El presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pidió ayer «generosidad» y «desterrar las posiciones personales» a los dirigentes de su partido para «volver a la senda de la victoria rotunda en Castilla y León» con motivo de las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo mayo en toda España.

Durante su intervención en la clausura del Comité Ejecutivo Autonómico del PP, Mañueco recordó que «en poco más de diez meses, tendrán lugar las elecciones municipales y las autonómicas en algunas comunidades», señalando que no será el caso de Castilla y León ya que «el Estatuto nos permite prorrogar cuatro años esta legislatura».

Así, centrado en las municipales, Mañueco pidió una «reflexión» a los dirigentes para «volver a la senda de la victoria rotunda» a través de «trabajo en equipo y con una dirección única» que establezca 2.248 candidaturas «no de amigos, sino ganadoras, como ha hecho siempre el PP». Para ello, consideró que es necesario «generosidad para pensar en el partido y el proyecto colectivo, desterrando nuestra posición personal», así como «integración» con la que se implique «a todas las personas», siendo capaces de «abrir las manos y contar con todo el mundo, con los que quieren estar y con los que se fueron y quieren volver».

«Tenemos la maquinaria bien engrasada y estamos en marcha», esgrimió Mañueco, que tras ello anunció el nombramiento de Ángel Ibáñez como coordinador autonómico para las elecciones municipales, destacando su «trayectoria y eficacia» así como su apuesta «por el municipalismo» como aval para que el PP «vuelva a una victoria rotunda, clara y sin ningún tipo de duda».

Cambio de ciclo.

El presidente planteó para ello a los afiliados y simpatizantes que durante estos meses defiendan la «gestión eficaz» de su formación, manteniendo la «serenidad y tranquilidad» frente a «los debates estériles y de trincheras» a los que, aseguró, quieren llevarles quienes «no se preocupan por los problemas reales de la gente».

Defendió en ese sentido que el PP sí lo hace desde «la moderación, la centralidad, la defensa del Estatuto de Autonomía y la Constitución, de la libertad y de la igualdad de todos los españoles», frente a un PSOE que «no se reconoce a sí mismo».

Mañueco aseguró que es «el sanchismo y su variante autonómica, el tudanquismo, el que está acabando con el socialismo» por no ser «capaces de defender el castellano» y por «indultar a golpistas, romper el consenso sobre el Sáhara, colonizar instituciones independientes para imponer su relato y pactar con Bildu sobre la memoria histórica».

«El Gobierno de Sánchez está paralizado, superado y es incapaz de afrontar la situación social y económica que vivimos en nuestro país», continuó, según informa Ical.

Frente a ello, el presidente del PP aseguró que «lo que quiere la gente en Castilla y León y en España es la eficacia en la gestión» que representa el proyecto del Partido Popular liderado por Núñez Feijóo, que está «calando e ilusionando a todos los españoles desde la moderación, la centralidad y la experiencia».

«Es un proyecto de futuro y solvente», concluyó, afirmando que con la victoria «aplastante» de Juanma Moreno en Andalucía ha iniciado «una situación de cambio de ciclo político» en España.

35 años de gobiernos del PP.

Por otro lado, Mañueco anunció la celebración en septiembre de un «gran acto» para conmemorar los 35 años de gobiernos del PP en Castilla y León y «poner en valor las políticas del PP que han contribuido a la modernización regional desde la moderación y la centralidad».

«Vamos a celebrar esos 35 años de deber cumplido, de autonomismo útil y leal para las personas de Castilla y León y para España», esgrimió Mañueco, que aseguró que se ha demostrado la «sintonía» entre los castellanos y leoneses y el PP, aunque reconoció que «queda mucho por andar».

En ese sentido, apuntó el presidente del PP que en los momentos actuales la Comunidad necesita «modernizarse más rápidamente que nunca» y planteó que los dirigentes populares sean «el motor que impulse la modernización» tras la victoria en las urnas de febrero.

Unos comicios en los que «nos otorgaron la victoria y nos pidieron diálogo y un gobierno fuerte». El PP escuchó y conformó «un gobierno estable y con un buen programa».

Frente a ellos, reivindicó Mañueco las medidas de la Junta basadas en «el fortalecimiento de nuestra economía y la mejora de los servicios públicos» y para ello ha aprobado un plan anticrisis para ayudar «a personas y familias» con 70 medidas con casi 500 millones y se está «volcando» en la mejor de los servicios públicos con los 20 millones para el tejido asociativo, la teleasistencia avanzada o el plan de choque contra las listas de espera.