"El campo español está ya muy harto"

R. Briongos
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Tiene ojos de niño travieso y sonrisa de pícaro. Ambas características le hubieran abierto todas las puertas si no se vieran condicionadas por un verbo afilado y la necesidad de decir siempre aquello que le pasa por la cabeza. Uno llega a pensar que Antonio Pérez Henares, Chani, (Bujalaro, Guadalajara, 1953) decidió dejarse bigote para evitar que le crecieran pelos en la lengua, pues es completamente incapaz de callarse una verdad. Curtido en mil batallas periodísticas, ha encontrado en la literatura, más concretamente en la novela histórica, un remanso en el que ser feliz. Se encuentra ahora en plena promoción de Tierra Vieja, su obra más personal en la que nos lleva a la época de la Reconquista, en las fronteras de la extremadura castellana. 

Tiene nueva novela ambientada en esta ocasión en la Reconquista. ¿por qué esa querencia con la historia?
Ha sido mi pasión desde niño. Nada extraño por dónde he nacido, al lado del imponente castillo del Jadraque. Me siento parte de esa tierra y de esa historia. Sería muy bueno que las nuevas generaciones conocieran de dónde vienen. Ahí están las raíces, los valores y la esencia que han conformado el pueblo español.

¿Mira al pasado para no tener que sufrir este presente?
Eso es inevitable, pero ha habido pasados muy duros también. La única verdad es que no aprendemos las lecciones de la historia. El ser humano está empeñado en repetir una y otra vez sus errores.

"El campo español está ya muy harto"

Al menos el público responde, la novela histórica está de moda.
La gente se ha cansado ya de que insulten a sus abuelos. El descubrimiento de América es el acontecimiento más importante de la historia del mundo, porque ni nosotros sabíamos que existía aquello, ni ellos tenían conocimiento de nuestra existencia. Nos dimos cuenta de que la tierra era más grande y encima le dimos la vuelta, aunque ahora Portugal reivindique su autoría. Pues bien, que denostemos esa aventura que cambia la faz del mundo demuestra que no podemos ser ya más imbéciles. Hay unas presuntas élites, que en realidad son unos sectarios ignorantes, que se dedican a decir que ser español es una especie de infamia universal y la gente se ha cansado de eso.

En esta ocasión, el protagonista es el pueblo llano, aquellos que ensancharon Castilla con la lanza y el arado. ¿De dónde surge la idea?
Ferrer-Dalmau ha sabido recoger eso muy bien en la portada de libro. Con ese soldado y ese campesino que se cruzan y que en el fondo son lo mismo, sus papeles son intercambiables dependiendo del momento. La historia no solo la hicieron los reyes, sino también la gente de a pie. La novela cuenta cómo, en ese territorio tan peligroso, se ensanchan muchas cosas: las libertades, la dignidad, y el principio de lo que luego serían las Cortes de León, las primeras de España. Yo lo resumo en que un caballero villano, de villa, sin nada peyorativo, o de las mesnadas concejiles podía decirle a un noble: 'Más que vos, señor, no pretendo ser; pero menos, ni en dignidad ni en honor, tampoco'.

¿Mantiene el hombre castellano esa dignidad o siente que se la han robado?
La conserva. Cada vez que oigo hablar de la España vacía me cabreo, porque es un insulto de un puñado de urbanitas y unos aprendices de caciques y de gente que va el campo como quien va al escenario de una postal y luego pretenden imponerle sus normas, hábitos y estupideces. 

Los jueces ya han recibido denuncias de turistas porque les molestaba el canto de un gallo.
Querrán también que la boñiga de la vaca huela a colonia. Pero es que además, sea mucha o poca, esa gente sigue ahí, cuidando el territorio. El género humano tiende al termitero, a vivir en colmenas. ¿Se vive mejor ahí que en los pueblos? todo el mundo diría que no, pero luego todos se van a vivir al termitero. La gente volverá a los pueblos cuando le dé la gana y no cuando decida una reata de políticos plañideras. 

