Seis semanas después de que asegurara a los británicos que estaba capacitada para "capear la tormenta" que dejaba tras de sí Boris Johnson, Liz Truss ha presentado este jueves su dimisión como primera ministra, una vez que no ha podido resistir las presiones externas, pero especialmente las que llegaban de su partido. Se trata de la quinta mudanza que sufre Downing Street en casi siete años, todas ellas correspondientes a líderes del Partido Conservador.
Ahora se abre la puerta a varias posibilidades, entre ellas la del exministro de Hacienda Rishi Sunak; la del ministro de Defensa, Ben Wallace; la de la líder tory en la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt; la de la efímera exministra del Interior, Suella Braverman, o la más sorprendente, la del propio Johnson, favorito entre la militancia, según una última encuesta.
Quien está ya descartado es el ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, el elegido por Truss para revertir sus propios planes económicos y acabar con prácticamente todos los recortes de impuestos establecidos en el desdeñado mini presupuesto, después de que él mismo se haya encargado de anunciarlo poco después de que se conociera que habrá pronto nuevo inquilino en el 10 de Downing Street.
Rishi Sunak y Penny Mordaunt
El exministro de Finanzas, que quedó por detrás de Truss en la anterior carrera para remplazar a Johnson, parte ahora como favorito, según las casas de apuestas británicas. Sunak fue uno de los que recriminó el plan económico "de cuento de hadas" que la primera ministra tenía intención de poner en marcha.
Si bien ganó en todas las rondas de votación entre los parlamentarios para ocupar el liderazgo de los conservadores, está por saber si el papel clave que de desempeñó en la salida de Johnson le puede pasar factura.
La siguiente en la lista es la líder conservadora en la Cámara de los Comunes, tercera en aquella votación para remplazar a Johnson. Antigua ministra de Defensa, Mordaunt es una de las figuras del partido a la que han pedido que dé un paso al frente para revertir la caída en picado de los tories.
Ben Wallace y Suella Braverman
Por su parte, está por ver si Wallace, una de las figuras más respetadas del partido, estaría dispuesto a asumir el liderazgo después de meses de haber descartado dicha posibilidad. "Quiero ser el ministro de Defensa hasta que termine. Me encanta mi trabajo y tenemos más por hacer", dijo en su momento.
En lo que respecta a Braverman, ella fue la primera en declarar que se presentaba a liderar el Partido Conservador incluso antes de que Johnson renunciara arrinconado por varios escándalos.
Reconocida por los sectores más duros del partido por su defensa a ultranza del Brexit y de las políticas migratorias más restrictivas, este miércoles presentó su dimisión tras saltarse los protocolos de seguridad al enviar un correo electrónico "parte de un compromiso político" sobre migración a otro parlamentario.
12 años de inestable mandato conservador
Esta cascada de mudanzas en Downing Street arrancó en 2016 con el entonces primer ministro, David Cameron, que dimitió después de que una mayoría de británicos respaldase en referéndum la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en contra del criterio del Gobierno.
Su salida dio paso a un proceso de primarias en el que los tories ascendieron a la ministra del Interior, Theresa May, que duró tres años en el cargo. En ese tiempo, logró revalidar la mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes, pero la inestabilidad derivada de las negociaciones del Brexit y la división interna terminaron forzando su dimisión.
May llegó a superar una moción de censura interna antes de verse abocada a renunciar al cargo, una experiencia similar a la que terminaría viviendo su sucesor en Downing Street, Boris Johnson, que tras años como eterno aspirante logró el cargo de primer ministro en julio de 2019.
Johnson amplío la mayoría tory en la Cámara de los Comunes, pero la sucesión de polémicas, entre ellas la celebración de fiestas durante la pandemia de COVID-19 en dependencias del Gobierno, llevaron a sus compañeros a darle la espalda. El exalcalde de Londres dimitió tras una cascada de renuncias dentro de su gabinete.
Johnson compareció el 7 de julio para anunciar que se iba, dando inicio así a un proceso de sucesión que culminó dos meses más tarde con la victoria de Liz Truss, antigua ministra de Exteriores. Su perfil continuista se ha agotado en apenas mes y medio, tras unas semanas marcadas por dudas sobre la gestión en el ámbito económico.
En esta ocasión, el Partido Conservador se ha marcado que el proceso de relevo sea más rápido. El Comité 1922, responsable de gestionar este cambio, espera tener un resultado antes del 28 de octubre, en algo más de una semana.