"Quiero que sigamos creciendo y creyendo en lo que hacemos"

Nacho Sáez
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El presidente del Balonmano Nava, Julián Mateo, repasa en una extensa entrevista la actualidad del club y sus próximos desafíos.

Julián Mateo (en el centro), durante la visita al ministro de Cultura por el ascenso a Asobal. - Foto: Daniel Pérez Balonmano Nava

2019 será recordado siempre por el deporte segoviano como el año del Balonmano Nava, el equipo de un pueblo de 3.000 habitantes que se coló en la máxima categoría de su deporte. Con la competición detenida hasta el mes de febrero, su presidente, Julián Mateo (Zarzuela del Pinar, 16 de mayo de 1959) habla del pasado, presente y futuro de un club que no descansa ni en Navidades. Tiene el punto de mira puesto en abrir escuelas para las categorías inferiores en Cuéllar, Arévalo (Ávila) e Íscar (Valladolid).

¿Hace un año por estas fechas habría imaginado un 2019 como el que han vivido?

Del todo del todo no. Cuando llegó el parón de las Navidades ya estábamos primeros en la clasificación, pero todo el desarrollo posterior me lo imaginaba pero no tan fuerte.

El presidente del Nava posa con Rodrigo Pérez, uno de los fichajes para esta temporada.El presidente del Nava posa con Rodrigo Pérez, uno de los fichajes para esta temporada. - Foto: Daniel Pérez Balonmano Nava¿Con qué fotografía del año se queda?

Fundamentalmente con la fotografía de la afición con nosotros en la celebración del ascenso. En O Rosal y luego aquí. En O Rosal fue muy bonita pero éramos muy pocos, aunque hubiera 300 personas de ‘La Nava’. Cuando se hizo aquí me quedo con la fotografía no sólo de Nava sino de los alrededores celebrando un hecho histórico. Todavía se me pone la piel de gallina cuando lo recuerdo.

Ahora son días de hacer listas de deseos para el año que empieza. ¿Cuáles son los suyos?

Ahora estoy en los retos empresariales. Los del club son seguir creciendo en todos los aspectos. Económico, administrativo, base, cantera… Siempre dentro de nuestras posibilidades. Ahora mismo yo estoy más en el cierre del ejercicio empresarial que en el balonmano, que tenemos casi dos meses de parada.

¿Le da miedo que el equipo se pueda confiar después de la primera vuelta tan buena que han hecho?

Nunca he visto a nuestro equipo confiado en todos estos años. Ellos salen siempre a sudar la camiseta, a luchar por este escudo y por este club.  Yo no les veo confiados para nada. Van a ir partido a partido, sumando. Nuestro objetivo es mantener la categoría y no les veo confiados para nada.

¿Está satisfecho con la respuesta que han ofrecido los fichajes?

Se han integrado rápidamente en el grupo, pero estamos a mitad de la temporada y de todo esto hay que hacer un balance al final. Ellos están bien. Unos que tenían una expectativa mayor se han integrado antes y a otros les ha costado más trabajo, pero les he visto bien. Estamos conformes con lo que tenemos, con lo que estamos haciendo y no puedo decir mucho más. A seguir luchando y peleando y que crezcan también ellos. Como son jóvenes los que han venido, deben de crecer.

¿Y al resto cómo les ve?

Bien, metidos a tope. Están metidos todos en esta atmósfera que hemos creado entre la afición y el club. Aunque vengan mal dadas un día, es una atmósfera muy sana y ellos lo transmiten desde el vestuario. Es un grupo humano muy unido. No tenemos ninguna estrella que destaque mucho pero sí muchos jugadores que se ayudan entre ellos. Al final quien gana es el grupo.

¿Al entrenador le puede distraer su nueva responsabilidad como seleccionador de Brasil?

Yo creo que no. Cuando nos habló de esta oportunidad, le dimos la opción inmediatamente porque es un entrenador de 38 años que quiere vivir de esto, tener una carrera larga y era una oportunidad. Evidentemente si con el tiempo viéramos que hay una distracción… Pero no creo. Dani es muy trabajador y también tiene un equipo detrás. Nuno, Raúl… Son gente muy preparada. Si hubiéramos tenido la más mínima duda no le habríamos autorizado. Además, hay muchos que son seleccionadores de un país y llevan un equipo, como Manolo Cadenas.