Pues lo de la España vacía ha cuajado, cada vez se escucha más.
Es que se ha abierto una vía de pillaje y de lograr poltrona que es muy deseable para algunos. Muchos de estos de la España vacía son rebotados de todos los partidos que van a ver qué cacho pillan. ¿Quiénes de ellos viven en y por el campo? No será el de Valencia. Son señoritos de capital. Si alguien quiere, que vaya a llenar la España vaciada, pero que se dejen de monsergas.

¿Ha averiguado alguna fórmula que permita repoblar ahora esa España que se desangra?
El problema es la mentalidad de la gente y contra eso es muy difícil luchar. Hay gente que puede redescubrir el medio rural, pero el campo da para lo que da. Lo que antes labraban cien yuntas, ahora lo hacen dos tractores. Es posible que la nueva modernidad nos dé soluciones para vivir en el medio rural, porque ahora se puede trabajar perfectamente desde el campo.

En la novela se relata ese anhelo común del pueblo que fue en definitiva lo que sirvió para crear España. ¿Por qué se ha sustituido ahora ese sentimiento?
Yo he vivido uno, que conjuntó a toda la nación y que algunos quieren que se olvide. La Transición no fue una bajada de pantalones como se está diciendo ahora, sino un momento de disfrute, de libertad y de generosidad. Al tiempo que conseguimos las libertades políticas, conseguimos las personales. Nos lo pasamos muy bien, a ver si se enteran. Teníamos más libertad en los 80 que ahora. Y no digo nada de la libertad de expresión, que ahora hay que tener mucho cuidado no lo que dices, no vayas a ofender a alguien,

Pero la Transición ocurrió hace ya más de 40 años. ¿No ve ahora ningún anhelo común?
Ahora no. Estamos totalmente descuajeringados, se ha perdido la cultura del esfuerzo. Ahora tener éxito por medio del trabajo es facha, está mal visto. La única manera que existe ahora en España de que no te crucifiquen por hacerte rico es si te metes en un partido de izquierdas y te compras un chalé de un millón de euros. Eso es porque estamos sometidos a la dictadura de lo políticamente correcto, donde se subvierten valores positivos por estupideces. No hay una ideología de fondo, no existe un cuerpo de doctrina, sino un conjunto de ismos, que desembocan todos en eso que llaman progresismo y que es lo más reaccionario que he visto en mi vida.

Todo cambia. En la época de Tierra Vieja, las afrentas se dirimían con la espada y ahora con un tuit.
Al menos antes estaba todo muy reglamentado. Se sabía lo que te costaba arrancar un ojo, un dedo, unas narices… ahora no. Twitter no es información sino un campo de apedreamiento donde solo funciona el escupitajo o el canto rodado. Allí ha desaparecido el razonamiento.

¿Cuánto ha cambiado ese campo castellano desde la Reconquista hasta nuestros días? 
Lo que yo reflejo en el libro es un campo medieval. pero que se ha mantenido prácticamente igual hasta hace 80 años. Hasta entonces se araba con el arado romano, al que se le incorporó la collera para las mulas; pero se segaba a mano, había trillos de pedernal y se beldaba en las eras. Mi padre me hizo unos folios de cuáles eran las labores del campo. Lo incorporé en el libro y eso me hizo una especial emoción. También aparece en el libro mi abuelo, en el personaje de Valentín. Él me enseñó, entre otras cosas, el Romance de la loba parda cuando tenía cinco años. Eso falta ahora.

Antes el campo luchaba y ahora se une en manifestación para reclamar más atención y menos trabas.
El cálculo mínimo es que participó medio millón de personas. Hace muchos años que no había una manifestación así en Madrid, pero el caso que se le ha hecho ha sido mínimo. Los medios la sacaron, faltaría más, pero se tragaron enseguida la cifra de participación que quiso dar la Delegación del Gobierno. Si hubieran sido 30 mamarrachos haciendo una performance sobre alguna causa delirante pero que esté de moda, todavía se estaría hablando de eso. Ahora, que tomen nota porque más les vale. El campo español está muy harto porque no aguanta más y eso va a acabar teniendo efectos electorales.

