"En breve volveremos a tener otra pandemia"

Nacho Sáez
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El doctor Luis Miguel Benito de Benito acaba de publicar 'Coronavirus. Tras la vacuna', donde relata su experiencia en la crisis sanitaria y reflexiona sobre las lecciones que ha extraído.

"En breve volveremos a tener otra pandemia" - Foto: Rosa Blanco

En la carta de presentación del libro que acaba de publicar, Luis Miguel Benito de Benito explica que en ‘Coronavirus. Tras la vacuna’ (Editorial Opera Prima) hace hincapié en el que en su opinión ha sido el principal daño que este virus  ha infligido, y ‘desvela’ la vacuna que considera más imprescindible «para protegernos frente a inminentes peligros similares que ya nos acechan». Dos objetivos muy ambiciosos que invitan a bucear en estas 242 páginas que se terminaron de imprimir este mismo mes de julio.

Esta obra es sobre todo un relato de la experiencia de este médico durante la pandemia. Desde que comenzó este aciago 2020 hasta que finalizó el estado de alarma a finales de junio. Los primeros capítulos repasan cómo la covid-19 empezó a hacer estragos en China y se extendió rápidamente a Italia, primero, y a España, después, pero enseguida se adentra en las consecuencias que él pudo comprobar en primera persona. «La situación de emergencia sanitaria asistencial se debía, principalmente, a que en un tiempo muy breve los centros sanitarios se verían sin soporte ventilatorio para la avalancha de pacientes que se preveía», recuerda sobre los primeros momentos.

El caos de las administraciones a la hora de contabilizar los contagios y los fallecidos o la precariedad laboral y de medios con la que el personal sanitario tuvo que afrontar esta crisis encarnan otro de los objetos de análisis de este doctor del Hospital Universitario de El Escorial que cuenta con una clínica privada en Segovia. Aunque los libros que había publicado hasta ahora versaban sobre aspectos relacionados con el aparato digestivo, durante la crisis sanitaria también tuvo que colaborar para ayudar a enfermos por la covid-19 y ha querido compartir esas vivencias y sus reflexiones.

«Al margen de los riesgos personales que uno asumía, en la cabeza de todos estaba el riesgo al que, por nuestra decisión, podíamos someter a nuestras familias. Era una consideración que roía las conciencias y sé que a muchos les echó para atrás. En mi casa debo decir que la decisión no agradó demasiado a mi mujer, pero entendía que eran gajes del oficio», cuenta el doctor Benito, que por primera vez en veinte años de ejercicio profesional se vio atendiendo pacientes en un hotel.

En aquellos días recordó la importancia de poder hablar con los enfermos cara a cara. «El artilugio de la pantalla transparente de acetato, por rudimentario que fuese, permitía ese contacto visual con un paciente asustado que ve individuos embozados que se acercan a él sin expresión, sin rostro. Porque un paciente puede entender que las medidas de aislamiento son importantes, tanto para él como para el personal médico y sanitario, pero sin perder eso de vista hay que intentar que no parezca que a uno le asiste un robot o una momia», escribe en uno de los capítulos.

La curva alcanzó el pico y los sanitarios pudieron respirar por fin, pero las secuelas emocionales de lo vivido todavía tardarán en sanar y las consecuencias económicas agravarán el problema. El doctor Benito asegura que «en estos dos meses he visto más muertos que en toda mi vida», pero dice que no está dispuesto a dejarse controlar por el miedo: «Eso es lo que quieren los poderes. Quieren tenernos asustados para ir quitándonos libertades sin que nos demos cuenta». A lo largo de estos cuatro meses, ha construido un relato de lo que ha sucedido. En primer lugar está convencido de que el virus fue creado en un laboratorio: «Hay pocas dudas ya. Lo que es más difícil saber es si lo soltaron o se les escapó». En su opinión, esta pandemia se ha tratado de «un experimento social». «El miedo es un elemento de poder y hay muchos intereses geopolíticos. El poder mundial busca controlar las voluntades», destaca.

–¿Pero entonces por qué no había pasado antes algo así?

–Ha habido intentos otras veces, pero ahora la tecnología permite ciertas cosas.

Por eso, este médico cree que habrá otra pandemia «en breve». “Será la covid-19 bis, la 20 o la 21 u otro virus, pero volverá a pasar porque el experimento ha sido un éxito rotundo para los especuladores, los agentes sociales que pretenden amedrentar a la población, someterla y quitarle libertades sin que parezca que lo hacen, de forma tan elegante y sibilina que hasta agradeceremos que nos priven de la libertad, satisfechos y contentos de que elijan por nosotros, por nuestra seguridad», sostiene. Sobre la fuerza de los rebrotes actuales señala que «son coletazos de lo pasado». «Esta pandemia está muerta. Tiene una letalidad parecida a la de la gripe y todas las epidemias manifiestan la llegada a un punto de equilibrio. Ahora se realizan más pruebas diagnósticas, pero la mayoría de los positivos son asintomáticos y leves. Puede haber otra oleada, no soy profeta, pero es más probable que sea por otro virus». 

También desconfía de la obsesión global por encontrar una vacuna. «El jefe de la UCI de un hospital grande de Madrid dijo que la pandemia seguiría mientras no haya una vacuna. Le llamé y le pregunté que cuántas pandemias a lo largo de la historia han terminado con la vacuna. Para el sida, la hepatitis C o la malaria no hay vacuna y, para la gripe estacional, la hay pero no se la ponen ni el diez por ciento de los sanitarios porque no temen por su vida. A los microbios hay que tenerlos educados y sanos y convivir con ellos», remarca.

La conversación con esta facultativo madrileño de orígenes segovianos podría durar horas, pero la agenda de su clínica del paseo de Ezequiel González obliga a cortarla. Antes de despedirse pide aplicar en estos momentos el «sentido común» («No aglomerarse, mantener la distancia social y tener más higiene»), pero también invita a la ciudadanía a «informarse» ante la posible falta de criterio de las autoridades sanitarias a la hora de tomar las decisiones. «Cuando el sistema sanitario estaba desbordado no hicieron ni caso y ahora, en cambio, se han dado cuenta de que el coronavirus es una herramienta genial para controlarnos», concluye.