Las obras de la SG-20, también de noche

D. Aso
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La empresa encargada del trazado que va de la CL-601 a la N-110 extenderá la capa de rodadura final en horario nocturno para acabar en un mes el primer tramo, mientras la otra mitad de la variante podría demorarse hasta el primer trimestre de 2020

Las obras avanzarán con el corte del ramal que conecta Segovia con Ávila, si bien el desvío se resolverá sin rodeos, desde la misma rotonda de La Choricera. - Foto: Rosa Blanco

No es que las obras de desdoblamiento de la SG-20 vayan a tardar más tiempo del que necesitaron los romanos para hacer el Acueducto, como decía el ‘francotirarock’ en su popular monólogo de hace unos meses sobre la variante, pero la sensación de eterna provisionalidad no se la quita nadie al usuario habitual de esta vía, ya sea segoviano o conductor de paso hacia Madrid, Valladolid u otras provincias vecinas. Tampoco el ‘cerco’ a Segovia será tan serio como el de Kabul, ni la SG-20 la versión viaria de una escape room, o un circuito de micromachines que Carlos Sainz decidió evitar desviándose por Arévalo, pero ahí queda a pie de obra una broma pesada que hace tiempo que empezó a alargarse más de la cuenta.

No en vano, sin necesidad de remontarse al hecho de que ya en 2002 el Gobierno anunciara el desdoblamiento (apenas un año después de inaugurar la variante con un único carril por sentido en casi toda su extensión), sólo durante 2018 y 2019 ya se han ido coleccionando cambios de guión que no han hecho más que agravar la desorientación general sobre lo que queda por hacer y el tiempo que falta para ver debidamente practicable esta vía.

De hecho, Fomento, que ya en 2013 decidió dividir el proyecto en dos subtramos (A y B), informó el pasado mes de junio de que la apertura definitiva del que va desde la carretera de La Granja (CL-601) hasta la N-110 (Ávila), el B, con una longitud de 7,13 kilómetros que incluye la conexión con la AP-61 (Madrid), era cuestión de días; pero finalmente eso sucederá en un mes, aproximadamente. Y el otro subtramo, el A, con 8,4 kilómetros entre la Autovía de Pinares (A-601) y la CL-601, señaló que se acabaría en «unas semanas», cuando, en el mejor de los casos, entrará en servicio por completo a finales de este año, aunque es probable que haya que esperar hasta bien entrado el primer trimestre de 2020.

El subtramo ?de la SG-20 que va de la A-601 a la CL-601 se prevé que siga de obras entre cuatro y siete meses más. El subtramo ?de la SG-20 que va de la A-601 a la CL-601 se prevé que siga de obras entre cuatro y siete meses más. - Foto: Rosa Blanco

Las obras de los dos subtramos se adjudicaron a finales de 2015 con idea de iniciarse a principios de 2016 con un plazo de 36 meses, tres años justos, por lo que ambos suman ya más de medio año de retraso y subiendo. El subtramo B se adjudicó a Azvi, que es la compañía que se prevé que termine en septiembre; y el subtramo A es de Dragados, que ha tenido que lidiar con más imprevistos que la otra adjudicataria. Entre los episodios más sonados destaca el que provocó la presencia de más de 17.000 metros cúbicos de residuos de un vertedero en la zona de apoyo de los pilares de ampliación del puente sobre el Eresma, lo cual ralentizó o incluso paralizó las obras durante meses, hasta que se resolvió el problema con un modificado del proyecto a finales del pasado año.

El precio global de adjudicación, por cierto, se rebajó más de un 30% para quedarse en 45,01 millones, 21 menos, debido a la fuerte competencia que hubo por obtener estos contratos, con más de 30 empresas aspirantes a cada subtramo. Unas condiciones «ventajosas» de contratación para Fomento que después han alimentado las dudas sobre los medios dispuestos por las empresas para cumplir sus calendarios.

No obstante, volviendo al estado de ejecución del subtramo B, la subdelegada del Gobierno en Segovia, Lirio Martín, informa a El Día de que Fomento ha acordado con Azvi la contratación de «un turno de trabajo añadido» para llevar a cabo de noche la extensión de la capa de rodadura final (tres centímetros de asfalto), que es lo último que falta en esta parte. Así «se minimizarán las molestias al tráfico» y también se pretende asegurar que, si no sucede nada extraño, efectivamente este subtramo se pueda estrenar hacia el final del mes de septiembre. «Sí que habrá cortes puntuales, pero esperemos que produzcan las menores molestias, que para eso se va a trabajar en turno de noche», incide.

De las últimas afecciones al tráfico informaba también Fomento el 23 de agosto a través de un comunicado que, sin animo de convertirse en monólogo cómico, fue tomado a broma en redes sociales por la cantidad de tecnicismos que dificultaban su comprensión: «Corte del ramal de acceso desde la vía colectora de la AP-61 a la SG-20», «corrección de la rasante de las calzadas troncales bajo la estructura que conforma el enlace con la carretera SG-V-6123»... En resumen, trabajos puntuales que iban a afectar al tráfico de forma paulatina desde el inicio de la semana pasada, aunque finalmente se retrasaron unos días más debido a la tormenta del martes 27 de agosto.

