Marta Asensio, víctima durante seis años de sumisión química por parte de su expareja, ha reclamado este sábado en Segovia que existan protocolos "claros, seguros y eficaces" para poder detener a los agresores y que las pruebas puedan contar con una cadena de custodia para que sirvan de cara a los juicios.

Asensio, que se muestra convencida de que su presunto agresor, al que ha localizado en una red social para búsqueda de pareja, "va a seguir reincidiendo", ha explicado a EFE que "psicológicamente o sexualmente" es posible que pueda superar lo que le ocurrió, pero ha admitido que "el cuerpo tiene memoria, hay cosas que quedan, a veces una se tensa sin querer porque te vienen recuerdos".

Con más de 200.000 firmas recogidas en la plataforma change.org, junto con otra víctima, ya se ha entrevistado con representantes de los ministerios de Justicia e Igualdad para reclamar un protocolo porque, en su opinión, "ahora no es lo mismo que ocurra en un pueblecito de Soria a que sea en Madrid o en Barcelona, hay unos protocolos diferentes, sobre todo es que no todos los hospitales pueden recoger muestras que tengan la cadena de custodia".

Asensio, que ha intervenido junto con la periodista Pilar Requena en el XI Encuentro Mujeres que Transforman el Mundo, ha relatado que tuvo que atar muchos cabos para entender que su expareja la estaba sometiendo a sumisión química, y se ha mostrado dispuesta a prestar ayuda a personas que padezcan la misma situación y se encuentren "en ese punto donde estaba y no entendía".

En su testimonio ha dicho textualmente que su expareja le preparaba "colacaítos de la somnolencia, que era como él conseguía que estuviera totalmente dormida y no me enteraba de nada".

Después de los años, se ha especializado en sexología también para tratar de entender el por qué de estas situaciones.

Cuando acabó la relación, según Marta Asensio, su expareja repitió la situación con una familiar, que recurrió a ella para pedir ayuda, que ha presentado una denuncia, pendiente de juicio.

En opinión de esta víctima de sumisión química, los agresores "primero lo intentan con gente conocida, también para ver hasta dónde llega, y qué cantidad de fármaco tiene que poner".

Para Marta Asensio, "ya es una lucha de por sí denunciarlo, que te entiendan y que empaticen con tu situación, pero luego llega todo el tema judicial, larguísimo, a lo mejor has estado en terapia año y medio para superar la agresión y luego sale el juicio a los dos años y medio y vuelves a reabrir toda la herida, de nuevo a tener que recordar otra vez lo que sucedió y es revictimizante, al final no podemos estar machacando a las víctimas de esta manera, incluso te enfrentas a un juicio social en las redes".