Ante las altas probabilidades de lluvia, tras la misa de despedida en su Santuario, la Cofradía ha decidido subir a la imagen de la patrona de la Ciudad y Tierra a bordo de un vehículo, aunque ha tenido parada en la iglesia de San Miguel. Son ya cuatro años, porque en 2019 se suspendió debido a la lluvia, luego le han seguidos dos años de crisis sanitaria y éste que, pese a la normalidad, se ha aplicado el protocolo ante inclemencias metereológicas.
Desde la iglesia de San Miguel ha sido traslada en andas por la Plaza Mayor hasta la Catedral, donde comenzará el novenario, mañana, recibiendo en el trayecto los honores de una unidad de alumnos de la Academia de Artillería, en presencia de la corporación municipal y de las autoridades civiles y militares. A la salida del templo, donde ha permanecido una hora y media, un grupo de dulzaineros ha entonado el himno nacional, mientras que Rita San Romualdo, del grupo La Esteva, también a la dulzaina, ha tocado el himno de los Reyes Católicos. Al llegar a la puerta de la Catedral, la Unión Musical ha interpretado de nuevo la Marcha Real, después de que hayan bailado dos piezas los miembros del grupo La Esteva.
Una vez en la Catedral e incensada por el dean, los bomberos, como es tradicional, han procedido a entronizarla, cerrando el acto con unas palabras el obispo de la Diócesis, César Franco.