¿Se han sentado a hablar de una posible renovación?

Ni yo ni el club nos hemos sentado a hablar. Dani acaba su contrato este año, pero tenemos tiempo. Hay que ver las expectativas, a ver dónde estamos cuando llegue la mitad de la segunda vuelta. Si por mano del demonio estuviéramos mal y bajáramos habría gente que no continuaría aquí por su expectativa deportiva, creo yo. Pero tenemosque esperar, ahora no nos estamos planteando nada de esto. Aunque eso no quiere decir que no estemos mirando cosas por un lado y por otro. Pero sin ninguna prisa, sin ninguna necesidad. Es muy pronto todavía. En el caso de Dani también hay que ver cuál es su idea. Si llega a los Juegos, si le proponen cuatro años o más cosas allí en Brasil... Son muchas cosas juntas, hay que esperar.

¿Va a reforzar al equipo ahora en invierno?

No. Nosotros tenemos ahora 17 jugadores, más los juveniles que entrenan con ellos, y no tenemos ninguna lesión. Vamos a tocar madera, pero no nos vamos a reforzar. El equipo está montado para lo que está montado y así terminaremos la temporada.

¿500.000 euros de presupuesto es suficiente o se queda corto?

Cuando yo hablo de que el presupuesto ronda los 500.000 euros me refiero a todo el club, no sólo a la primera plantilla. Este club tiene 12 equipos más con la dificultad añadida de que todos tienen que ir a competir fuera de la provincia de Segovia. Eso significa un gasto en autobuses mucho mayor que cualquier otro club. El presupuesto está bien encaminado, aunque está claro que para que crezca el club y la primera plantilla cuantas más ayudas tengamos, mejor.

¿De dónde podrían llegar ayudas?

Nos hemos dirigido a la Junta de Castilla y León. Hemos ido juntos los tres clubes de Asobal porque somos la única Comunidad que no ayuda a los equipos que están en la primera división de balonmano. Todos los demás equipos tienen ayudas de las correspondientes consejerías de cada región. Pero vamos, si viene otro mirlo blanco que quiera hacer una cosa importante, nosotros estamos abiertos a sumar. Evidentemente, cuanto más presupuesto tengamos, más posibilidades tenemos de crecer con la primera plantilla y la cantera.

Supongo que estará siguiendo la llegada de inversores a la Segoviana. ¿Se plantean algo así en el Balonmano Nava?

Hay un problema. En la Ley del Deporte que continúa vigente, el balonmano es un deporte amateur. En la nueva –que si se forma Gobierno se aprobará– el balonmano ya aparecerá como un deporte profesional, que es algo que está luchando la Asobal. A partir de ahí se podrán hacer sociedades anónimas deportivas o lo que se considere. Ahora todos somos clubes deportivos, aunque a efectos fiscales y de la Seguridad Social sí que somos profesionales. Es una contradicción. Mientras eso no cambie no se puede pensar en hacer nada.

¿A ustedes les gusta el modelo de las SAD?

Ni lo hemos pensado. En este club son 1.020 socios en estos momentos y es más un club social, de diversión, de pasión, de pasarlo bien, y no nos lo hemos planteado porque no podríamos aunque quisiéramos. Una vez que la Ley del Deporte cambie, supongo que habrá clubes que piensen en la línea que ha tomado la Segoviana, pero ahora nosotros no tenemos ni esa opción.

La Segoviana y el Nava probablemente tienen las dos mayores canteras de la provincia. ¿Cuál es el próximo objetivo en este ámbito?

Ya estamos en unos cuantos pueblos, pero el otro día en la Gala del Deporte de Cuéllar –que dio un reconocimiento a la empresa Viveros Herol– insistimos en que queremos abrir una escuela allí. Ya hemos estado con el alcalde y la concejala. Queremos intentar abrir en otros municipios de la provincia de Segovia y desarrollar todo lo posible la de la ciudad, pero también queremos llegar a dos pueblos fundamentales que no son de Segovia pero que sí que nos pueden interesar como opción porque viene mucha gente. Son Íscar y Arévalo. En fútbol sala, Arévalo juega la liga provincial de Segovia. Claro que nos gustaría que en Ayllón o en Riaza hubiera balonmano, pero a nuestros monitores les pilla a ciento y muchos kilómetros. Es complejo. Por esto estamos intentando llegar a municipios alrededor de Segovia que están más cerca. Ahora que estamos rondando los 200 niños y niñas, llegar a los 300 significaría que estaríamos preparados para hacer una liga oficiosa, nunca oficial, para los pequeños.

