Pocas presentaciones hay que hacer de Antonio de la Torre, porque los números cantan: 14 nominaciones a los Goya y dos cabezudos (uno a mejor actor de reparto y otro protagonista), además de multitud de galardones. A pesar de ello, a este simpático andaluz no le importa trabajar en papeles más cortos, como sucede con su participación en Historias para no contar, de Cesc Gay. 

¿Qué le hizo formar parte de esta película coral, cuando usted ha hecho ya tantas veces de protagonista? 
Yo me apunto a todo, incluso a bautizos y comuniones, y he hecho más papeles cortos anteriormente, por ejemplo, en El autor, de Manuel Martín Cuenca. 

¿Qué arriesgado es usted, no?
 Bueno es que hablamos de Cesc Gay, que es una garantía. Me dijo que serían dos semanas en Barcelona, entre ensayo y rodaje. Y ese poco tiempo me pareció colocable en mi agenda de vida, estábamos en pandemia. 

¿Cuándo uno actúa en una comedia como esta llega más relajado a casa?
Me hace gracia la pregunta porque me ha contado Cesc que algunos compañeros tuyos le han dicho que me había sacado muy relajado en Historias para no contar. Yo creo que esa era la idea de Cesc, que todos pareciéramos muy naturales. 

En Historias para no contar, la amistad queda en entredicho. ¿Contamos todo a los amigos?
Yo creo que siempre ocultamos algunas cosas.

No me cabe duda que la historia que comparte con Brendemühl es la que más se va a recordar de este filme.
No sé, no lo tengo claro porque la de Anna Castillo es muy simpática. Es cierto que en la nuestra manejamos un tema que había que tratar con mucha sensibilidad y, de hecho, fue fundamental que estuviera Eva Reyes, que está maravillosa. Esta historia hubiera sido un despropósito si ella no fuera una actriz transgénero. 

Y profundizando en vuestra historia. ¿Darías a un amigo un consejo de índole sexual, como aquí?
Sinceramente no lo sé. Supongo que depende del amigo y del grado de amistad.

La naturalidad preside su actuación, pero no sé si había trabajado antes con Brendemühl, que está en las antípodas de lo que usted transmite porque su presencia es siempre algo inquietante, haga lo que haga.
Es cierto que Álex tiene una energía curiosa. Yo le descubrí y admiré en Las horas del día. Me pareció una interpretación prodigiosa. No había coincidido con él en ninguna película, yo creo que cada uno debe aprender y aceptar sus limitaciones. 

Va a presentar este año la gala de los Goya. ¿Cómo acepta este reto?
No puedo hablar apenas del tema, pero efectivamente es una mezcla de orgullo. Te sientes halagado de que otros compañeros de profesión te hayan elegido para este encargo. Lo veo como un reto, aunque tengo la suerte de que este año ha sido buenísimo para el cine español.