Hubo quien quiso ver en esa manifestación una prueba de la fuerza de Vox en el medio rural.
Esa manifestación no tiene nada de Vox. Que haya partidos que quieran entrar en ese caladero me parece muy respetable, pero en esa manifestación, ni por parte de las organizaciones agrarias, ni del resto de convocantes se hizo mención política alguna. Estaban los líderes que se quisieron sumar pero nada más. Vox y el PP ven ahí una oportunidad, eso es cierto, pues que espabilen los demás, porque mucha de la gente que estaba ahí votó a la izquierda en algún momento. Pero es que ahora hacen cosas insólitas, como esa infame Ley de Bienestar Animal. ¡Pero si hasta un director general ha llegado a decir que robamos a las vacas la leche de sus terneros! Tengo la impresión de que la gente ha puesto pie en pared y que va a haber un cambio de ciclo cuando pueda ir a votar.

Es cazador desde niño, ¿hasta cuando aguantará?
Voy a seguir perseverando, claro. Lo que me estoy haciendo es mucho más selectivo. Los patriarcas del ecologismo fueron cazadores. Aquí en España Miguel Delibes o Félix Rodríguez de la Fuente. Los parques naturales existen porque fueron cotos de caza y cazadores fueron también los que crearon Seo Birdlife.

Estará entonces a favor de que el lobo sea especie protegida en todo el territorio y que se quiera prohibir la caza de la codorniz porque está en vías de extinción.
Lo de la codorniz es un enjuague que han montado. El número de codornices ha disminuido por la mecanización del campo y por la matanza brutal que se hace con redes en las playas marroquíes. El estudio que presentaron era falso y lo elaboraron aquellos que querían prohibir su caza. Menos mal que las Comunidades Autónomas se han levantado. Sobre el lobo, yo tengo que decir que jamás dispararía a uno. Jamás. Porque es el único animal que no hemos domesticado. Es nuestro socio de caza y de vida desde hace 30.000 años. Pero tampoco creo que la prohibición de la caza vaya a contribuir a la conservación del lobo, sino que va a suponer un problema dramático para los ganaderos.

Como cazador se jacta de ser ecologista. ¿Dónde pondría el foco para preservar el Medio Ambiente?
Lo que más me inquieta ahora es la cantidad de mierda que se le echa al campo, de veneno. Eso está haciendo mucho daño, por ejemplo, a la perdiz. Nos hace falta un gran estudio medioambiental hecho desde la serenidad científica. Hemos conseguido recuperar el lince, el oso pardo, el águila imperial, el buitre leonado que estaban prácticamente desaparecidos, pero nos falta esa base. 

La única manera de que aquí no te crucifiquen por hacerte rico es si te metes en un partido de izquierdas y te compras un chalé de un millón de euros"

Desde el Cantar del Cid se sabe que esta es una tierra con buenos vasallos pero no siempre con buenos señores ¿Cuál ha sido a su juicio el peor gobernante que hemos tenido?
Pensaba que Zapatero, pero creo que Pedro Sánchez le ha superado, porque está atacando las arterias de la nación y sus principios constitucionales. Además es un cobarde que es capaz de entregar cualquier cabeza a los separatistas o a los filoterroristas, a quienes tiene miedo.

Tenemos a un presidente del Gobierno arrodillado ante los enemigos de España"

¿Como hubiera solucionado usted el problema del espionaje? Porque los directores del centro de inteligencia siempre caen. Cayó Manglano con Felipe González,  Saiz con Zapatero...
Pero es que aquí no ha habido ningún problema. Ha sido todo un puñetero montaje. Si una banda de delincuentes, juzgada y condenada por sus delitos de secesión y prevaricación dicen que van a seguir haciéndolo, la obligación del CNI es controlarlos. Y es lo que han hecho, con autorización judicial. Tenemos a un presidente del Gobierno arrodillado delante de los enemigos de España.

