Segovia ya tiene hospital de campaña, ¿pero será operativo?

Aurelio Martín
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La consejera de Sanidad, Verónica Casado, reconoce que a los técnicos les está resultando muy difícil hacer llegar la instalación de oxígeno al hospital de campaña

Instalación del hospital de campaña junto al Hospital General - Foto: Rosa Blanco

Mientras que se desveló la primera incógnita y las autoridades autonómicas lograron que el Ministerio de Defensa instalara un hospital de campaña junto al Hospital General, después de ver varias alternativas,  ahora queda el segundo interrogante por desvelar y la principal es saber si va a ser operativo a corto plazo, una vez que ya ha sido instalado por el Mando de Ingenieros (MING) del Ejército de Tierra, con la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias.  

La carga actual del Hospital de Segovia es máxima y se trata de descongestionar el centro, pensado para una provincia de pocos habitantes, como Segovia, pero no para una crisis sanitaria como la que vivimos. A pesar de haber realizado el montaje de camas en diversas áreas hospitalarias y trasladar pacientes al hospital privado Recoletas, no afectados por el Covid-19, en la capital,  y a centros de Valladolid,  principalmente,  con 375 camas instaladas en situación normal,  actualmente tiene hospitalizadas en planta 312 personas y 23 en unidades de críticos, la UCI y UCI,s extendidas.  

 

Cuando estaban a punto de concluir los trabajos de montaje de la instalación militar, este viernes, la subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, informó de que el Ejercito estaba trasladando 30 camas desde Zaragoza, para dotar de contenido el mismo, junto con otras 90 camas que el Gobierno ha proporcionado del Hospital Policlínico. Sin embargo, estas camas y otras cedidas por residencias de mayores o por particulares (articuladas) han sido colocadas en los espacios que se aprovechan del Hospital General. El último que se está habilitando es la cafetería y el pasillo de fuera, que podría estar operativo en unas horas, para cerca de cincuenta personas en su conjunto. En todo caso, el problema de las camas es menor porque, dado el decreto de estado de alarma, se pueden requisar temporalmente a hoteles.

¿Pero hay oxígeno para todo? Aquí es donde se plantea el mayor de los escollos teniendo en cuenta que la mayoría de los pacientes necesitan oxígeno las 24 horas.  Es complejo montar una red dentro del hospital y conseguir la presión adecuada para que llegue a todos los puntos, lo que se va consiguiendo, mientras que si se continúan registrando ampliaciones dentro, como en alguna sala de espera de consultas,  habría que emplear botellas pero sería difícil el suministro continuo teniendo en cuenta que las de mayor tamaño tienen una duración de dos días y las pequeñas apenas se mantienen cuatro horas. Además deben contar con aparatos reguladores.

Pero donde se plantea mayor dificultad es llevar a cabo una red de oxígeno en el hospital de campaña,  que tendría unos cien metros de longitud, lo que tardará días, si por fortuna se consigue.  Hay determinadas piezas que no se encuentran en el mercado, una situación que también ha padecido Ifema. De conseguirse de alguna manera, incluso recurriendo a su fabricación especial, si fuera posible, recurriendo a ayuda externa, aún se tardarán días en poder abrir la instalación montada por los militares, cuyo compromiso es encargarse de la instalación de calor, para poder alcanzar temperatura interior en las noches con temperaturas muy bajas, y frío, ya que el interior se adquiere temperatura cuando le da el sol.  Existen 14 aparatos de calor y otros tantos de frío.

¿Quién atendería en el hospital de campaña?

No solo se registran estos problemas de infraestructuras, sino que también se plantea el asistencial,  ¿quién atiende a los pacientes cuando los hospitalarios están pasados de horas, trabajo y estrés? En la rueda de prensa de esta mañana en Moncloa, cuando un periodista ha preguntado al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villaroya,  si los hospitales de campaña tendrán capacidad de respuesta para casos de saturación, como el de Segovia, el alto militar ha dicho: "Los hospitales de campaña no están gestionados por las Fuerzas Armadas,  están gestionados normalmente por las comunidades autónomas, las consejerías de Sanidad, y el Ejército lo único que hace es el apoyo al mantenimiento y a la instalación".

Ya lo anunció, este domingo, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco,  tras entrevistarse con el resto de presidentes autonómicos y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez,  que le había solicitado y trasladado también a la ministra de Defensa , Margarita Robles, 15 médicos, 30 enfermeros,  30 auxiliares clínica, balas de oxígeno, respiradores y dos equipos portátiles de rayos equis y equipos de oxigeno.  

Pasado el mediodía, la consejera de Sanidad,  Verónica Casado, que visitó el hospital segoviano, este domingo,  aseguraba que "no hemos llegado al colapso, nuestra obsesión es aplanar la curva [de número de afectados] para no llegar, trabajamos en red de manera que los hospitales grandes puedan apoyar a los pequeños, como hemos hecho en Segovia y Soria, seguiremos haciendo para poder ayudar, nos colapsaremos cuando lleguen al tope máximo  las UCIS,s extendidas,  todas aquellas camas que se consideran de cuidados intensivos fuera de la UCI,  para pacientes críticos, todavía no lo hemos alcanzado".

Sobre los medios humanos y materiales,  Casado ha manifestado en rueda de prensa que están intentando "dotar con nuestro personal al hospital de campaña, hemos solicitado ayuda a ver si desde el punto de vista militar podríamos tener un poco más de ayuda, se lo hemos pedido al ministerio (...)  trabajamos intensamente desde el Hospital General, para habilitar espacios, ayer vine emocionada ver a todos profesionales de  mantenimiento trabajar al cien por cien de sus fuerzas para intentar ponerlo en marcha, piden que pongan a su disposición oxígeno, les resulta difícil hacerlo llegar al hospital de campaña, conseguiremos 50 bombonas de 50 litros de oxígeno, equipos de alto flujo e intentar y dar respuesta con equipos portátiles, así como medicación para tratamientos y para UCI, porque al estar extendida utiliza más medicación, para sedaciones, por ejemplo".

La solución que más menciona Casado para hospitales muy bien dimensionados para una situación normal, pero en este momento en una situación "un poco peor" que los hospitales grandes, como el de Segovia,  es que se trabaja en red y, si es preciso, se recurre a desplazamientos de enfermos a otros centros.

Entretanto quedan problemas por resolver si existe la desgracia de que los ingresos continúen siendo masivos y no se vayan venciendo las cifras con más altas y menos afectados por el Covid-19.  Primero que se hace con un gran hospital de campaña desnudo por dentro,  cuántos días se podrá tardar para ponerlo en marcha,  si finalmente es posible, y quién se hará cargo de dotarlo de medios humanos y materiales.  Antes cabe la posibilidad de que haya pacientes sentados en sillones dentro del hospital,  junto a una botella de oxígeno, siempre que pueda garantizarse tan alto suministro.