Los niños, lo primero

Violeta Molina (EFE)
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No hay un criterio unificado sobre el régimen de visitas de los padres separados o divorciados desde que se declaró el estado de alarma, aunque los jueces les reclaman que tiendan al consenso y al sentido común para evitar contagios

Los niños, lo primero - Foto: Eduardo Briones

El estado de alarma por la pandemia del coronavirus ha generado incertidumbre sobre qué deben hacer los padres separados o divorciados con el régimen de visitas de sus hijos menores, un asunto sobre el que distintos jueces han emitido directrices contrapuestas ante las que los expertos piden a los progenitores actuar con acuerdo y sentido común.

El confinamiento al que obliga la actual situación ha propiciado una «avalancha» de consultas de la abogacía y la ciudadanía, según explica la presidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa), María Dolores Lozano.

«Esta es una situación que afecta profundamente» a exparejas con hijos menores, destaca la vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo, que pide a los padres «inteligencia y generosidad».

El real decreto del estado de alarma no especifica cómo deben actuar los padres con regímenes de visitas, pero sí indica que se podrá circular por las vías de uso público, entre otras cosas, para la asistencia y cuidado de menores y que se podrá ir acompañado de niños por la calle.

Asimismo, el CGPJ acordó que corresponde al juez decidir si conviene suspender o alterar el régimen de custodia, visitas y estancias acordados para los hijos de padres separados si estos no se ponen de acuerdo y el estado de alarma afecta a su aplicación.

Lozano incide en que la especificidad de algunas familias puede requerir un cambio temporal para evitar contagios. Gonzalo va más allá:«Si un determinado régimen de visitas significa poner en más riesgo a un menor, no hay que cumplirlo. Se puede sustituir por videoconferencia, Skype o compensación de días».

Situaciones como que el menor pertenezca a un grupo de riesgo, esté en cuarentena -o alguno de los padres- o vaya a visitar un hogar en el que viva una persona que pertenezca a su vez a un grupo de riesgo deben tenerse en cuenta.

Si los padres están de acuerdo en la gestión de los tiempos, no hay problema en modificar los convenios, la dificultad llega cuando se enfrentan.

El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid pide seguir las normas sanitarias, el sentido común y la responsabilidad a la hora de tomar estas decisiones, que siempre han de primar el interés superior del menor.

Por su parte, la abogada de Themis destaca que en los casos de violencia machista en los que haya una orden de alejamiento y las visitas se realicen en puntos de encuentro familiar, si estos centros han cerrado deben suspenderse para garantizar la seguridad de la víctima. Y también considera que habría que interrumpir las visitas que exijan el desplazamiento entre ciudades.

Desde que se decretó el estado de alarma, resoluciones de juzgados y de juntas de jueces de distintas regiones están emitiendo directrices muy distintas sobre cómo han de efectuarse las visitas durante el estado de alarma: jueces de Murcia, Gijón, Alcorcón y Zaragoza han emitido instrucciones muy diferentes.

Si resulta imposible el consenso, el Poder Judicial apunta que «corresponde al juez o magistrado adoptar la decisión que proceda» en función de las circunstancias del caso, con el fin de preservar la salud y bienestar de los hijos, de los padres y la salud pública. Los cambios pueden ser «particularmente necesarios» cuando los servicios públicos que se utilizan, como los puntos de encuentro familiar, se han visto afectados por el estado de alarma.

Por último, la Aeafa pide «pacificar la diversidad de criterios» y solicitará al Ministerio que adopte un criterio que «pueda servir de paraguas y amparo para la judicatura» para que no sea «un reino de taifas».