Segovia celebra un San Frutos atípico

Nacho Sáez
-

La interpretación del Villancico del patrón en la Plaza Mayor ha sido el momento álgido de una mañana casi sin actividades.

Segovia celebra un San Frutos atípico

El San Frutos más extraño se ha podido celebrar a pesar de la lluvia y el viento. Ha sido una fiesta sobria, con unas 300 personas en la Plaza Mayor, todas provistas con mascarillas y con una interpretación del villancico atípica. El Ayuntamiento había improvisado un Villancico al aire en la Plaza Mayor, con un número limitado de componentes en la Unión Musical Segoviana y sin el coro ciudadano. Sin embargo, finalmente en la Catedral también ha habido villancico.

12 componentes de Voces de Castilla, dirigidos por Enrique Salgado, acompañadas por las voces blancas de Leyre Matesanz y Cloe Baeza como solistas y del órgano de la Catedral han entonado el 'Al siervo bueno y fiel...' como canto de entrada de la misa de doce que ha oficiado el obispo de Segovia, César Franco. Esta actuación, impulsada en secreto en los últimos días por Alfonso Frechel, quien dirigió el Villancico durante 25 años, no había sido publicitada y solo han asistido 170 privilegiados -el aforo que había establecido la Catedral era de 250-.

Fuera de la seo comenzaba a llover y se temía por la celebración del Villancico popular pero San Frutos, en lugar de con el 'Paso de la Hoja', suspendido por la pandemia, obró el 'milagro' de que la lluvia cesara durante los algo más de diez minutos que duró la interpretación dirigida en este caso por Francisco Cabanillas, adornada por las voces de representantes de las corales segovianas y seguida por decenas de segovianos, que se unieron en el canto. Una edición histórica por las circunstancias y por la participación por primera vez como solistas de dos niñas.

La directora de la Escolanía, Marisa Martín, ha explicado que el niño que había sido elegido había tenido que confinarse por el coronavirus y, en su lugar, había escogido a dos de sus alumnas, Leyre Matesanz y Cloe Baeza, las mismas que en la Catedral. "Por si acaso una tenía que ponerse en cuarentena que nos quedara la otra, pero finalmente hemos decidido que lo hicieran las dos porque sus voces empastaban muy bien".

Los gritos de ¡Viva San Frutos! y ¡Viva Segovia' han puesto la emocionante guinda al Villancico, tras el cual ha sido el turno del  'Himno a Segovia', este año también en una versión especial gracias a la voz de Candela Pumares y a los instrumentistas de la Unión Musical Segoviana. Un pequeño desfile de la comparsa de Gigantes y Cabezudos ha cerrado el que será recordado siempre como el San Frutos del coronavirus.