A por el reto de los 5.500 trasplantes

Pilar Mazo (EFE)
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La Organización Nacional aspira a mejorar sus datos y superar los de 2022 alcanzando los 50 donantes de órganos por cada millón de habitantes en un país que ya es un referente mundial

Las intervenciones de este tipo que se realizan en España duplican la media de la zona comunitaria. - Foto: E.P.

España sabe cómo hacer las cosas bien en este campo y por eso es ambiciosa en sus objetivos, así que a la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, no le tiembla la voz para contar que el reto que desde la entidad se plantean para este año es tratar de superar los 50 donantes de órganos y tejidos por millón de habitantes y los 5.500 trasplantes anuales en el país.

En 2022, «casi se alcanzó la tasa registrada en el año de récord en este ámbito, que fue 2019, y estoy convencida también de que en 2023 vamos a crecer aún más en la calidad», explicó ayer tras participar, en La Rioja, en la reunión del Grupo de Trasplantes de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias.

Según los datos de la ONT, el pasado ejercicio concluyó con una actividad de 2.196 donantes de órganos y tejidos en España, lo que se tradujo en una tasa de 46,3 por millón de habitantes, y se realizaron más de 5.300 trasplantes, que superan los 110 procedimientos por millón de habitantes. «Estas cifras superan, con creces, lo logrado por cualquier país de nuestro entorno y del mundo», subrayó.

Además, estos 46,3 donantes por millón de habitantes multiplican por cuatro la tasa de un país como Alemania, que está en 11 por millón, pero también duplica la media de la Unión Europea, con unos 19-20 donantes por millón, contextualizó la experta.

«Por lo tanto, la situación de España es absolutamente privilegiada» en donación y trasplante de órganos, lo que se debe «al modelo del sistema sanitario español, a la solidaridad de la población y al modelo de donación y trasplante, que es de gestión organizativa y con alta complejidad en personas fallecidas», sentenció.

Los números, precisó, «siguen siendo también importantes para la ONT porque el volumen de lista de espera es importante», ya que «sigue creciendo como algo inherente al envejecimiento de la población y a la carga de patologías asociadas».

Domínguez-Gil detalló que «cada vez tenemos las cosas más complicadas porque ha descendido mucho la incidencia de muerte encefálica, afortunadamente, en España y los potenciales donantes son personas de edad avanzada». Sin embargo, en la ONT «seguimos trabajando para responder a las necesidades de nuestros pacientes» y en seguir creciendo en donaciones y en trasplantes, indicó. Este reto, explicó, se sustenta en varios pilares, seguir creciendo en donación de órganos y tejidos en asistolia, procedentes de una persona a la que se diagnostica la muerte por una parada cardiorespiratoria, y que el pasado año representó el 42 por ciento de las donaciones. La directora asevera que todavía existe margen para seguir creciendo en este tipo de donación, en cuyo proceso el médico especialista en Urgencias ejerce un papel clave».