Un puente del siglo XVII, al borde del hundimiento

Nacho Sáez
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Los vecinos de Torredondo avisan del grave deterioro del Puente del Tesoro, pero el Ayuntamiento y la Junta se eximen de su propiedad.

Un puente del siglo XVII, al borde del hundimiento

«Está muy mal, está a punto de caerse». La presidenta de la Asociación de Vecinos de Torredondo, Noemí Martín, avisa de que el progresivo deterioro del conocido como Puente del Tesoro se aproxima al peor desenlace posible. «Hay una parte del arco que está a punto de ceder y es un puente de un solo arco así que en cuanto ceda, adiós», añade acerca de una situación de la que avisó un vecino hace unos días y que ya han puesto en conocimiento del Ayuntamiento y de la Junta de Castilla y León, sin que de momento se haya colocado ningún tipo de señalización para prohibir el paso de un lado a otro.

Nada parece estar del lado de este elemento patrimonial del siglo XVII. La presidenta de la asociación de vecinos recuerda que hace una década la Junta de Gobierno Local aprobó llevar a cabo su restauración a través de la empresa Volconsa, que sin embargo quebró. El año pasado, mientras, fue uno de los proyectos elegidos en el marco de los Presupuestos Participativos, pero el Ayuntamiento descubrió que no es un bien municipal. «Al ser vía pecuaria, aunque nosotros queramos actuar, no podemos», señala la concejala de Patrimonio, Clara Martín. Sin embargo, la Junta de Castilla y León dice que no hay ningún documento que acredite que el puente sea propiedad de la Junta de Castilla y León. «Ni siquiera aparece citado en la descripción de la vía pecuaria denominada ‘Cordel de Abades’», apuntan fuentes de la Administración autonómica, «abierta a estudiar fórmulas de colaboración y de cofinanciación».

«Entre ponte bien y estáte quieto llevamos más de diez años y, cuando nos hemos enterado de que es de la Junta, se va a caer. Es vergonzoso», se lamenta la presidenta de la asociación de vecinos, quien además siente que este episodio vuelve a poner de manifiesto el olvido al que se encuentran sometidos los barrios incorporados: «Si ese puente, en vez de Torredondo, está en San Lorenzo, Santa Eulalia o cualquier otro barrio lo tendrían vallado y todo». Y alerta del peligro que supone. «Por lo menos que lo señalicen porque la gente va a pasear por allí y se puede hundir. Imagina que cede cuando están allí cuatro chavales. Es una movida».

El coste del arreglo de este puente estaba calculado en los Presupuestos Participativos en 30.000 euros. «Básicamente es una restauración del ojo del puente y la restitución del pretil del borde para que no se caiga la gente al arroyo», apunta la edil de Patrimonio, que alerta de que todos los puentes vinculados a ese cordel están en mal estado de conservación. Pero ni el Ayuntamiento ni la Junta parecen dispuestos al menos por el momento a hacerse cargo del asunto. Un conflicto de competencias que no entienden los vecinos. «Esto ha sido un cúmulo de despropósitos y problemas. La única cosa que tenemos en Torredondo y se nos cae».