Territorio Hitchcock: hartos de las cagarrutas

Sergio Arribas
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Una colonia de grajillas inunda de ruidos y excrementos la avenida de la Constitución, mientras crece el hartazgo vecinal, que asiste impotente al baño diario de sus coches con unas heces corrosivas.

Territorio Hitchcock: hartos de las cagarrutas - Foto: Rosa Blanco

No sería mal escenario para el remake de 'Los Pájaros', la célebre película de suspense y terror dirigida por Alfred Hitchcock en 1963. Unos pájaros, en concreto una colonia de grajillas (Coloeus monedula), aterrorizan hoy a los vecinos de la avenida de la Constitución, aunque ya son muchos los que, a su pesar, ya están curados de espanto. Y es que, cada día, comprueban cómo sus vehículos aparcados en la calle amanecen cubiertos de excrementos; hasta el punto, según sus testimonios, de quedar casi irreconocibles, lo que obliga, casi también a diario, a acudir a la cercana gasolinera de ‘La Pista’ para dar al coche un rápido ‘manguerazo’. 

Las heces blancas son visibles en bancos, bordillos y aceras; y en general en toda superficie que se encuentre en el perímetro de los árboles de la avenida —plátanos y castaños de indias— donde duermen estas aves sedentarias de negro plumaje; muy arraigadas en Segovia, como lo demuestra la importante población que atesora el paraje de La Fuencisla desde tiempos remotos, hasta el punto de bautizar como Peñas Grajeras los cortados de rocas calcáreas que sobrevuelan el santuario de la patrona. 

Gustavo Sebastián está al frente de ‘Halconeros de Castilla’, una empresa que utiliza técnicas naturales para el control de las plagas basadas en la cetrería y que ya ha demostrado su eficacia en Segovia en el control de estorninos y grajillas.

Territorio Hitchcock: hartos de las cagarrutasTerritorio Hitchcock: hartos de las cagarrutas - Foto: Rosa Blanco

El cetrero acudió este martes a la avenida de la Constitución para diagnosticar la situación sobre el terreno. Cuenta que aparcó su coche bajo un árbol en el que identificó hasta diez grajillas dormitando.

Teniendo en cuenta que una grajilla defeca entre dos y tres veces a la hora, ese grupo de diez aves, solo en esa noche —diez horas—, es capaz de generar un mínimo de 200 deposiciones en ese punto. En los árboles de ambos lados de la avenida de la Constitución duermen hoy, según contabilizó el especialista, una colonia de entre 100 y 120 grajillas.

Para José Luis García, vecino de la zona, el cálculo del especialista se queda corto. «Solo hay que mirar el suelo y ¡ojo!, hoy parece menos por la última nevada, que arrastró los excrementos. Donde la parada del autobús se pueden quitar con un recogedor las heces. Tienen que ser 40 ó 50 en cada árbol», afirma este vecino. 
A José Luis, como a otros muchos residentes, «muchos días me toca ir de aquí con el coche a la gasolinera para lavarlo, porque hay veces que está hasta irreconocible». «Y no puedes usar solo el limpiaparabrisas porque las cacas encima queman la pintura», apunta el hombre, que también alude a los ruidos de las grajillas, al amanecer y al ocaso, aunque «esto es más soportable teniendo contraventanas o ventanas buenas». 

Territorio Hitchcock: hartos de las cagarrutasTerritorio Hitchcock: hartos de las cagarrutas - Foto: Rosa Blanco

En un momento de la conversación, José Luis señala los árboles que emergen tras los muros de la Base Mixta y que aparecen talados en sus ramas. «Ellos los podaron y eso ha volcado más pájaros a los árboles de la Constitución», sentencia.

«SON TERRIBLES». Jorge Marte, que regenta una pastelería en la avenida, afirma que «tengo que dejar aquí el coche y casi siempre me lo encuentro con excrementos», mientras el propietario de la frutería ‘El Niño’ habla de unos pájaros «terribles». «¡Es increíble cómo dejan aquí los coches! Creo que no hay manera de echarlos», añade. Otra vecina, Beatriz Sanz, asegura que «el día que aparcas justo donde se han posado los pájaros, te encuentras el coche repleto de excrementos. De hecho, hoy he tenido que llevar a lavar el coche porque estaba asqueroso», asegura.

‘Halconeros de Castilla’ trabajó ahuyentando estorninos y grajillas hasta el mes de diciembre, hasta que finalizó el contrato que la empresa firma cada año con el Ayuntamiento de Segovia para esta tarea.

Territorio Hitchcock: hartos de las cagarrutasTerritorio Hitchcock: hartos de las cagarrutas - Foto: Rosa Blanco

Gustavo Sebastián explica que hasta entonces trabajaron en la avenida de la Constitución, donde los estorninos han desaparecido —permanece una pequeña colonia en pinos y abetos del parque de la Dehesa—, aunque no las grajillas, que han encontrado aquí un lugar seguro para pernoctar, mientras durante el día suelen sobrevolar la zona del AVE y el barrio de Nueva Segovia.

«Buscan la protección de la ciudad. Duermen donde no hay depredadores nocturnos y por eso eligen zonas urbanas, aunque sean transitadas, como es esta avenida. No les asusta el ruido de los coches o de la ciudad, aunque ellas sí son muy ruidosas. Cuando llegan a dormir y se marchan, montan bastante escándalo», afirma Gustavo Sebastián.
Sin la vigencia de un nuevo contrato, según reconocieron fuentes municipales, la empresa no puede actuar para ahuyentar a las grajillas con métodos disuasorios, principalmente a través de la cetrería, aunque también con sonidos y luces potentes. El objetivo es espantar a las aves para que duermen en zonas donde no molesten a la población. 

En 2011 unos 44.000 ejemplares de estorninos pernoctaban en la ciudad, especialmente de estornino pinto, que visita Segovia en verano, mientras que la colonia permanente, mucho más reducida, de estornino negro, ya suele concentrarse en el parque de La Dehesa. En diez años, la empresa ha logrado reducir su presencia en un 90%, en la avenida de la Constitución, la Base Mixta y la de Juan Carlos I, según el cetrero, que asegura además que hace una década llegaban a pernoctar hasta 500 grajillas en esa misma zona, «tres o cuatro veces más que ahora». 

Sin un contrato en vigor para poder intervenir. El concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo, explica que su departamento formaliza todos los años un contrato para el control de poblaciones de aves, especialmente de estorninos y palomas, aunque también incluye las grajillas. «Hemos detectado el problema en la avenida de la Constitución y actuaremos lo antes posible. No tardaremos», asegura el concejal de IU. Sin embargo, todavía hay que superar algunos escollos burocráticos para ordenar la intervención. No hay contrato que lo ampare, aunque sea de forma temporal. Según Galindo, «el cambio de normativa en la ley de contratos nos está dificultando la agilidad a la hora de realizar contratos como éste, aunque sean menores. Antes se tramitaban de otra forma y era más fácil, pero estamos en ello. No se tardará», afirma el concejal, quien, por otra parte, asegura que ya ha pedido que se intensifique la limpieza de la avenida de la Constitución.

Galindo subraya que la intervención municipal está orientada a «minimizar» los problemas a la población por la presencia de las aves, a las que no se da muerte o captura, sino que se les ahuyenta a otras zonas donde puedan pernoctar sin generar molestias. «No podemos talar árboles, que generan grandes beneficios a la ciudad, y eso supone la presencia de aves. La biodiversidad de Segovia es muy importante y en nuestras manos está conservarla».