El parón de toda la actividad empresarial no considerada esencial que no pueda ejercerse por teletrabajo afectará de forma notable a la economía segoviana, lógicamente. No obstante, casi todas las empresas están aprovechando la moratoria para continuar activas este lunes, aclarar dudas y reorganizarse, al tiempo que la mayoría de las principales de la provincia, las que cuentan con plantillas más numerosas, podrán continuar por estar ligadas a la agroalimentación, la higiene íntima o el sector eléctrico, actividades clasificadas como esenciales. Está por verse, eso sí, en qué medida podría mantener alguna línea de producción a partir del martes Verescence, por ejemplo; y por otro lado, de un modo u otro, ninguna deja de estar expuesta a problemas eventuales que pudieran surgir como consecuencia directa o indirecta del coronavirus.
Huercasa, Dibaq, Pastisart (antigua Siro), Beam Suntory (DYC y Castellana), Copese, Uvesa, Pigchamp, Drylock u Ontex se encuentran por tanto activas y así esperan seguir al formar parte de ese grupo de actividades industriales esenciales, mientras la Federación Empresarial Segoviana (FES) no deja de recibir llamadas este lunes por las dudas de empresarios que aún no tienen claro si, efectivamente, deben parar a partir del martes.
Verescence, en concreto, cuenta con alrededor de medio millar de empleados y ha iniciado la semana con prácticamente la misma actividad que la pasada, que por otro lado ya estaba reducida prácticamente a la mitad por bajas en plantilla y por la necesidad de garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores en las circunstancias actuales. Lo que ocurra allí a partir del martes está por aclararse, aunque confía en poder mantener al menos la línea de producción de aisladores eléctricos, que está atendiendo mucha demanda de pedidos y representa un tercio de su actividad, aproximadamente.
La empresa de alimentación animal Dibaq, mientras tanto, mantiene el 100% de su actividad habitual “o incluso más” por el incremento de pedidos que ha registrado en las últimas semanas, según destaca su director general, José Luis Tejedor. Allí son unos 120 empleados, contando personal de oficinas que está teletrabajando; y sus instalaciones productivas “son prácticamente un búnker en cuanto a medidas preventivas”, asegura. “Como tenemos mucho perfil veterinario, tenemos experiencia en trabajar en medidas de bioseguridad y contención, así que estamos preparados por ello”, explica. “Lógicamente, estamos expuestos a la posibilidad de que un trabajador se contagie fuera, pero dentro estamos tomando todo tipo de medidas”, matiza, y de momento señala que no han sufrido percances de ningún tipo.
Ninguna baja tiene en su plantilla la fábrica segoviana de Drylock, que además ya incorporó a doce nuevos trabajadores en las últimas semanas y prevé que lleguen otros diez el 16 de abril, con lo cual ya serán 163. Todas sus líneas producen pañales, actividad esencial, y su demanda ha aumentado en estas semanas alrededor de un 45% por pedidos desde Alemania, Portugal, Francia y España. También continúa activa la otra gran empresa segoviana que trabaja en productos de higiene, Ontex, aunque no aporta datos oficiales concretos.
Huercasa, por su parte, sigue con su actividad, aunque teme dificultades para sobrellevar la ‘temporada alta’. Cuenta con unos 150 empleados en plantilla fija y continúan trabajando, pero se avecina la campaña de recogida y venta de maíz, para la cual esta empresa suele ampliar hasta rondar los 400 efectivos en total, y “no va a ser fácil” incorporar ese personal en las condiciones actuales.
También mantiene su actividad Copese, pero hoy sí tuvo dificultades para que le hicieran unos trabajos de mantenimiento en una granja. Una empresa externa debía ir allí a terminar la reparación de un tejado y, a pesar de que contaba con un certificado y más documentación que le había preparado Copese para facilitar su desplazamiento, le costó llegar más de la cuenta por "algunas pegas" de las autoridades, ante las dudas que genera interpretar qué se considera actividad esencial y qué no. Grupo Copese emplea a más de 300 trabajadores y aunque sigue en marcha, en la última semana ha notado cierta descenso de la demanda de carne, tras remitir la psicosis por el acopio de comida en los primeros días del Estado de Alarma.
Pastisart, la antigua Siro, tiene todas sus líneas de producción de El Espinar “trabajando con normalidad”, aunque “adaptada a las circunstancias y los protocolos de seguridad que se van transmitiendo”, matizan fuentes oficiales de la empresa, que cuenta con unos 150 trabajadores en la provincia. La actividad de unas y otras líneas “varía en función de los pedidos que van entrando, pero ninguna está inactiva”, matizan.
También continúa Beam Suntory (DYC y La Castellana) con sus más de cien trabajadores. Y además, a la espera de resolver trámites con el Ministerio para enviar “pronto” los 150.000 litros que ha producido para hidrogeles de manos.
Por citar un ejemplo de empresa tecnológica y al mismo tiempo de agroalimentación, ahí está la segoviana Pigchamp. “Estamos bien dentro de lo mal que está todo”, valora su director, Carlos Piñeiro. Allí son 34 empleados y la mayoría teletrabaja, con la excepción del personal ligado directamente a la actividad de su granja, donde una parte de la labor sólo puede ser presencial.
Y mientras tanto, como resumen desde la patronal FES, sobrellevando las demás empresas un día de transición hacia el parón total en todo aquello que no sea esencial o que no haya podido adaptarse al teletrabajo.