Cita obligada para amantes del cocido

Patricia Martín
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'El fogón' de R. Martín y J. M. Morujo, de El Rincón del Tuerto Pirón.

Cita obligada para amantes del cocido - Foto: Rosa Blanco

El bandolero segoviano más  famoso y pero también el mas temido del siglo XVIII, Fernando Delgado Sanz, ‘El Tuerto Pirón’, tiene su propio rincón en el número 7 de la Plaza Caravas, en Cabañas de Polendos. DelTuerto Pirón se decía que era más bien alto que bajo,  ancho y cargado de espaldas. Su rincón es una preciosa casa rústica que acoge este establecimiento, cuyo nombre también ha traspasado las fronteras de esta provincia, gracias al Gran Cocido del Tuerto Pirón. Una especialidad para amantes de este plato de la cocina tradicional española. Hay quien opina que es para valientes, porque hace honor al calificativo de cocido completo. Todo el que viene, sabe bien de la existencia del Gran Cocido del Tuerto Pirón, que está a disposición de los comensales, con ganas de salir  satisfechos de la experiencia, todos los días de la semana entre el 1 de septiembre y el 31 de mayo, durante los meses de junio, julio y agosto, el Gran Cocido es por encargo. 

En el arranque del negocio, hace casi 19 años,  Rubén Martín Callejo, comenzó junto a su padre,  Isaac Martín Cabrero, que se jubiló hace unos meses. Rubén recuerda que, de hecho, sólo tenían cocido, con el objetivo de dar impulso al garbanzo de Cabañas de Polendos, que «es del pueblo pero es la misma variedad que el garbanzo del Valseca». En la cocina del Rincón del Tuerto Pirón, el cocido se hace sin prisas, de la mano del jefe de cocina, José María ‘Chema’ Morujo. «Se elabora a fuego lento durante seis horas, en unos peroles grandes, no lo hacemos en la olla» remarca Rubén Martín. 
El Rincón del Tuerto Pirón cuenta, en la actualidad, con una carta muy variada con sugerencias como las Zapatillas del Tuerto, los callos de cerdo a la plancha, el cochifrito o sus carnes rojas vaca de vaca, con las que «llevamos cuatro años». Rubén Martín explica que compran «los canales enteros de la vaca  y conseguir siempre la misma maduración de la carne, para que siempre tenga el mismo sabor». Con ella, elaboran muchos platos como  hamburguesas, entrecot, chuletón y solomillo. «En nuestra cocina intentamos desmarcarnos de los asados, es más cocina tradicional, de callos, morros o el osobuco». Y para rematar con un postre casero. Los clientes, que suben sus comentarios a las páginas especializadas y en redes sociales, les otorgan una puntuación muy alta. Además de la calidad de su cocina, de sus platos tradicionales, destacan el buen trato recibido. 

AMBIENTE CÁLIDO. Estos días, por  la Semana Santa, son de mucho ajetreo para todo el personal del restaurante de El Rincón del Tuerto Pirón.  En plantilla son cinco personas. Abren de martes a domingo, a las diez de la mañana. El lunes es la jornada de descanso. Normalmente, entre el  1 de noviembre al 1 de junio, cierran las tardes de  los martes, miércoles y jueves. Aquí se respira mucha tranquilidad y un ambiente de casa de pueblo. Cuentan con dos coquetos comedores, con una capacidad para unos 60 comensales, que disfrutan de su cocina casera.