcarse» con el público de Segovia, fomentando el producto local, recibiendo buena respuesta. Subraya que parte con la ventaja de que, si el cliente quiere un vino excepcional, le encuentra pero también puede llevarse otro de precio más bajo o productos de consumo diario, como lentejas, judías, chocolate, aceite, vino, pan o agua. 

Además de emplear las redes sociales para su promoción, desde whatsapp o Facebook o plataformas de marketplace, ha fomentado el servicio puerta a puerta, entregando en domicilio, aunque permanezca cerrado, incluso en la provincia, y realiza envíos a toda España. «Es un poco lo que nos ha salvado», asegura Matarranz, «si la tienda está cerrada, la actividad continúa, ahora con el Día de las Madre ya tenemos encargos para repartir». También aprovechó las navidades visitando empresas y particulares, para ofrecerles lotes especiales, otra de sus líneas de venta con la que se ha ido defendiendo y «sobreviviendo». 

Luis Matarranz afirma que , «pensábamos que lo del turismo iba a ser para siempre, por suerte tenemos a los clientes de Segovia que nos han respondido, desde siempre vendíamos pan; por contar con un comercio en la Calle Real nos catalogan a veces como tienda de turistas, pero hay que promocionar otra parte del negocio».