Furia de dioses

Sara Borondo
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Kratos y Atreus recorren los nueve reinos en una historia emocionante que nunca decae

Tras los sucesos del God of War de 2018 llega el Fimbulvetr, el invierno que terminará con el Ragnarok, la mayor guerra vista en los 9 reinos. El otrora conocido como Fantasma de Esparta, Kratos, y su hijo Atreus ofrecen una historia soberbia envuelta en una jugabilidad variada, intensa y emocionante. 

En los primeros minutos, el jugador ya experimenta el dolor de la pérdida, las peleas incesantes y un par de combates contra jefes espectaculares, una acción intercalada con escenas de vídeo que profundizan rápido en la historia y el ritmo no decae a partir de ahí. No hay lugar para el aburrimiento ni para la pausa y cada pocos minutos aparece un detalle que sorprende al jugador.

En los combates hay más opciones que en el juego anterior, Atreus ha pasado de ser un niño a un adolescente, es más fuerte, va desarrollando su personalidad y cobra más peso a la hora de luchar. 

Furia de diosesFuria de diosesKratos transmite la misma sensación de potencia que siempre, con distintos tipos de ataques, la opción de cargar las armas (que se pueden mejorar), bloquear con el escudo, esquivar o desatar ataques devastadores con la ira espartana, la opción de personalizar todo y también con algunas novedades que lo hacen más potente todavía tanto a la hora de defenderse como de atacar con todas las armas e incluso golpeando al enemigo desde una posición superior. 

La historia incluye a los principales dioses escandinavos y los elementos de esta mitología, desde el mismo tutorial la acción se sitúa en todo lo alto y mantiene el nivel, con algunas sorpresas. No es imprescindible haber jugado los capítulos anteriores, pero sí se disfruta más si ya se conoce a los personajes. 

Con las Espadas del Caos y los jefes gigantescos se integra mejor toda la vida de Kratos, el que intenta transmitir serenidad a su hijo en Ragnarok es la época de madurez del iracundo espartano que acabó con más de medio Olimpo. 

La accesibilidad para personas con discapacidad sigue la política de los juegos first party de PlayStation, con más de 60 opciones para personalizar el control o cómo se ofrece información en la pantalla para que todos los jugadores puedan disfrutar del juego sin limitaciones.

El doblaje es tan excelente como el original, con un trabajo impecable de Rafael Azcárraga, aunque se pierden los matices de los acentos del inglés 

El juego anterior de la serie supuso el techo tecnológico para PlayStation 4, y ahora repite, ya que el juego sale en PlayStation 4 y PlayStation 5. En la nueva consola de Sony, el estudio de Santa Mónica ha sabido sacar el mejor partido tanto a las capacidades técnicas de la consola como a las características del mando. Son impresionantes las nuevas animaciones, sobre todo las faciales de los personajes más destacados. Kratos revela de repente un gesto casi imperceptible de aprobación o pone expresión de sobresalto ante una situación inesperada. Cuando pelea, Kratos es tan fuerte como siempre, pero si se sienta se nota el peso de los años y de toda su historia en detalles mínimos, una cercanía con el personaje que se ve potenciada por las ligeras vibraciones del DualSense con cualquier movimiento. 

Todos los elementos del juego: historia, animaciones, jugabilidad, ambientación, personajes... están al mismo altísimo nivel. Ragnarok atrapa al jugador como solo una obra maestra puede hacerlo y es quizás la mejor muestra de cómo los estudios de Sony están consiguiendo extraer oro de esta generación de consolas.

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