El turismo asiático empieza a reactivarse a la espera de China

D. A.
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El sector percibe cierto aumento de viajeros orientales en las últimas semanas, sobre todo de Corea del Sur, Japón o Taiwán, y Cándido ya tiene decenas de grupos con reservas solicitadas para otoño, pero nada que ver con el récord turístico de 2019

Un grupo de turistas asiáticos posa para la foto junto al Acueducto. - Foto: Rosa Blanco

El turismo toca niveles precovid en Segovia. Sin llegar a lo vivido en 2019, que fue de récord absoluto, pero acercándose cada vez más. De hecho, a nivel provincial, e incluyendo por tanto la demanda de alojamiento en el medio rural, el volumen de pernoctaciones registrado de enero a agosto sitúa 2022 al 96,69% de lo que supuso aquel año y en julio ya estuvo incluso por encima, mientras a nivel local ese porcentaje es del 86,64%. No obstante, como apuntan desde la Empresa Municipal de Turismo, el grado de ocupación hotelera en la capital en lo que va de año está en un 61,44%, «superior a la media de los últimos cinco años previos a la covid, que fue del 59,94%». 

Claro que queda más trecho que recuperar en otros ámbitos del turismo más allá de los hoteles, como la demanda que registran los restaurantes o los comercios, que también viven del excursionista de día, aparte del que duerme en el hotel. Sobre todo en la capital, que dos años y medio después de que se desatara la pandemia ve cómo los viajeros asiáticos, los únicos que le han seguido faltando durante este verano, empiezan a reactivarse; aunque eso sí, a la espera de que vuelvan los de China, precisamente el país que más visitas orientales aportaba, así como el principal en términos absolutos junto con Francia y EEUU. Es el único gran estado del mundo que permanece anclado en los albores del coronavirus, sin apenas desescalar y sometiendo a su población a rigurosas restricciones de movilidad. Con aeropuertos virtualmente cerrados salvo excepciones, o abiertos pero con demasiadas restricciones, cuarentenas a la vuelta que quitan las ganas de viajar por ocio y confinamientos radicales de millones de habitantes cada vez que se detecta allí algún contagio con mínimo riesgo de transmisión comunitaria. Pero el día que vuelvan a desembarcar en Segovia, el sector turístico segoviano presiente que la vuelta a la normalidad será completa.

Ya durante las últimas semanas se han podido ver más asiáticos en los grupos clásicos de paseo monumental, cochinillo, compras y media vuelta sin hacer noche en la ciudad del Acueducto. Pero no suelen ser de China, sino de otros países como Corea del Sur o Taiwán.

Bien lo saben en el Mesón Cándido, cuya condición de restaurante de referencia para los grupos organizados de visitantes orientales le permite servir como termómetro de esa recuperación que empieza a atisbarse. «Durante el verano hemos empezado a ver algún grupito, pero ha sido a partir de septiembre cuando hemos empezado a notar más demanda, sobre todo, por las peticiones de reserva de cara al otoño e invierno», celebra Cándido López, satisfecho de ver cómo «los touroperadores y las agencias de viajes que trabajan con asiáticos están empezando a reaparecer», mientras repasa un par de listados que le han remitido en las últimas semanas. «Tengo uno que me acaban de pasar de un touroperador donde vienen unos 25 grupos para noviembre y diciembre, y otro de una agencia con 23 para octubre, noviembre y diciembre», precisa. Cada grupo suele ser de unos 30 turistas, por lo que sólo con estas reservas ya serían más de un millar de comensales asegurados, aunque todos son de Singapur, Corea del Sur, Tailandia o incluso Filipinas; sin rastro del gigante oriental, más allá de presencias esporádicas.

«El día que regresen los chinos, multiplicaremos lo que estamos recibiendo ahora de turismo asiático, y entonces sí volverá a verse el movimiento de antes», continúa Cándido, quien ya transmite optimismo. «A los orientales les encanta Segovia, es un destino preferente para los que vienen a España, y cuando vuelvan a abrirse las fronteras con China, esta ciudad volverá a tener el auge turístico de antes. Sólo tenemos que tener paciencia y esperar». ¿Pero cuánto? «Pueden ser seis meses, puede que un año… Pero el caso es que las agencias de viajes y los touroperadores nos transmiten que en cuanto arranque China otra vez, Segovia funcionará como antes de la pandemia», insiste.

