3 de cada 4 edificios no están preparados para ahorrar energía

Nacho Sáez/ Héctor Jiménez
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Solo un 25% de los 13.500 inmuebles certificados en Segovia desde 2013 han aprobado en eficiencia frente al frío o el calor.

Un edificio en construcción en Segovia. - Foto: Rosa Blanco

El aire acondicionado a 27 grados y la calefacción a 19. Y los escaparates, apagados a partir de las diez de la noche. Es el mantra con el que los ciudadanos se han quedado del decreto de medidas energéticas aprobado por el Gobierno en los pasados días, en un intento por ahorrar de cara al duro invierno que todos predicen por culpa de la guerra de Ucrania y las tensiones internacionales. Hay que gastar menos energía, hay que enfriar menos en verano y calentar menos en invierno para tratar de consumir menos electricidad y menos gas, pero más allá de lo que establezcan las medidas teóricas lo cierto es que nuestro parque inmobiliario no está bien preparado para el ahorro energético.

Apenas el 25% de los edificios de la provincia de Segovia aprueba cuando se somete a la elaboración de los certificados de eficiencia energética, una obligación vigente desde junio del año 2013 para todos aquellos inmuebles de nueva construcción, los que tengan un uso público y los que sean vendidos o alquilados. A lo largo de los últimos nueve años, y según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León, ya se han emitido en el territorio segoviano un total de 13.495 certificados, así que la muestra es ya suficientemente amplia como para poder obtener conclusiones. Y una de ellas es que nuestras casas y nuestros lugares de trabajo pierden calor y frío a espuertas.

Los certificados energéticos se clasifican según letras y colores, como ocurre por ejemplo con las etiquetas de los electrodomésticos. Van de la A a la G, siendo la A la de calificación más eficiente y G la de peor. Y de los más de 14.000 certificados emitidos para todos los edificios de la provincia de Segovia, son menos de 3.300 los que consiguen calificaciones A, B, C o D. La mayor parte, además, se sitúan en esta última, que supondría un aprobado raspado.

3 de cada 4 edificios no están preparados para ahorrar energía3 de cada 4 edificios no están preparados para ahorrar energía

El gran pelotón del parque inmobiliario se sitúa en la letra E, donde entrarían aquellas edificaciones construidas antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación de 2007, una normativa mucho más exigente que las anteriores y de la que quedaron exentos los grandes desarrollos residenciales de los años 80 y 90. Antes, durante el tardofranquismo, el uso de aislamientos adecuados ni siquiera era obligatorio así que no importaban demasiado las pérdidas de temperatura.

De ahí que exista un 11% de edificios que solo logran la calificación F y más de un 12% que se llevan un clarísimo suspenso al quedar calificados como G, la más pobre de las consideraciones en eficiencia energética, siempre según la estadística que facilita la Junta y que también especifica cada una de las tipologías de edificios.

Esto permite distinguir entre aquellos que tienen uso residencial o terciario, y fijándonos en los grupos más numerosos podemos conocer cuál es la eficiencia energética de las viviendas unifamiliares, las construidas en bloques, las oficinas o los locales.

POR TIPO DE EDIFICACIÓN. Las primeras, con un total de 5.225 certificados energéticos tramitados en la provincia de Segovia desde junio de 2013, ofrecen un resultado muy similar a la media: el 30% obtiene calificaciones situadas entre las letras A y D. Sin embargo, entre los bloques residenciales colectivos los aprobados se limitan al 15% del total. Por el momento, las exigencias gubernamentales con el ahorro energético no afectan a las viviendas, sino que para el conjunto de los ciudadanos se quedan en una mera recomendación. Las que sí estarían afectadas son las oficinas al ser centros de trabajo, y también los locales comerciales.

Entre estos últimos el porcentaje de aprobados en eficiencia es superior al de los domicilios, pues llegan a un 41,20% de etiquetas por encima de la letra E. Se observa, sin embargo, un gran contraste entre los locales puesto que hay también altos porcentajes de calificaciones bajísimas (G o F), que entre ambas suman más del 30%. Por su parte, las oficinas obtienen una nota superior a la de los locales pues el 64,66% puede presumir de estar por encima del aprobado. Hay un llamativo 14,80% en la letra C y casi un 43% en la D, lo que permite a estos centros de trabajo ofrecer un resultado más digno. En cualquier caso, y como ocurre en el conjunto del parque inmobiliario segoviano, el panorama global está muy lejos de ser idílico porque la ineficiencia es la norma común.

De nuevo el pasado 1 de agosto, y unas pocas horas antes de que el Gobierno central confirmase las medidas de ahorro que ya se habían filtrado a lo largo del fin de semana, la administración autonómica anunció la convocatoria de ayudas a la rehabilitación de edificios y a la mejora de la eficiencia energética en viviendas con un importe inicial de 37,5 millones de euros, enmarcado en los programas de ayuda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation financiados por la Unión Europea. Se trata de dos líneas de subvenciones diferentes cuyo plazo de solicitudes se extenderá hasta junio de 2023, de las que se podrán beneficiar actuaciones iniciadas en fecha posterior al 1 de febrero de 2020.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Segovia, Alberto López Estebaranz, destaca la rentabilidad de estas actuaciones para las comunidades de propietarios. « Combinándolo con mejoras de accesibilidad la financiación puede estar cubierta por la subvención», señala, al tiempo que pone el acento en el ahorro energético que supone. En su opinión, La Albuera, El Palo y la primera parte de Nueva Segovia son los barrios más susceptibles de acometer estas mejoras. «Para los que tienen un consumo energético muy alto, su capacidad de mejora es muy grande. No solo por poner un abrigo por el exterior, que es el sistema que llamamos SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior). Como están fuera del recinto amurallado se pueden poner placas fotovoltaicas en sus cubiertas en muchos de ellos. La combinación de estos dos sistemas supone una mejora en eficiencia energética del 80 por ciento. Es muy significativo», indica.