¿A quién le mandaría una temporada a su refugio de Guadalajara para que reflexionara en soledad?
A ninguno, que me lo corrompen. Mandaría a muchos a un páramo donde pasaran frío. Pero no creo que tengan capacidad de reflexión. Si a mi me dicen a finales de los 70 que los candidatos a dirigir España iban a ser Iglesias, Casado, Rivera y Sánchez no me lo hubiera creído porque son de quinta. Solo han sabido trepar en política. Nos dirige un tipo que plagió su tesis y que lo único que sabe es degollar a sus compañeros de partido para ocupar su sitio.

¿Y a qué político salvaría?
Yo me mojo. Me ha gustado mucho que haya aparecido a nivel nacional Alberto Núñez Feijóo. Es buen gestor y le avalan cuatro mayorías absolutas en su comunidad. Y aunque me gustaría que hiciera más firmes sus planteamientos, también reconozco la valía de Emiliano García-Page. Tiene un discurso coherente.

¿Y de Abascal qué opina?
Yo tengo mejor opinión de Abascal que de su partido, en el que hay gente que me da repelús cuando habla. Ha visto el hueco y lo ha aprovechado. Ahora va a tener la prueba del nueve, porque va a tener que gobernar en Castilla y León. Yo no veo que Vox sea un partido anticonstitucional o que quiera subvertir los principios democráticos. Eso sí ¿qué ha hecho Abascal fuera de la política? A mi me gustaría que los políticos estuvieran curtidos en algo más que en la política. 

Lleva más de 50 años siendo periodista. ¿Cuándo ha sentido más cerca el aliento de la censura.
El primer artículo me lo censuraron en el colegio con 15 años por hablar de Buero Vallejo. Él estuvo condenado a muerte, lo que la gente no sabe es que los del otro bando asesinaron a su padre por ser militar. Aprendí de él el problema de las dos España y por eso me parece perniciosa la Ley de Memoria Histórica, porque es un intento de reabrir heridas y de volver a tensionar a los españoles. Sufrí mucho la censura cuando estaba en Pueblo y Franco aún vivía. La situación actual cada vez me recuerda más a eso. Lo que impera es el miedo y si no sigues los postulados de la parva te conviertes en un apestado que es expulsado a las tinieblas.

En cuestión de días pasó de estar en todas las tertulias a desaparecer.
De unas me echaron y de otras me fui. Pero es que eso era atroz. Se ha sustituido la información y la opinión por el Agitprop. Son los propios periodistas los que actúan como mesnaderos de los políticos, yo creo que lo único que quieren es que les nombren algo. Pero si el Napoleón, en un sentido orwelliano, de las pocilgas de la telebasura es quien marca quién es bueno o malo, progresista o reaccionario. La televisión está haciendo un daño horroroso a la sociedad española, tanto por la manipulación como por la exhibición de la mamarrachada extrema. A pesar de cómo lo está pasando, la prensa escrita es la única que ha mantenido la dignidad, tanto en papel como algunos digitales. También la radio.

¿Qué recuerda de su paso por el PCE y qué queda de aquello en los que ahora lo dirigen?
Aquel PCE no tiene nada que ver con el actual. El salto que se dio entonces fue pensar que la libertad estaba por encima de todo y por eso había que abjurar de la dictadura del proletariado y no utilizarla para lograr un objetivo y luego abolirla. Ahora se ha vuelto atrás, este PCE ha escupido sobre el que hizo la transición. También ha cambiado la valía de la gente. Siempre recordaré a un Nicolás Redondo o a un Marcelino Camacho. Ahí es donde se ve el deterioro de la sociedad española, porque la clase política no es más que un reflejo de la sociedad.