La Policía Local de Segovia ha interpuesto 17 denuncias a usuarios de vehículos de movilidad personal o VMP (patinetes eléctricos, fundamentalmente) y otras dos a ciclistas en lo que va de año. La infracción que se ha penalizado con más frecuencia es circular por aceras o vías peatonales como la avenida del Acueducto o la Calle Real, donde no es difícil encontrarse con tales conductas, cuando la ley dice que toca bajarse y caminar, tal y como se indica en señales instaladas el mes pasado, precisamente, en varios puntos de la avenida del Acueducto. Pero también se ha sancionado por ir dos en el mismo vehículo, y al menos en dos ocasiones, incluso por alcoholemia o por consumo de drogas ilegales.

Si son muchas o pocas denuncias, depende de la opinión de cada cual y con qué se compare. Las 17 que han recibido usuarios de VMP pueden considerarse un número importante, por ejemplo, en proporción con la cantidad de vehículos de este tipo que tiene controlados la Policía Local en la ciudad: «Alrededor de 80», según el intendente jefe, Julio Rodríguez Fuentetaja. Explica que los agentes suelen parar a los usuarios no identificados para apuntarse sus datos, hacer una foto al patinete y otra al número de serie; así empezaron a elaborar un censo en los últimos meses de 2021 y por ello cuenta con que ya estén registrados la mayoría, aunque no todos.

También habrá quienes piensen que 17 denuncias son pocas, teniendo en cuenta la frecuencia con que se ven VMP por aceras o zonas peatonales; o una broma frente a las más de 10.000 que se contabilizan en Madrid cada mes; pero, objetivamente, ya es un hecho que nunca se habían puesto tantas en Segovia, tal y como confirma Rodríguez Fuentetaja, aparte de que todo apunta que seguirán en aumento, dado que el uso de bicis, pero sobre todo de patinetes eléctricos, no deja de crecer. Por de pronto, salen mucho más baratos que un ciclomotor y requieren menos requisitos administrativos, ya que además su regulación se va desarrollando con lentitud y por píldoras, mediante reformas parciales promovidas en los últimos años por la Dirección General de Tráfico que, por otro lado, no dejan de generar confusión entre quienes deben cumplir la ley e incluso entre quienes deben aplicarla. 

Un usuario de VMP circula por la acera, prescindiendo del controvertido carril bici de Santa Eulalia y Blanca de Silos. - Foto: Rosa Blanco

«Tráfico ha ido sacando algunas medidas para regular estos vehículos, como por ejemplo el límite de velocidad de 25 km/h, que sólo pueda ir una persona por patinete o que no circulen por zonas peatonales y aceras, sino por la calzada», resume el jefe de la Policía Local de Segovia. «Y nosotros, en base a esa legislación, lo que más estamos controlando es por dónde deben circular, que eso ha quedado claro y debe cumplirse», recalca. «Pero quedan otros temas por regular, lagunas podríamos decir, como si deberían tener seguro específico», una cuestión que la DGT ya decía tener «en agenda» en 2021 para hacerlo obligatorio, pero sin avances claros al respecto desde entonces. «También está el tema de si deberían llevar matrícula, si el usuario debería contar con algún tipo de permiso o licencia de conducción, la edad mínima para llevar un VMP… Son muchos flecos, y entre ellos está también el de la obligación de utilizar casco, que esa es una cuestión que ahora tenemos en 'stand by' porque no está nada clara», advierte.

CASCO OBLIGATORIO. La última reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial incorpora la obligatoriedad del casco, e incluso la DGT llegó a informar de ello con infografías, pero se quedó a medias con el texto legal publicado. Se trata de la modificación del artículo 47, vigente desde el pasado 21 de marzo pero incompleto, ya que contempla que «el conductor de un vehículo de movilidad personal estará obligado a utilizar casco de protección», si bien cierra esa misma frase con la coletilla «en los términos que reglamentariamente se determine». ¿Qué «términos»? ¿Los que marque la DGT más adelante? ¿Los que considere cada Ayuntamiento en su normativa local? «Hemos trasladado la duda recientemente a la Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia, y una vez nos responda, actuaremos de acuerdo con las indicaciones que nos dé», responde el jefe de la Policía Local.

No obstante, según la información recabada por El Día en el transcurso de la elaboración de este artículo, coincide que el Ayuntamiento de Zamora, casi en paralelo al de Segovia, también trasladó una consulta similar a su respectiva Jefatura Provincial de Tráfico. Lo hizo concretamente el pasado 27 de mayo, y recibió contestación el 7 de junio a través de una comunicación firmada por el jefe de la unidad de normativa de la DGT, Francisco de las Alas-Pumariño, en la cual viene a confirmar que todavía no se puede multar por circular sin casco.

