Entre arte y chabolas

A.M.
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Kiko Argüello participó en un grupo de artistas del que formaba parte el vitralista segoviano Carlos Muñoz de Pablos, trabajando con sus primeras comunidades en poblados pobres

El Papa Francisco recibió en audiencia privada a Kiko Argüello, en septiembre de 2019 - Foto: Europa Press

Francisco José Gómez de Argüello Wirtz (León,1939) estudió Bellas Artes en la Academia de San Fernando de Madrid, recibiendo el Premio Nacional Extraordinario de Pintura, en 1959, poco antes de emprender el Camino Neocatecumenal en las chabolas de Palomeras Altas, en Madrid, en 1964. En 1960, junto con el escultor josé Luis Alonso Coomonte y el vitralista segoviano Carlos Muñoz de Pablos, fundó el grupo de investigación y desarrollo de Arte Sacro ‘Gremio 62’. 

Hoy, Muñoz de Pablos recuerda la llamada Teología de Liberación, al padre Llanos o los movimientos sociales que no sintonizaban con el franquismo. Este artista segoviano habla de Kiko Argüello con «mucho cariño», que aún conserva, aunque reconoce que eligieron rutas muy diferentes.  El prestigioso vitralista dice que el fundador del CaminoNeocatecumenal le comentaba que él estaba más interesado por lo humano que por lo divino «y era verdad». aclara Muñoz de Pablos, quien ya veía en Kiko una persona «brillante con madera de líder». 

Argúello y este artista no solo coincidieron en la Escuela de Bellas Artes, sino en dos residencias de estudiantes, y formaban también grupo con nombres como los de Juan Claudio Cifuentes ‘Cifu’, profesional de radio y televisión especializado en jazz, y con el escritor Jesús Torbado.  Incluso cuando Kiko acudía al Monasterio de El Parral, para visitar a un hermano fraile, se quedaba a dormir en casa del vitralista. Éste también conocía a la familia de Argüello y permanecía en Madrid algunas vacaciones. «Esas amistades de la juventud no se olvidan, se saca lo bueno y se descarta lo malo», afirma Muñoz de Pablos, reconociendo que las vidas de ambos no siguieron paralelas.   

La pasada Semana Santa, los nombres de Kiko Argüello y del obispo de Segovia, César Franco,  figuraron unidas en las publicaciones de la Iglesia Católica, porque ambos estaban ingresados en centros hospitalarios, El primero por la Covid-19, mientras que el prelado recibió un tratamiento de antibiótico intravenoso debido a una infección y se le realizó un seguimiento de la evolución de la fiebre. Ambos fueron ya dados de alta.