«He vivido situaciones durísimas»

Sergio Arribas
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Ahora sus jornadas en el Hospital son maratonianas. La última sumó 36 horas. La oncóloga Lourdes García atiende por las mañanas a los enfermos de cáncer y por la tarde a los pacientes con Covid-19.

La doctora Lourdes García. - Foto: D.S.

Al igual que el resto del personal del Complejo Hospitalario de Segovia, la oncóloga Lourdes García realiza estos días jornadas maratonianas. La última ha sumado 36 horas. Todo el Hospital está volcado en la atención enfermos con Covid-19; y son pocas las especialidades que mantienen actividad, entre ellas Oncología, que sigue prestando tratamiento oncológico a enfermos de cáncer.

“Hay más sobrecarga de trabajo”, explica la doctora, que por la mañana trata con pacientes oncológico y por la tarde se pone a las órdenes de neumólogos, intensivistas e internistas para atender a enfermos ingresados por coronavirus. La mayor carga se agrava por el infortunio. A la baja de un oncólogo se suma que dos compañeras médicas del servicio permanecen en sus casas, aisladas, infectadas por Covid-19.

No ha sido el único servicio hospitalario golpeado por la infección. De los cuatro neumólogos que tiene el Hospital General, durante días solo ha podido trabajar uno, porque el resto estaba de baja por contagio o aislado a la espera de pruebas. “Este Hospital, el único público en Segovia, sale adelante por el esfuerzo del personal, tenemos magníficos profesionales ¡como la copa de un pino! Ya teníamos una importante merma en recursos humanos y de infraestructuras y está claro que necesitamos más especialistas...”

García, con otra compañera, en el Hospital General de Segovia.García, con otra compañera, en el Hospital General de Segovia. - Foto: D.S.

En cuanto a recursos materiales durante la crisis del Covid-19, la doctora comenta que “estamos tan limitados como todos”. “Hemos tenido que reciclar las epis (equipos de protección individual). Obviamente todo se está limpiando con lejía, pero te pones la de tus compañeros, que dejan colgadas, porque no hay más. Es tercermundista, la verdad”. “No soy microbióloga, infectóloga o intensivistas, estoy dando apoyo y a las órdenes de los especialistas y para mí -añade- es muy duro, porque, a veces, me pilla fuera de juego”.

García relata algunos episodios que ha vivido estos días y que le han dejado huella. Aunque la mayoría de los pacientes ingresados por Covid-19 son mayores de 65 años, también ha conocido casos de “gente joven, sin patologías previas, que ha acudido muy mal”. “Un día ingresé a un chico de 40 años, con neumonía bilateral. Llamé a su mujer para comentarle del estado grave de su marido. Ella me dijo que le cuidara mucho, que tenían dos hijos. Por fortuna está estable, pero son situaciones durísimas”.

Le apena profundamente la especial situación de los pacientes del Covid-19. “Hay enfermos que mueren solos, porque no pueden venir familiares a verles. Es muy duro, durísimo. Pensar que tu padre, madre ha fallecido…. y no has podido estar a su lado, es algo horrible”.

A la doctora, madrileña, aunque “segoviana de adopción”, le emocionan los aplausos que los segovianos dedican a los profesionales que, como ella, luchan contra la pandemia. “Los oigo y te sientes orgullosa de tu trabajo, que ejerces la profesión más bonita del mundo. Cuando, por ejemplo, me pongo en contacto en whatsapp con los padres del colegio de mis hijos, muchos me dicen ‘Lourdes gracias por lo que hacéis’. Eso es lo que me ayuda a levantarme y seguir peleando”.

La doctora admite que hay momentos de crisis emocional. “¡Claro que llegas a derrumbarte! Pero me digo que tengo que seguir para que más gente pueda curarse. Te derrumbas también cuando ves gente que fallece estando sana. ¡Un señor de 60 años que no ha pisado nunca un hospital, que la primera analítica es la que le hemos hecho…. Y fallece ¿cómo puede ser esto? No te lo explicas”. Lourdes García es madre de dos hijos de corta edad. “Tengo miedo a contraer el virus, pero no por mí, sino por contagiárselo a mi familia”.