Por aceras y vías peatonales solo se puede ir a pie, como indica la señal y como hace este usuario de patinete eléctrico. - Foto: Rosa Blanco

En dicha respuesta puede leerse que, «habida cuenta de que hasta la fecha no ha sido modificado el Reglamento General de Circulación desarrollando esta previsión legal, el conductor de un vehículo de movilidad personal no está obligado a utilizar el casco de protección en ningún caso, tanto si circula por municipios que han regulado este aspecto mediante ordenanza municipal, como si lo hace por aquellos que no lo hayan hecho». Por tanto, «teniendo en consideración lo anteriormente expuesto y en base a ese segundo párrafo del artículo 47, a fecha de hoy, no es posible imponer sanciones a aquellos conductores de VMP que no utilizan el casco, debiendo esperar a su regulación en una futura modificación del Reglamento General de Circulación», según se añade en la respuesta dirigida al Ayuntamiento de Zamora.

También se reseña que dicha cuestión ya se recogía en una «instrucción» emitida meses atrás, en la cual se aclaraba que la aplicación de la obligatoriedad del casco «se retrasa hasta el desarrollo reglamentario por medio de una próxima modificación del Reglamento General de Circulación», hoy por hoy todavía pendiente. Sin embargo, en vistas de las dudas no sólo de la Policía Local de Segovia, sino también de la de Zamora, parece evidente que la difusión de aquella instrucción, denominada SANC 22/06, no fue la mejor, agravando más una confusión que no cesa, ante una sucesión de reformas parciales por parte de la DGT que en ocasiones chocan además con ordenanzas de circulación de otros municipios del país donde sí se contempla la obligación de llevar casco si se circula con VMP, a pesar de que multar por ello, hoy por hoy, no es legal.

El problema es que haya podido caer alguna multa puntual por no llevar casco también en Segovia. Los datos al respecto no los maneja realmente la Policía Local, sino el departamento municipal de Tráfico, desde donde esta semana aseguraban a El Día que no pueden detallar cifras concretas sobre las denuncias puestas a VMP por tipo de infracción, más allá de la cifra total y la estimación de Policía Local de que son mayoría las debidas a circulación indebida por aceras o vías peatonales. Una infracción que se considera leve y se sanciona con 100 euros que se quedan en 50 con el descuento del 50% por pronto pago; es decir, si se utiliza el procedimiento abreviado para el abono, y por tanto sin recursos de por medio. En cuanto a la segunda infracción más habitual, la de ir dos personas en el patinete, la sanción sube a 200 euros que se pueden quedar en 100. Y respecto al uso del casco, Rodríguez Fuentetaja incide en que la decisión de dejar el control de esa cuestión «en stand by» se tomó «hace ya muchos meses». 

Quien sí estaba al tanto del marco normativo actual de los VMP es un particular, el segoviano Jesús Chamorro, que es quien facilitó a El Día el acceso a la información sobre el escrito de respuesta de la DGT al Ayuntamiento de Zamora y quien, hace ya más de tres años, promovió la creación de un grupo de usuarios de VMP que es lo más parecido a una asociación a escala local en Segovia, aunque no se llegara a constituir formalmente como tal. Atrajo a unos 25 para tratar de hacer fuerza y reivindicar la regulación del uso de estos vehículos en la ciudad, donde el Ayuntamiento no les permitió circular ni por calzadas hasta la reforma de Tráfico que entró en vigor al inicio de 2020. Y con 60 años de edad, nada tiene que ver con el perfil tópico de usuario de patinete eléctrico.

«Cuando hice el grupo encontré a gente de la misma quinta que yo y de todos los ámbitos laborales: desde médicos hasta abogados, carpinteros, administrativos… Estábamos como perseguidos por cómo se interpretaba la normativa aquí», ya que sólo se permitía ir en VMP por carriles bici y entonces en la ciudad sólo estaban los de Padre Claret y el parque del cementerio, cuando la mayoría de capitales de España ya se había adaptado para facilitar que circularan en alguna medida.

«MIEDO Y RESPETO». «Ahora la situación es muy diferente a la de hace tres años gracias a que el Ayuntamiento ha dado un giro de 180 grados con nosotros. Nos van aceptando y se ha visto con los carriles bici, que hasta hace apenas un mes no había ni un dibujito de un patinete», continúa Chamorro. «Pero sí puedo decir que la relación entre VMP y Policía aún es de respeto y miedo, y no debería ser así». En su opinión, «no debe olvidarse que la reforma de Tráfico que indicó la circulación de los patinetes eléctricos por calzadas no tiene ni tres años, que ha habido mucha confusión con todo esto y que la inercia aún puede llevar a cometer errores, sobre todo a los chavales», así que sugiere «hacer más labor educativa». 

El jefe de Policía Local, por su parte, señala que «muchas veces, cuando un agente se cruza con un usuario de VMP circulando por una vía peatonal, lo que hace es intentar corregirle». «Se le reprende y se le dice que se baje, y si otro día se le ve reincidir, denunciamos», afirma. Claro que, aunque obviamente las multas no desaparezcan, unos y otros se llevarán mejor cuando el marco legal nacional sea más claro para todos.