En busca de una traducción contrastada de aquel comunicado, El Día contactaba la semana pasada con la subdelegada del Gobierno. Sin ir más lejos, para traducir por ejemplo la primera afección al tráfico que se anunciaba: «Corte del ramal de acceso desde la vía colectora de la AP-61 (sentido San Rafael) a la SG-20 (sentido Ávila) durante un plazo estimado de un mes», y «apertura del ramal de acceso desde la vía colectora de la AP-61 (sentido San Rafael) a la SG-20 (sentido Valladolid), así como el restablecimiento de la circulación rotatoria en la glorieta de enlace con la carretera CL-601».

«Ahí se está hablando de la rotonda de La Choricera, para que nos entendamos», empieza Martín, y «en realidad esto prácticamente no va a afectar al tráfico». «Allí se va a cortar la carretera que ahora mismo utilizamos desde La Choricera para salir hacia Ávila porque se va a adaptar ese tramo a la nueva configuración del tráfico, pero se va a habilitar una alternativa allí mismo», por eso no se prevé que afecte apenas a los conductores. «Se usará otro acceso en forma de lazo de los que hay allí mismo», por lo que esto no conllevará ningún nuevo rodeo kilométrico.
Asimismo, cuando Fomento cita la glorieta de enlace con la CL-601 se refiere a la de LaGranja, que volverá a funcionar como rotonda «la próxima semana o, como mucho, la siguiente». Es decir, que hablando de largos rodeos en estos años de obras, a partir de entonces al menos desaparecerá este que obligaba a ir hacia Palazuelos para dar la vuelta, dado que no se podía hacer la rotonda.

El cambio más problemático. La mayor afección al tráfico de los próximos meses puede tener como epicentro la rotonda de San Cristóbal, aunque las ha habido peores en los últimos años. Decía el comunicado de Fomento del día 23 que «la corrección de la rasante de las calzadas troncales bajo la estructura que conforma el enlace con la carretera SG-V-6123 (enlace de SanCristóbal) requerirá el corte total de este tramo (...), desviándose todo el tráfico a través de sus ramales de enlace durante un plazo estimado de tres meses». 

Tal y como reconoce la subdelegada, «dicho así -como en la nota- parece complicado pero no lo es tanto». El caso es que actualmente el puente de San Cristóbal no está a una altura suficiente como para asegurar que puedan pasarlo por debajo sin problemas ciertos camiones cuando circulen por la SG-20, así que como el puente no piensa elevar más, evidentemente, lo que toca es bajar la rasante de la carretera. «Vulgarmente hablando, se pica la carretera para bajarla y después se echa de nuevo asfalto», trabajos que son los que pueden llevar unos tres meses y que llevaran a desviar el tráfico «por arriba, por la rotonda de San Cristóbal», incide la subdelegada.

Ahí puede venir la mayor confusión, ya que en ese intervalo de tres meses en el que los coches que circulen por la SG-20 deberán subir por los ramales hacia esa rotonda, resulta que serán estos los que tengan la prioridad, así que los vehículos que ya estén dentro de la rotonda deberán ceder el paso, al contrario de lo que dice la norma general respecto a las rotondas. «Eso es lo que puede originar la mayor problemática, ya que todos estamos mentalizados de que en una rotonda la prioridad la tiene el que está girando y en este caso va a ser al revés, de tal forma que, si se produce allí un atasco, este no termine afectando a la vía principal», continúa Martín, quien aclara que, «de todas formas, se reforzará especialmente la señalización de este punto» para prevenir peligrosos despistes.

demoras. En palabras de la subdelegada del Gobierno, «si estas obras se hubieran gestionado adecuadamente, tendríamos que haber abierto los dos subtramos este verano». «El plazo de Azvi está dentro de lo razonable», añade, aunque, siendo rigurosos, en realidad las obras debían haber acabado en los primeros meses de 2019.

«Si no hubiéramos tenido los problemas que tuvimos cuando entramos el año pasado (tras la moción de censura a Rajoy y el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente el 1 de junio de 2018), que nos encontramos una obra prácticamente paralizada por cuestiones como la del vertedero... Ahí ha estado el principal retraso, porque de no haberse producido eso se habría podido abrir todo ahora», asegura Martín.
Sin embargo, toca mentalizarse de que este segundo subtramo no estará completamente operativo como mínimo hasta finales de año, y probablemente más tarde. «Todo depende de las condiciones meteorológicas. Si vamos bien podemos acabar en torno a diciembre o enero, y si el tiempo es complicado, podemos estar hablando hasta de dos meses más». Es decir, marzo.

«Sinceramente, agradezco la paciencia que están teniendo los ciudadanos del alfoz y los de Segovia que nos movemos por esta vía, las empresas, los comerciantes... Les pido un poco más de paciencia», dice Martín. Paciencia obligada, por otro lado, digna de otro monólogo.