La Consejería de Sanidad confirmaba este jueves que en el último intervalo de 24 horas contabilizado no se había detectado ningún contagio nuevo por pruebas de detección molecular (PCR), que son las que se consideran más fiables para controlar la evolución. Cero contagios por primera vez desde el 17 de marzo, un dato indiscutiblemente positivo. También lo son otros indicadores como el descenso de la ocupación hospitalaria por pacientes covid-19 y, en general, la tendencia es buena para pensar que la provincia puede alcanzar la fase 2 el 8 de junio; ahora mismo al menos los datos dan para ello, gracias también, por otro lado, a que Sanidad ha suavizado ciertos umbrales, como el de la tasa de PCR positivas por cada 10.000 habitantes. Pero hay un dato que, al menos aparentemente, invita a no bajar la guardia: el número de casos sospechosos registrados en los centros de salud. La estadística oficial refleja 739 enfermos nuevos con síntomas compatibles entre el 19 y el 27 de mayo, un 10,55% más, mientras a nivel autonómico ese incremento se queda en un 6,17%.

Además, el número de casos que permanecen activos en los centros de salud, que es la estadística que refleja el balance neto de los que se curan frente a los que enferman, habría aumentado en 208 en ese mismo periodo en la provincia, cuando ya había logrado doblegar esa curva. El pico más alto desde que se desató la pandemia se alcanzó el 29 de abril con 4.447 casos activos, hubo altibajos durante unos días y el 3 de mayo todavía se marcó el segundo mayor pico con 4.438, pero entonces empezó a descender de manera clara. Se encadenaron 15 días de bajadas que permitieron reducir la cifra de casos activos a 2.410 el 18 de mayo, pero a partir de ahí refleja un nuevo repunte: diez días seguidos de subida hasta alcanzar 2.618 el miércoles 27, 208 más. Esa tendencia de Segovia tampoco coincide para nada con la del resto de la Comunidad en lo que se refiere a la estadística de Atención Primaria. En todas las provincias ha seguido bajando el número de casos activos en el intervalo citado que va del 18 al 27 de mayo. En unas más y en otra menos, con Valladolid a la cabeza con un descenso del 18%, pero todas han revelado tendencias buenas menos Segovia por su incremento del 8,6%.

No obstante, fuentes oficiales de Atención Primaria relativizan tal aumento. Confían en que muchos de estos casos sospechosos se descarten, o incluso que ya haya muchos descartados pendientes de actualizarse en la estadística.

Evolución de los casos en Atención Primaria en Segovia. Corresponde a los casos activos de enfermos con diagnósticos compatibles con coronavirus.

Asimismo, a pesar de que la estadística de casos activos refleje un incremento neto de 208 en esos diez días, y que en total se hayan sumado al acumulado 739 enfermos más con síntomas compatibles, en ese periodo sólo se han contabilizado 18 positivos por pruebas PCR, un indicador clave para evaluar los avances en la desescalada. Y otros parámetros también son positivos.

1-. Baja la presión en el hospital y se amplían los umbrales de Sanidad para desescalar

La tasa de pruebas PCR positivas por cada 10.000 habitantes ya es positiva en todas las unidades básicas de salud de Segovia menos en la de El Espinar. El jueves de la semana pasada sólo había siete en verde en todo el mapa y ahora es la provincia al completo la que figura en ese color, con la excepción de El Espinar en amarillo. Pero toca relativizar esa mejoría porque también los umbrales se han suavizado. Ahora ya no se marca un tope de una sola PCR positiva por cada 10.000 habitantes en los últimos siete días, sino 2,5; y tampoco tres por cada 10.000 en los últimos 14 días, sino cinco. De lo contrario, aparte de la de El Espinar, habría más unidades básicas de salud en la provincia por encima de los límites, incluyendo dos de la capital, Segovia I (centro de Santo Tomás) y Segovia II (La Albuera), que son las que más casos activos mantenían el jueves en términos absolutos (258 y 377, respectivamente) junto con Segovia III (298), aparte de Segovia Rural (688). No obstante, como apunta Sanidad, estos umbrales se han suavizado porque «están sujetos a continua revisión, en función de los datos sobre la evolución y riesgo de extensión de la enfermedad», y ahora se supone que Segovia estaría en disposición de asumir esa rebaja en la exigencia.

Por otro lado, la evolución de la ocupación hospitalaria revela datos muy positivos en la última semana. El jueves 21 de mayo se contabilizaban todavía 48 pacientes ingresados en planta por covid-19 y esa cifra se ha reducido a 16, según datos facilitados este jueves. El miércoles incluso llegaron a ser sólo 14, pero esos dos pacientes de diferencia no empañan para nada que el centro hospitalario presenta sus niveles de presión más bajos de toda la pandemia. Llama la atención en ese sentido la cantidad de altas que se dieron el fin de semana pasado, ya que se pasó de 41 ingresados en planta por covid-19 el viernes 22 a 18 el sábado 23. Mientras, en la UCI se ha pasado de cuatro pacientes covid-19 el 21 de mayo a dos este jueves.

Cierto es que la ocupación hospitalaria no remite en la misma proporción y el centro se mantiene en las últimas semanas en torno al 70% de su capacidad, a pesar de que la incidencia de la covid-19 sigue bajando. La clave está en que el hospital ha reanudado la actividad de los quirófanos, que lleva a requerir cada vez más camas para los pacientes que son intervenidos por otras patologías; pero también hay sensación en el centro de que muchos pacientes evitaron demandar asistencia en los peores momentos de la pandemia. El total de ingresados en planta ha bajado así en sólo nueve personas en una semana (de 197 el 21 de mayo a 188 este jueves 28), frente al dato ya citado de 32 pacientes covid-19 menos.

