El Ayuntamiento de Segovia aprobaba el pasado jueves un nuevo expediente de contratación de las obras para rematar la carpintería exterior e interior de la fachada y los vidrios del edificio del CAT, el CIDE, después de que este lote quedara desierto, sin empresas que se interesaran por llevarlas a cabo, en el concurso convocado inicialmente. Sí se adjudicaron los otros seis lotes de obras que faltan para acabar el inmueble, pero no éste, que ahora se someterá a un procedimiento negociado sin publicidad, con idea de invitar al menos a tres empresas para revisar con ellas aspectos técnicos y económicos de la intervención e intentar así que alguna la asuma, aunque el nuevo retraso está asegurado. En el mejor de los casos será cuestión de unas cuantas semanas extra, pero todo suma para seguir restando opciones de ver el CIDE operativo antes de acabar el mandato, a pesar de que el Gobierno municipal, oficialmente, no renuncia a conseguirlo. Empezó a construirse en mayo de 2011 con un plazo de ejecución de 15 meses y ahí sigue, después de que la primera empresa adjudicataria, Volconsa, quebrara en 2013, y de que la labor de la última, Rogasa, derivase hace ya un año en rescisión de contrato con un rosario de defectos judicializados. Aparte de otros muchos conflictos entre medias, como la devolución de la ayuda estatal precisamente por los retrasos, complicando aún más el fin de obra por tener que tirar de recursos municipales.

Ahora serán al menos cinco empresas, tres segovianas y dos madrileñas, las que trabajen durante los próximos meses en corregir defectos o terminar trabajos incompletos de la catalana Rogasa; o seis, si es que ninguna de las adjudicatarias del resto de lotes se acaba haciendo también con el que nadie ha querido de momento. En junio se esperaba que estos trabajos pendientes costaran unos 300.000 euros, pero al final salieron a concurso por 423.100,15 euros que, con impuestos, superarán los 500.000. Y en total se rebasarán así los 14 millones en ejecución de obra material más intereses de demora de la ayuda estatal que hubo que devolver.

OBRAS PENDIENTES. El primero de los siete lotes se ha adjudicado por 80.666,31 euros(IVAincluido) a la segovianaEfiko, con 42 días naturales de plazo para terminar trabajos relacionados con elementos de las instalaciones de protección contra incendios y sustituir algunos que no se ajustan a normativa. 

El segundo lote es el de carpinterías, que se intentó en vano adjudicar por 82.061,04 euros y 28 días de plazo. Incluye la sustitución de algunos vidrios defectuosos y otros ya rotos sin estrenarse el edificio.

El lote 3, también encargado a Efiko, en este caso por 92.747 euros y 84 días, se centra en acabados interiores y exteriores de albañilería que siguen pendientes o están mal ejecutados, además de pruebas de estanqueidad.

El lote 4, adjudicado a la madrileña Servicios de Empresa Inmobiliaria por 168.914,41 y 49 días de plazo, consiste en el acondicionamiento y puesta en marcha de instalaciones de climatización, sistema de gestión centralizada, ventilación y gas.

El lote 5, en manos de la también madrileña Absat por 31.579,48 euros y 56 días, es sobre el sistema electroacústico del auditorio. El lote 6, para Montajes Eléctricos Lumar, de La Lastrilla, por 42.535 euros y 35 días para completar las instalaciones eléctricas. Y el lote 7, para la segovianaTecnocar Sistemas, con 7.635,1 euros destinados a completar la instalación de alarmas, control de acceso antirrobo y circuito cerrado de televisión.

En teoría, todas las empresas podrán coordinarse para avanzar en paralelo y el lote que más tiempo lleva asciende a 84 días, tres meses escasos. No obstante, después quedarán los trámites de recepción de obras, dotación de mobiliario o el concurso para adjudicar espacios a empresas, y el Ministerio de Educación aún no ha presentado oficialmente el proyecto de centro de innovación de FP que prevé ubicar allí y que Pedro Sánchez anunció en noviembre del año pasado. Dará detalles con toda probabilidad antes de las próximas elecciones, previstas para el 28 de mayo de 2023, pero, en cualquier caso, al Gobierno municipal actual le quedan menos de ocho meses de margen para intentar tener algo realmente operativo en el controvertido edificio.