En una línea similar está el concejal de Turismo, Miguel Merino, para quien «la recuperación es clara y lo único que falta son fundamentalmente los asiáticos». «Van llegando con cuentagotas y los que hay ahora son sobre todo coreanos», añade, al tiempo que matiza que los chinos que ya se asoman por Segovia no llegan de su país natal, sino que suelen ser residentes en distintos puntos de Europa; de ahí también que sean grupos más pequeños. 

Sin embargo, a pesar de que la llegada de chinos procedentes de su país es escasa y que en las últimas semanas se dejan ver más los surcoreanos por los grupos organizados, su importancia es tal que el Alcázar, por ejemplo, ha contabilizado 2.560 a lo largo de este año, según datos facilitados a El Día el miércoles, si bien a estas alturas de 2019 ya eran unos 11.000. Surcoreanos van 1.139, frente a más de 8.000 en el mismo parcial de aquel año; y japoneses, 624 frente a casi 1.800.

La Catedral, por el contrario, entre el 1 de agosto y el 25 de septiembre vendió más entradas a japoneses que a chinos (296 frente a 184) para la visita más común, y aunque en ambos casos mejoran los resultados de 2021 (194 y 65), a la vista está que su presencia en el templo sigue siendo escasa, teniendo en cuenta que en ese mismo intervalo ha contabilizado 49.070 visitas en total.

El presidente de Hotuse (alojamiento, hostelería y turismo), Jesús Castellanos, por su parte, toma nota de las positivas sensaciones de Cándido. «Si él lo dice, si tiene buenas previsiones, me parece súper positivo y nos hace ser optimistas a todos. Fenomenal, porque no hay mejor previsión que la que marcan los touroperadores, y la ventaja de Cándido, o también de algunos hoteles que trabajan más el turismo internacional, es que cuentan con reservas a futuro que ya te van marcando esa previsión de lo que van a ser los próximos meses». Aunque, por otro lado, no oculta su temor a que «todavía lleve un tiempo recuperar a los turistas chinos, que de los extranjeros eran los más importantes para Segovia antes de la pandemia junto con los franceses, y ahora además parece que están 'descubriendo' Asia e incluso distintos destinos dentro de su propio país, lo cual puede hacer que el problema de la falta de turistas chinos deje de ser un problema coyuntural para convertirse en estructural».

Entretanto, después de un verano que Castellanos califica como «agridulce», con percepción de «un julio malo (a pesar de los buenos datos de ocupación que reflejan los hoteles) y un agosto mejor, pero sin llegar a lo del año pasado», al menos aprecia que la recuperación, sin ser total ni mucho menos, sigue avanzando. «Vamos viendo más turistas europeos y sudamericanos, y turistas asiáticos hay todavía pocos, aunque se están empezando a ver más ahora».

La percepción es parecida entre los guías de turismo: «Hay compañeros que ya han trabajado bastante bien este verano. Sin llegar al ritmo de 2019 pero bien, se va animando la cosa», apunta el presidente de su asociación, Raúl Rascón. «Se han ido viendo más americanos y ahora también algunos grupos de asiáticos, pero no chinos, que cuando venían esto era una invasión y se nota que todavía no están», coincide en señalar.

También pueden dar fe de ello en el Restaurante José María, que de cara al turismo asiático suele ser referente pero, a diferencia del Mesón Cándido, más para los que van por libre que para los grupos organizados. «Ahora se empieza a ver a algunos, pero no hay comparación con lo de antes de la pandemia, que venían muchos cualquier día y sin menú reservado ni nada», recuerda Rocío Ruiz. No en vano, hace años que adaptaron su horario de cocina para dar un turno de comida a las 12.00 del mediodía pensando en los asiáticos, pero lo anularon a raíz de la pandemia y todavía no lo han recuperado. Ahora abren cocina a las 13.00, aunque ya no la cierran hasta acabar la jornada desde poco después de que, en marzo de 2014, les visitara a deshoras Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, y se tuviera que conformar con unas raciones de jamón y queso.

«Pero el público internacional, quitando el asiático, lo vemos otra vez prácticamente como antes de la pandemia», matiza. «Nos viene mucha gente de Puerto Rico, México, República Dominicana o Perú, además de franceses, ingleses, estadounidenses… Y por otro lado, la hostelería de terraza y de copas del centro también se está beneficiando mucho de la vuelta de los alumnos de IE», añade, ahora ya hablando de su sector en general, por su condición de presidenta de la asociación turística y hostelera de FES, Festur. «Ha sido un buen verano y la previsión del último trimestre no es mala a pesar de la incertidumbre», opina, así que a ello se aferra para confiar en que la recuperación continúe.