La artista segoviana Raquel Bartolomé propone al espectador pasear y reflexionar por todos y cada uno de los significados de la palabra 'Manto', con los que abriga los espacios del Museo Esteban Vicente, incluidos la Capilla y el Jardín. Bartolomé, muy vinculada con los espacios de la falda de la sierra de Guadarrama, también ambienta su obra con paisajes sonoros y con los olores porque su trabajo "vincula la vida en el campo con el arte contemporáneo". La muestra 'Manto', presentada este viernes y enmarcada dentro del proyecto 'Semillero del Arte', se puede visitar hasta el 5 de junio.

La artista, que reside en el municipio segoviano de Prádena, ha buscado vincular la figura del pintor de Turégano Esteban Vicente con la vida del campo. Ha indagado en sus propias raíces, ya que sus abuelos eran sastres y conocían bien los bordados segovianos, los patrones para confeccionar trajes típicos segovianos. Para Bartolomé, "la mantilla, el mantón y el manteo, todos juntos tienen un nexo común, el cuidado y la protección".

La artista sostiene que aborda este proyecto como una "reflexión sobre el ciclo de la vida y sus diferentes etapas" y de cómo para las distintas culturas, el manto "nos iguala a todos ante las leyes divinas". La directora del Museo Esteban Vicente, Ana Doldán, también afirmó que el manto responde a una definición del modo de vivir de Raquel Bartolomé, como algo que "te acompaña durante toda la vida, que te protege y te cuida".

Nueva exposición en el Museo Esteban Vicente - Foto: Nacho Valverde

En la capilla del Museo Esteban Vicente, se encuentra 'La primera morada. "Un elogio a la vida, al nacimiento, al arrullo de las madres, de los familiares para que no perdamos calor", dijo Bartolomé, de ahí su elección de hacerlo con lana, para que te lleve a la infancia, con un olor tan característico como "el talco". Un manto de grandes dimensiones, de ocho por dos metros. El comisario del proyecto 'Semillero del Arte', José María Parreño, destacó el material, la lana cruda "con una potencia visual enorme, con características escultóricas".

Antes de entrar a la primera sala, en el pasillo, la instalación 'El mundo es un nido'. Una escultura que hace referencia al manto como capa terrestre entre la corteza y el núcleo. Un nido como las diferentes capas de la tierra, con huecos "donde podemos alojarnos todo", sostuvo.

Un huevo nido, que paso a la pintura, a 'Mi manto', al paisaje de la sierra de Guadarrama, donde tan cómoda se siente Raquel Bartolomé. "La pintura y el dibujo donde yo me siento completamente segura, puedo volar y soñar. Símbolo de la libertad, protección y seguridad", resumió. Un recorrido por sus pinturas de gran formato.

Nueva exposición en el Museo Esteban Vicente - Foto: Nacho Valverde

Parreño también destacó que estemos hablando de "arte moderno contemporáneo desde una zona rural, desde fuera de las ciudades". Cuadros de abstracción expresionista con la experimentación en el soporte.

El presidente del patronato del Museo Esteban Vicente, Miguel Ángel de Vicente, valoró trasladar a estas salas "su pertenencia al medio, su sentir del territorio, que va modelando a las personas y las ancla al mismo", con una reivindicación de "lo primario, lo auténtico y lo natural, que cobra mucho sentido durante estos días". En la parte dedicada a la pintura, también está la banda sonora de su vida, de la que se ha encargado el técnico de sonido especializado en los sonidos de la naturaleza, Carlos de Hita, bajo el título 'Doce mese: un paisaje sonoro'.

El manto terrestre 

Nueva exposición en el Museo Esteban Vicente - Foto: Nacho Valverde

La segunda gran instalación de esta exposición es 'Bordar el manto terrestre'. "Otro manto muy espectacular. Es una superficie de tierra, dibujada con semillas de los cuatro granos del entorno, trigo, cebada avena y maíz, con decoraciones del esgrafiado segoviano. Mantos de la vírgenes españolas que son símbolo de protección y amparo", detalló Parreño.

En la misma línea, la propia artista explicó que todos sentimos esa necesidad de alimento, vestido, nutrición y fe. "Un gran manto vegetal, con tierras de diferentes puntos de la provincia, Riaza, Arevalillo, Prádena, El Cubillo y las semillas que nos da alimento", dijo, como los mantos de las vírgenes, que son símbolos de protección y fe, que se une al olor a "una gran hogaza de pan".

En el jardín del Museo, donde descansa las cenizas de Esteban Vicente, se puede ver la instalación 'El último manto', ya que la vida humana "empieza y termina envuelta en una tela", eso sí, "un manto muy delgado", el sudario, con olor a palo santo, como remarcó Raquel Bartolomé. Una reflexión sobre "la levedad de la vida".

Nueva exposición en el Museo Esteban Vicente - Foto: Nacho Valverde

El comisario de la exposición detalló que recuerda a los danzantes de la tradición sufí, derviches que giran incansablemente, con una palma hacia el cielo y otro hacia la tierra, sobre sí mismos y alrededor de un centro. "En el jardín, esos mantos tiene como contrapunto otros anillos de piedra, como una versión fracasada y terrenal de los aéreos", subrayó.

Raquel Bartolomé llega al Esteban Vicente, con el proyecto 'Semillero del Arte', que busca dar una mayor visibilidad y proyección a los artistas locales, con el hilo conductor del manto, encontramos mantos de lana, mantos sembrados, pinturas que representan un manto vegetal, una escultura de barro, algas y paja, y por último, ese manto o velo que es el sudario.

'Manto' cuenta con el patrocinio de la Diputación de Segovia y la colaboración de las empresas segovianas Ambientair y Octaviano Palomo. Ocupa el audiotorio-capilla, las salas 1, 2 y 3, pasillos y el jardín del Museo de Arte Contemporáneo de Segovia, y se puede visitar hasta el 5 de junio. Además, contará con un proyecto educativo 'El mundo es un nido', para alumnos a partir de tres años, dirigido por Iván Montero.