Dos de cada tres estaciones de servicio de Segovia (51 de 74, concretamente) tienen el precio de la gasolina 95 en sus carteles por encima de los dos euros por litro, barrera psicológica ya pulverizada con creces por todas salvo una en el caso de la de 98 octanos; este jueves, al menos, la de Navatrans aún lo tenía a 1,999 por litro. Los gasóleos, entretanto, llevan una tendencia más irregular por altibajos en los dos últimos meses, aunque ya hay cuatro gasolineras con el A por encima de 1,97 por una tendencia ascendente que se ha generalizado otra vez a todos los combustibles desde la semana pasada.

De hecho, el descuento de 20 céntimos que empezó a aplicar el Gobierno el 1 de abril ya no impide que se paguen desde esta semana los repostajes de gasolina más caros de la historia, ya que la subida ha sido aún mayor en estos dos meses. Claro que sin bonificación se presume que sería peor, independientemente de que la evolución hubiera podido no ser exactamente la misma, y aunque en principio sólo se aprobó con vigencia hasta el 30 de junio, el Gobierno prevé prorrogarla por un tiempo extra aún sin concretar.

Tomando como referencia los precios medios publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica con fecha 1 de abril (primer día de bonificación) y los del miércoles de esta semana (1 de junio), la mayor subida la marca la gasolina 98 (22,9 céntimos más para hacer un total de 2,185 euros), seguida de cerca por la de 95 (+20,8, 2,039). Los gasóleos A y B, por su parte, están 'sólo' ligeramente más altos que hace dos meses: 2,8 céntimos más el primero y 2,3 el segundo, al situarse en 1,884 y 1,544 euros por litro, respectivamente. No obstante, marcaron nuevos máximos a principios de mayo, cuando se pusieron unos 4 céntimos más caros que ahora, bajaron en las semanas posteriores y vuelven a subir desde la pasada.

El vértigo crece además según se mira atrás para ver las enormes oscilaciones vividas en los últimos años como consecuencia de la pandemia y sus derivadas económicas, agravadas a partir del estallido de la guerra enUcrania. El litro de gasolina 98 costaba en Segovia 1,45 euros al comienzo de marzo de 2020, días antes de la declaración del Estado de Alarma; y en pleno confinamiento duro, con los coches particulares en el garaje, su precio empezó a caer hasta marcar un mínimo de 1,239 el 2 de mayo. Pero a partir de ahí empezó a subir, casi no ha dejado de hacerlo en estos dos últimos años y aún está por verse dónde deja su nuevo techo histórico. Ya en octubre de 2021 rompió el que había prevalecido durante nueve años y un mes, los 1,651 euros por litro de septiembre de 2012, y a estas alturas ya se ha visto que lo peor de la escalada estaba por llegar: 1,703 el 2 de enero, 1,769 el 24 de febrero (la fecha del estallido de la guerra enUcrania), 1,956 el 1 de abril y los ya citados 2,185 del pasado miércoles. 

UNOS 30 EUROS MÁS POR DEPÓSITO QUE ANTES DE LA PANDEMIA. Pero si la evolución del precio del litro da vértigo, aún más si se hacen las cuentas de llenar un depósito medio de 55: 120,175 euros que se quedan en 109,175 con bonificación de 20 céntimos por litro, frente a 107,58 el 31 de marzo (sin bonificación),97,295 el 24 de febrero o 79,75 euros en los días previos al inicio de la pandemia, cuando costaba por tanto 29,42 menos que ahora.

Con el resto de carburantes la evolución es parecida: el litro de gasolina 95 pasó de 1,294 antes de la covid a 1,073 al inicio de mayo de 2020, el 24 de febrero ya estaba disparado a 1,622 y de ahí a los 2,039 de ahora. El encarecimiento es así de 40,97 euros por depósito en comparación con marzo de 2020, si bien tal diferencia se queda en 29,97 con la bonificación. Y en cuanto a la diésel: de 1,188 antes de la covid a 0,987 en mayo de ese año, 1,506 el pasado 24 de febrero y 1,884 el miércoles, con un sobregasto de 38,28 euros por depósito, que se quedan en 27,28, frente a marzo de 2020.

En cuanto a la diferencia entre gasolineras, la lista de precios del Ministerio la sitúa en torno a 20 céntimos entre la más cara y la más barata, si bien ahora deben tenerse en cuenta especialmente los descuentos a mayores que aplican algunas compañías a raíz de la bonificación del Gobierno, y sin que las perspectivas a corto plazo sean precisamente positivas, toda vez que las nuevas restricciones a las importaciones rusas anunciadas esta semana apuntan a acentuar la escalada.