Estoy a favor del ahorro energético pero...». Natalia Garrido, de la tienda La Roca, no entiende las medidas adoptadas por el Gobierno. «Si un comercio tiene la puerta cerrada el cliente no entra. Un comercio pequeño no tiene nada que ver con las grandes superficies y con el tema del ahorro energético ya nos hemos gasta un dineral en elementos de poco consumo. Deberían a lo mejor mirar cuánto es nuestro consumo y, si consideran que es excesivo, que nos restrinjan. Somos los mayores interesados en no tener gastos. Luego hay otro tema que es el de la alimentación. Sanitariamente los alimentos tienen que estar a una temperatura sin necesidad de estar en una cámara frigorífica, así que hay una contradicción. No es lo mismo una librería que una tienda de alimentación. Falta un poco de estudio», señala.

La mayoría de los comercios de Segovia cumple con la obligación de tener apagados los escaparates a las diez de la noche, pero se muestra más reticente con poner el aire acondicionado a 27 grados y con tener la puerta del establecimiento cerrada si está encendido. «Me parece una sandez y seguir buscando soluciones que no tienen lógica. Seguimos coartando la libertad de la gente y no es una solución estudiada, ni consensuada ni lógica. Me interesa que mi cliente esté a gusto y que mi negocio sea agradable y por supuesto que no me interesa gastarme los dinerales que me estoy gastando por la incompetencia de quienes ahora nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Nos llevan a una situación de desamparo y de ruina y ahora me obligas a poner una puerta corredera», se queja Wenceslao Huertas, del establecimiento Montón de Trigo, Montón de Paja.

En la Calle Real, por ejemplo, un buen número de comercios mantenía este jueves al mismo tiempo la puerta abierta  y el aire acondicionado encendido al menos catorce continuaban con sus escaparates encendidos más allá de las 22.00 horas. María Julia Jiménez, responsable de la tienda La Esfera, situada en Muerte y Vida, ha decidido apagar el suyo. «Para ahorrar creo que son positivas estas medidas, pero me parece que la gente no las va a cumplir. En el Mercadona he pasado un frío», apunta.

Apagón a medias - Foto: Rosa Blanco

El presidente de la agrupación de comerciantes Fecose, Roberto Manso, defiende el compromiso con la legalidad del tejido económico segoviano. «Casi todos tenemos la puerta abierta porque tenemos el aire acondicionado apagado. El mío lleva averiado veinte años. Hay locales que regulan muy bien la temperatura, porque están bien aislados o tienen sótanos, y no les afecta el decreto. Veo que como es una obligación legal todo el mundo lo está cumpliendo», subraya. Sin embargo, se muestra en contra del Real Decreto del Ejecutivo de Pedro Sánchez. «estas medidas las han puesto para distraer la atención de otras cosas más importantes, como la inflación, pero está claro que son improvisadas y que están llenas de lagunas. Puedes apagar el escaparate a las 22.00, encenderlo a las 22.01 y es legal; la temperatura es más flexible… Lo volverán a cambiar porque no es lo mismo una zona climática que otra, unos locales que otros… El decreto está totalmente improvisado, lo han hecho deprisa y corriendo y no han contado con la opinión de las partes afectadas. Estas medidas se deben hacer como recomendación, no como obligación. Estamos machacados a normativas, cuotas e inspecciones y esto es otra cosa más para coartar nuestra libertad», argumenta.

El Ayuntamiento de Segovia comenzó el martes, horas antes de la entrada en vigor de la normativa, a aplicar los cambios en la temperatura. Ya no se ilumina la Casa Consistorial pasadas las 22:00 horas y tampoco lucen ni funcionan las fuentes ornamentales. Fuentes de la Diputación y la Delegación Territorial de la Junta confirman que, en los espacios dependientes de ambas administraciones, se cumple con lo dispuesto en el Real Decreto. «Las medidas relacionadas, por ejemplo, con el apagado de escaparates no tienen realmente un impacto», ha señalado el diputado del PSOE por Segovia, José Luis Aceves, quien ha vaticinado, además, que el revuelo generado se habrá olvidado en unas semanas: «Se demostrará que es solo ruido».