Mansour como principio y fin de la actuación de la Gimnástica Segoviana en Langreo. El central senegalés resumió las virtudes y defectos del equipo de Manu González esta tarde. Representó junto a Javi Marcos la solidez de los suyos durante la primera parte y, en el segundo acto, falló en el gol del conjunto asturiano y anotó el que sirvió para rescatar un punto en un partido que confirma el estupendo comienzo de temporada de la Segoviana.
Convertido en recuerdo muy lejano el descalabro del descorche del curso ante el Unión Adarve, la nueva Segunda RFEF parece estar al alcance del equipo gimnástico, atormentado en las tres presencias de su historia en la extinguida Segunda División B. Ahora se ha sacudido complejos y ya empieza a cosechar los elogios de los rivales. Sin ir más lejos los del entrenador de un Langreo que acarició el ascenso la campaña pasada, había ganado en este sus dos partidos en casa y que hoy no logró someter durante muchos minutos a la Segoviana, firme hasta que un traspié amenazó con mandarle a la lona.
La alfombra roja desplegada por Mansour a Dorian en el 1-0 estuvo a punto de derribar la fortaleza construida por el técnico gimnástico. En los momentos posteriores a esa acción, el Langreo tuvo una tarjeta con crédito ilimitado para apuntar a la portería de Carmona. Pero perdonó. Eso y las ganas de redención de Mansour desembocaron en las tablas gracias a un cabezazo del senegalés a la salida de un córner en el que el equipo asturiano cometió el pecado de recibirlo con un cambio de cromos ordenado desde el banquillo.
Antes de los fuegos artificiales que fueron los goles, el Langreo y la Segoviana se desafiaron pero sin querer enseñar sus cartas. En ese tramo de miedos más que de valentía, la Gimnástica tuvo no obstante algo más de labia que su rival y Manu y Álex Conde se citaron con el gol sin llegar a culminar el idilio. Carmona, en cambio, permaneció inédito salvo un culebreo de Junior en el amanecer del partido.
En un calendario que no ofrece treguas y la memoria de un triunfo dura 24 horas, el reto de desperezarse lo afrontó la Segoviana sin Cidoncha ni Szymanowski, dos de sus próceres. En ese trance emergió la figura de Nogueira, gigante de principio a fin en Langreo. Influyente en todas las zonas del campo, el centrocampista madrileño fue de los más finos con el balón y también tuvo quite. Lució hasta en el epílogo, marcado además por los cambios de Manu González, que reclutó a Rui, Borao, Juan de la Mata, Dani Arribas y Adeva y dio un nuevo aire a su equipo. Aunque nadie tuvo tantos focos como Mansour, ocaso y luego luz de una Segoviana que empieza a ilusionar más de lo que muchos habrían pensado.
Ficha técnica:
UP Langreo: Adrián Torre, Ebea, Cristian, Alain, Álvaro; Lavsamba, Juan López, Jorge Hernández (Amores, m. 69); Júnior (Nacho, m. 69), Jandro (Mathieu, m. 78) y Dorian.
Gimnástico Segoviana: Carmona; Adrián (Borao, m. 72), Javi Marcos (Rui, m. 72), Mansour, Rubén; Manu (Juan de la Mata, m. 63); Nogueira, Álex Conde, Javi Borrego (Dani Arribas, m. 72); Rafa Llorente; y Nanclares (Adeva, m. 63).
Goles: 1-0, m. 58, Dorian; 1-1, m. 78, Mansour.
Árbitros: Ruiz Rabanal, del Comité Vasco, auxiliado en las bandas por Aostri Durán y Fontecha Márquez. Amonestó a Alain por el UP Langreo y a Nogueira por la Gimnástica Segoviana.
Incidencias: Alrededor de 700 aficionados presenciaron el encuentro en el Nuevo Gandazábal.