¿Hay relevo para los Carlos Villagrán, Darío Ajo, Bruno Vírseda…?

Claro que lo hay. Hay que tener en cuenta que ellos nunca fueron internacionales y que nosotros ya tenemos dos o tres jugadores que han ido con las selecciones a convocatorias. Hay mucha cantera por detrás, vienen muchos chicos. ¿Pero recambio? Vamos a ser realistas. Primero Carlos no piensa en su retirada, la ve lejana. El otro día hablé con él y decía que está como un toro, mejor que cuando tenía 25 años. Darío tiene 30 años, Bruno, 29… Pero probablemente la temporada que viene, si estamos en Asobal, haya uno, dos o tres muchachos que combinen la Segunda o la Primera Nacional con el equipo de arriba. Ese es nuestro objetivo y habiendo muchos niños y niñas aparecerán. Ahora hay cuatro niños en la selección juvenil de Castilla y León, tres en la cadete y el 80 por ciento restante son del Ademar. Hace años no había nadie prácticamente. Y con las niñas nos ocurre lo mismo. Hay un crecimiento real, somos competitivos, jugamos sectores… Vamos a seguir creciendo, aunque encontrarte una generación que lleguen cuatro o cinco a la primera plantilla... Y estamos hablando de Asobal.

Los chavales también disfrutan del nuevo pabellón. Ha pasado más de un año desde que se inauguró. ¿Ha cumplido con las expectativas?

Evidentemente sí. Para todo el club el cambio ha sido brutal. A la hora de entrenar, de competir, de que la gente vaya a ver los partidos. Los periodistas habéis vivido lo que es un día como hoy en el pabellón viejo, con condensación y un frío terrible. En el otro entrenamos con 15 grados. No tiene nada que ver. Estamos encantados con el cambio que ha habido de la mano del nuevo polideportivo y ha sido clave para el desarrollo del club.

¿Hay alguna opción de ampliar el aforo?

En principio es un tema de los políticos. Yo creo que nosotros estamos cómodos con el aforo que tenemos aunque [el pabellón] se abarrote algunas veces. Pensar en una obra y abrir una grada nueva supone paralizar el pabellón. Además, no veo ahora en el Ayuntamiento ninguna posibilidad económica. Ya hicieron un esfuerzo muy grande para terminarle. Si no vienen ayudas directas para eso de la Consejería o de la Diputación, difícilmente va a ser posible de momento.

¿Y usted se ve muchos años más como presidente?

La primera palabra es pasión. Si no te gusta mucho el balonmano, esto desgasta mucho. Satisfacción económica no tienes ninguna, gastas mucho tiempo y esfuerzo en representar… Porque casi siempre la cabeza visible es el presidente o los que estamos ahí en los cargos, pero hay mucho trabajo detrás, de mucha gente. Somos 16 directivos y desde aquí les digo bravo a todos ellos porque cada uno está haciendo todo lo que puede para contribuir a que esto siga creciendo. En mi caso, mientras tenga pasión, salud y todas estas cosas –tampoco soy tan mayor, he cumplido 60 años ahora–, voy a seguir. Para mí es una pasión. Me divierto viendo jugar a los niños, a las niñas, al equipo mayor o a las chicas del equipo mayor. Después de mi trabajo, es una de las cosas que más me apasiona y por eso no miro las horas y el tiempo que gasto en ello. Como supongo que no lo hace ningún directivo de los que estamos. ¿Cuántos años? El tiempo lo dirá. Cada cuatro años hay elecciones. Si me vuelven a elegir, seguiré.

Pídale un deseo a 2020.

El primero, que tengamos salud todos. Y para el club, que siga siendo competitivo en todas las parcelas, que sigamos creciendo, que sigamos creyendo en lo que estamos haciendo. Y a divertirse también, que esto es un juego y la competición es dura a veces. Deseo que todos los jugadores y jugadores, directivos y colaboradores se lo sigan pasando bien. Y a ver si somos capaces de competir como hasta ahora y si es un poco mejor, estaremos encantados de la vida.