La imagen y el prestigio de un país, junto con la seguridad jurídica, la libertad, el régimen político y económico conforman los mayores valores y principales atractivos para que los inversores extranjeros pongan su foco y confíen su dinero a la hora de decidir implantar su empresa en una nación diferente a la suya.

España es, actualmente, uno de los Estados a nivel internacional que goza de mayor prestigio para los empresarios foráneos y, de hecho, la inversión de este colectivo se ha recuperado tras la crisis y solo en 2021 creció un 4,7%, según un informe elaborado por el Ivie. 

La recuperación económica está marcando el termómetro de desarrollo y, como se puede observar en el Barómetro del clima de negocios realizado por ICEX-Invest in Spain, el 93% de las compañías extranjeras que operan en el país aseguran que tienen previsto mantener o, incluso, aumentar sus inversiones este año en España, por encima del 90% del curso pasado, al tiempo que el 94% confía en consolidar o incrementar sus plantillas, por encima del 88% que ya lo hizo en 2021.

Uno de los aspectos más interesantes para los emprendedores internacionales es que España mantiene el mismo trato fiscal, laboral y de oportunidades a las sociedades nacionales que a las foráneas, lo que supone una seguridad que nos sitúa en el puesto número de 20 del ranking de países más atractivos para invertir tras la pandemia, según el índice publicado por el IESE.

Los analistas coinciden en que, ciertamente, España goza de un gran prestigio para los inversores internacionales, aunque con sus fortalezas y debilidades, y alertan de que se trata de una carrera de fondo en la que hay naciones como Portugal que están marcando una pauta muy importante. De hecho, la inversión extranjera en el país luso batió su récord en 2021, con 2.700 millones de euros. 

Desde el Gobierno, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, lanzó antes de la invasión de Ucrania por Rusia un mensaje muy positivo al señalar que España está ya en fase de plena recuperación «como confirman los indicadores económicos y con buenas perspectivas de futuro» gracias al despliegue que supone la llegada de los fondos europeos.

Sobre este punto, se ha consultado a las empresas sobre la importancia que tiene para su actividad el acceso a los fondos que ha resultado ser alta o muy alta para el 25% de ellas, media para el 23% y baja o muy baja para el 52%.

De su lado, las previsiones de empleo también mejoraron sustancialmente en 2021 y un 88% de las firmas aumentó o mantuvo sus plantillas, y tan solo un 12% las redujo, frente a 2020 en que un 31% de las sociedades confirmaron haberlas recortado. Para 2022, un 94% de las sociedades esperan contratar más o mantener sus trabajadores. 

Facturación

Las perspectivas de facturación en España son, además, las que más mejoran en 2021. Frente a un 54% de las corporaciones que disminuyó su negocio en 2020, tan solo un 14% lo hizo en 2021. Para 2022, un 71% de las compañías confía en incrementar su facturación, un 23% prevé mantenerla y solo un 6% reducirla.