En cuanto al número de fallecidos, hace semanas que las cifras revelan que lo peor ya habría pasado. En el hospital sólo se ha registrado una muerte por coronavirus en la última semana y en las residencias dos, nada que ver con lo sucedido en marzo y abril, que han dejado hasta el momento un balance total de 202 vidas perdidas en el Complejo Asistencial por covid-19 y 385 usuarios de residencias, incluyendo en este caso a los que fallecieron con síntomas compatibles, pero sin que se les llegara a realizar la prueba. Incluyendo segovianos que pudieran morir en sus domicilios o en otros hospitales a los que fueran trasladados, se estima que en total habrían muerto ya más de 600, pero ‘sólo’ 15 oficialmente en mayo. Cifras que, en definitiva, son las que han llevado a Segovia a haber empezado a desescalar e ir avanzando en su reactivación económica, aunque también con ello hayan crecido los riesgos y ya se tema por cierta sensación de relajación de los ciudadanos ante las medidas preventivas que deben seguir manteniendo. 

2.- Claro aumento de la actividad económica, aunque todavía es baja

Salta a la vista el aumento de la movilidad en los últimos días, coincidiendo con la entrada de toda la provincia en la fase 1 y el incremento de la actividad del comercio y la hostelería, aunque siga alejada de sus niveles normales.

«Empezamos el pasado lunes con menos actividad de la que pensábamos», destaca el presidente de la Federación Empresarial Segoviana (FES), Andrés Ortega. «Es verdad que el martes y el miércoles ya se vio más y que ha seguido creciendo pero, en general, sigue habiendo preocupación entre los empresarios porque muchos perciben que sus negocios aún no son sostenibles», de ahí todos los que siguen cerrados. Se nota en la cantidad de establecimientos de hostelería que aún no han levantado la persiana en los pueblos de la provincia que más dependen de la actividad turística, que sigue a cero, pero también hay muchos comercios en la misma situación. 

«Hay zonas con más comercios abiertos como en José Zorrilla, pero también barrios de la capital donde la actividad es muy inferior», advierte el presidente de la Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS), Juan Manuel Muñoz. «Comercios que igual abren por la mañana, pero cierran por la tarde porque aún no ven clientes, y aunque haya sensación de más movilidad en la calle y colas en las entradas de negocios, no hay que olvidar que igual dentro sólo tienes un cliente mientras tres o cuatro esperan fuera», recuerda.

Respecto a la hostelería, a pesar del notable incremento de la actividad, con más de medio centenar de terrazas abiertas sólo en la capital, «hay muchos que van a esperar a abrir en la fase 3», señala el vicepresidente de la Agrupación de Industriales Hosteleros Segovianos (AIHS), Jesús Castellanos. A la fase 3 o incluso al final de la desescalada, cuando se reanude el movimiento entre provincias por turismo. Sobre todo en los casos de establecimientos con asalariados en expediente de regulación de empleo a los que prácticamente les sale más a cuenta ahorrarse nóminas que pagarlas a cambio de unas facturaciones que todavía no las cubrirían ese coste.

Por otra parte, ejemplos vividos esta semana en la hostelería dan fe del riesgo de relajación por parte de los ciudadanos, ya que el mismo lunes hubo establecimientos que tuvieron que cerrar horas después de subir la persiana por excesos de los clientes y toques de atención de la Policía Local. Sucedió en la avenida del Acueducto y también en San Lorenzo. Y buena muestra de esa relajación puede ser precisamente que los agentes pusieran hasta 54 denuncias el pasado martes a ciudadanos por incumplir cuestiones del Estado de Alarma; no por nada relacionado con las terrazas, sino por excederse con las reuniones en las calles y no respetar distancias, principalmente.

Y en estas circunstancias, con datos positivos en general a nivel sanitario, pese al aparente aumento de casos en Atención Primaria, Segovia avanza con opciones de entrar en fase 2 el próximo 8 de junio; y como informaba El Día el pasado 22 de mayo, con posibilidad de beneficiarse de un hipotético recorte de los plazos establecidos por el Ministerio para cada fase, lo cual daría oportunidad de completar la desescalada a finales de junio, a la vez que el resto del país. Aunque para eso queda mucho y de aquí a entonces puede ocurrir de todo.

3.- Con opciones de desescalar en junio si no hay rebrotes

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, confirmaba el pasado domingo que «el ritmo de progresión» en la desescalada «no tiene por qué ser homogéneo», sino que están estudiando modificar el tiempo obligatorio de 14 días para pasar de fase en función «de la realidad epidemiológica de cada provincia». Al día siguiente, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, abogaba sin embargo por «blindar» los 14 días, pero ya el miércoles matizaba que «si el criterio epidemiológico se modifica tendremos que estar todos de acuerdo y saber que es por razones también epidemiológicas». 

La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, volvía a manifestar el jueves su apoyo a la estrategia que está manteniendo la Consejería de Sanidad y pedía «cautela», y el presidente de FES, preguntado por El Día, volvía a reiterar que «lo primero es la salud». «Pero está en nuestra mano que Segovia pueda completar la desescalada a la vez que el resto», tanto por el posible recorte de los plazos en cada fase como por la mejoría de su situación epidemiológica y sanitaria. «Depende de nosotros y no por acelerar más de la cuenta, sino porque seamos capaces de no bajar la guardia, ser prudentes y, sobre todo, mantener las distancias cuando sea necesario, que parece que nos estamos relajando con eso», sentenció.