Aurelio Martín

UNA COL

Aurelio Martín

Periodista


Daños colaterales

06/02/2022

Los servicios sanitarios reconocen que el largo recorrido de la pandemia –dos años ya de sobresaltos–  ha dejado huella en la salud mental de muchos ciudadanos,  que han acudido a las consultas, incluso, lo han ratificado en una semana los servicios de apoyo prestados por la Policía Local de Segovia al 1-1-2, donde se han concentrado seis casos de asistencia a personas por ingestión de medicamentos, aunque también se podía deber a un momento puntual.  No obstante, la fatiga es patente y los daños colaterales del virus también son muchos.  Gráficamente lo explica en una entrevista en estas mismas páginas el  vicedecano del Colegio de Psicólogos de Castilla y León, Jesús de Blas, quien asegura que las necesidades psicológicas «han explotado en la pandemia». La sexta ola ha afectado en esta provincia, desde el 6 de diciembre, a más de 18.000 personas.  
Pero si la detección y el seguimiento de las patologías que se consideraban más comunes se han relegado a un segundo plano, debido a la saturación de la atención primaria, dedicada plenamente a la detección y seguimiento de los casos de covid-19, lo que está haciendo saltar las costuras a este servicio esencial, hay otros problemas derivados de la salud que preocupan por su alta mortalidad a los que la sociedad les ha tratado siempre de esconder, por varias cuestiones, desde temas religiosos a vergüenza, o por entender que podrían tener un efecto llamada, pero que son una realidad que hay que sacar a la luz, como es el suicidio, aproximándose a él de una manera respetuosa y huyendo del sensacionalismo y el morbo. 
El Observatorio del Suicidio revelan un total de 3.941 muertes, en 2020, un 7,35% más que en 2019. La conducta autolítica sigue siendo la principal causa externa de muerte en España, triplicando casi a los accidentes de tráfico, multiplicando por 14 los homicidios y por 85 la violencia de género. Y de ella,  la incidencia de suicidio en pacientes con Trastorno de la Conducta Alimentaria es alta pero apenas se habla de ello y menos de si la atención que reciben es la que necesitan.  
Es patente que, como es lógico, haya campañas nacionales centradas en procurar el descenso de los accidentes de tráfico y tratar de concienciar a la sociedad de la lacra de la violencia machista,  pero nada contemplan las administraciones para establecer criterios de prevención de este problema,aumentando los recursos.   
Desde luego es de sentido común pensar que para prevenir hay que conocer y, sobre este aspecto, la labor de los medios de comunicación es esencial, pero antes la coordinación de todas las instituciones, muchas que solo aportan trabas disfrazadas de silencio, junto con sectores como la educación, los servicios sociales y las asociaciones de pacientes y familiares. Dentro de la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la UNESCO, han elaborado una serie de materiales y guías para reforzar las acciones de los países en materia de prevención del suicidio entre las que se encuentra promover la difusión responsable de los casos de suicidio. Esconder los casos es ocultar la realidad.